El gobierno de Brasil decidirá hasta el fin del año si construye Angra III, la tercera central nuclear del país. La central estaría, como las ya existentes, en una playa del municipio de Angra dos Reis, a unos 180 kilómetros de Río de Janeiro, generaría mil 300 megavatios, y ya se adquirieron para ella equipos cuyo mantenimiento cuesta 20 millones de dólares anuales.
Además, terminarla completará una demanda que haga viable la producción de uranio enriquecido por parte de la estatal Industrias Nucleares Brasileñas. El mercado mundial de ese combustible mueve once mil millones de dólares anuales.
Esos argumentos, planteados por técnicos y científicos del sector nuclear, son en general rechazados por los ambientalistas.
El desarrollo del sector nuclear es una cuestión estratégica y económica, además de constituir una fuente de energía, dijo a Tierramérica el profesor Aquilino Senra, de la Universidad Federal de Río de Janeiro.