El campeonato mundial de ajedrez disputado en México puede contribuir a popularizar el llamado juego-ciencia no sólo en este país sino en el resto de América Latina, relegada a las ligas menores en el mundo.
El torneo, que por primera vez se llevó a cabo en México, puede considerarse un éxito. A los miles de asistentes a la sede de la justa hay que agregar las más de un millón de visitas que recibió su página en Internet desde 185 naciones. Frankfurt fue el origen de la mayor cantidad de conexiones, segunda de la capital mexicana.
"En México existe una gran pasión y afición por el ajedrez, por lo que estoy seguro que, si logran introducir los programas de enseñanza de este deporte en las escuelas, en el mediano plazo podría contar con un campeón mundial", declaró el nuevo monarca de este juego el maestro indio Viswanathan Anand durante la ceremonia de clausura.
A raíz de la competencia, que reunió a los mejores ocho jugadores del mundo, el gobierno izquierdista de la ciudad de México se comprometió a abrir 100 escuelas de ajedrez y la Secretaría (ministerio) de Educación Pública federal también tiene planes para impulsar la práctica de esta actividad.
Con una campaña masiva se podría romper, según los especialistas, con el carácter elitista del ajedrez e inculcarlos entre la infancia, lo que podría derivar en que haya más jugadores de alto nivel.
En los últimos años, este país norteamericano ha cobrado relevancia en el mundo de cuadros blancos y negros. La ciudad de Mérida, 1.300 kilómetros al sudeste de la ciudad de México, es sede desde hace dos décadas del Torneo de Ajedrez Carlos Torre Repetto, en memoria del gran maestro internacional mexicano nacido en 1904 y fallecido en 1978.
Además, desde hace dos años se realiza en Morelia, en el oeste mexicano y a 300 kilómetros de la capital, la primera ronda del prestigiado Torneo de Linares, en cuya edición 2007 también se impuso Anand.
En octubre del año pasado, se alcanzó el récord Guiness de mayor cantidad de partidas simultáneas (13.000) en el Zócalo, la plaza más emblemática del país, en cuya capital se suele practicar este deporte en parques o en cafeterías.
Para el ex jugador español y especialista ajedrecístico Leontxo García, en América Latina se puede impulsar este deporte mediante escuelas y fuertes campañas de promoción.
Sin embargo, esta región tendrá que trabajar mucho para llegar a las grandes ligas ajedrecísticas. El mejor ubicado entre los primeros 50 del mundo es el cubano Leinier Domínguez Pérez, en el sitio 29, según el ya actualizado ranking de la Federación Internacional de Ajedrez.
En cuestión de países, la isla caribeña de régimen socialista se sitúa en el escalón 21, seguida de Brasil en el 26 y de Argentina en el 30, entre las naciones que avanzaron en la última lista distribuida por la Federación. México está en el sitial 44 y a la cabeza se halla Rusia.
Según García, quien dirigió la célebre revista especializada Jaque, en la región hay talento que puede explotar.
Por ejemplo, México tiene en el gran maestro Manuel Hoyos, un valor que puede dar qué hablar en el futuro.
En India, el fenómeno Anand, quien goza del trato de héroe nacional, ha provocado que ya haya 700.000 niños aprendiendo y practicando con damas, torres, caballos, alfiles y peones.
En 1984, el ahora nuevo campeón se convirtió en el primer maestro internacional de India, cuando países como Colombia contaban con siete.
El país gigante asiático también puede vanagloriarse de tener a la número dos del listado femenino, Humpy Koneru, con apenas 20 años de edad, y detrás de la húngara Judit Polgar.
"Ojalá este título mundial ayude a India a desarrollar más el ajedrez, tenemos allá un programa de introducción del juego en las escuelas", dijo Anand luego de coronarse con un empate frente al húngaro Peter Leko en la última jornada del certamen que empezó el pasado 13 de septiembre y que se prolongó durante dos semanas.
Por de pronto, México recibirá en 2008 al Torneo de Maestros que reunirá a los mejores exponentes del ajedrez mundial.
