La deforestación de la Amazonia brasileña, que se redujo casi 50 por ciento en los últimos tres años, invirtió la tendencia, según un informe divulgado el martes. En Mato Grosso, el estado que más bosques elimina, la devastación crece desde mayo, y en agosto alcanzó 250 kilómetros cuadrados, 138 por ciento más que en agosto de 2006, según el estudio del Sistema de Alerta de Deforestación, creado por el Instituto Centro de Vida (ICV) y el Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonia.
La recuperación de los precios internacionales de la soja y la carne y el auge de los biocombustibles provocaron ese vuelco, estimulando la conquista de nuevas tierras para el avance ganadero y agrícola, dijo a Tierramérica Sergio Guimaraes, coordinador de ICV. «No es irreversible si el gobierno adopta medidas efectivas», acotó.
Entre junio y septiembre aumentaron 72 por ciento los incendios forestales.
