Fiscales de un caso de abuso sexual de menores en México no entregaron a la justicia 10 vídeos y 70 fotografías que comprometen al acusado, quien afirma tener amistad con funcionarios y empresarios poderosos.
La periodista y activista Lydia Cacho sostiene que desde alguna esfera de poder se protege al sospechoso, el empresario hotelero de origen libanés Jean Succar, y a quienes se involucraron con él.
El caso, dijo Cacho este miércoles, tiene ramificaciones internacionales y está ligado a otros delitos como tráfico y desaparición forzada de personas.
La periodista ha sufrido amenazas de muerte y hasta fue enviada a prisión por investigar el abuso sexual de menores en México.
Su situación es investigada por la Suprema Corte de Justicia, pues el gobernador del estado (provincia) central de Puebla, Mario Marín, y el conocido empresario Kamel Nacif están involucrados en el acoso contra Cacho.
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Los vídeos y las fotos —que mostrarían a Succar y a otras personas en actos de paidofilia— fueron entregadas hace meses a la Procuraduría del estado de Quintana Roo, donde se realiza la investigación judicial del caso, dijeron a IPS fuentes de la Procuraduría General (fiscalía).
Sin embargo, los tribunales de Quintana Roo, en el Caribe mexicano, donde se cometieron los delitos imputados a Succar, afirman que los vídeos y las fotos jamás llegaron a pesar de haber sido solicitados.
Los jueces, indicó Cacho, cerrarán en una semana el período de recepción de pruebas y luego dictarán sentencia. A su entender, alguien con poder no quiere que se consideren esas pruebas.
Succar fue detenido en Estados Unidos en febrero de 2004 y extraditado a México en julio de 2006. Su caso es el más notorio en materia de paidofilia en este país, pero sería apenas el hilo de una madeja en la que estarían afectados unos 17.000 menores, según investigaciones.
La situación del empresario se complicó el martes, cuando el diario de izquierda La Jornada publicó una entrevista con uno de los abogados del acusado, quien anunció que abandonaba su defensa por tener la certeza de que su cliente era "un pervertido".
El abogado Wenceslao Cisneros aseguró haber visto una cinta en la que aparece Succar desnudo, al igual que dos niñas de entre siete y ocho años a las que da instrucciones para mantener relaciones sexuales, relató.
Cisneros dijo a IPS que, por razones de ética profesional, no podía divulgar detalles de lo que supo como defensor de Succar. Pero indicó que antes de observar el vídeo no tenía ninguna prueba que demostrara la culpabilidad de su cliente.
Decidió dejar el caso porque no desea involucrarse con un "pervertido" y porque tiene hijas y nietas a la que debe proteger y dar ejemplo, se justificó.
Cisneros relató que algunas de las menores presuntas víctimas de la red de explotación de Succar, quien manejaba un hotel en Cancún, se retractaron de sus denuncias luego de que la familia del acusado mantuvo contacto con ellas en términos que el abogado dijo desconocer.
Cacho declaró a la Radio W de esta capital que daba al abogado la bienvenida al terreno de las amenazas y los peligros que ella había sufrido. La periodista, a quien el gobierno mantiene protegida con escolta policial desde 2005, recomendó a Cisneros que tomara precauciones.
Cacho fue detenida en 2005 en Quintana Roo y trasladada al estado de Puebla, donde una jueza la procesó por calumnias contra el empresario Nacif, dueño de varias fábricas y amigo cercano del gobernador Marín, del Partido Revolucionario Institucional.
Nacif aparece mencionado en el libro de Cacho "Los demonios del Edén", que trata sobre el abuso sexual de menores. Según la periodista, el empresario tenía una estrecha amistad con Succar y le brindaba protección.
En febrero de 2006, medios de comunicación mexicanos difundieron grabaciones de conversaciones telefónicas entre Nacif y Marín y entre el primero y Succar. Luego se supo fueron conseguidas y distribuidas por la ahora ex esposa del empresario.
En las primeras se escucha al gobernador de Puebla afirmar con lenguaje grosero que ordenó detener y dar un escarmiento a Cacho, a quien llama "vieja cabrona". En otra conversación Nacif y Succar hablan, también en lenguaje soez, sobre dos menores con las que tendrían relaciones sexuales.
El acoso y amenazas contra Cacho llegaron a tal punto que la Suprema Corte decidió investigarlos en abril de 2006, luego de recibir un pedido del Poder Legislativo. Aún no se conoce el resultado de esa investigación.
Cacho informó que existen vídeos en los que se observa a personas de la vida pública mexicana manteniendo relaciones sexuales con menores, y que habrían sido filmados por Succar en su hotel de Quintana Roo.
La periodista señaló no saber quiénes son esas personas. Sin embargo, sostuvo, en la red de prostitución infantil creada por Succar han participado personas adineradas y con influencia política.
Las investigaciones sobre el caso han arrojado datos que sugieren que Succar y su familia estarían además involucrados en el tráfico de indocumentados desde Cuba. Esos inmigrantes serían trasladados al Caribe mexicano y luego a Estados Unidos.
Semanas atrás, un informe del diario madrileño El País indicó que los tradicionales viajes en embarcaciones precarias desde Cuba hasta Miami han cedido protagonismo a lanchas rápidas para llegar a México y realizar la travesía terrestre hasta la frontera con Estados Unidos.
Otros posibles delitos del clan de Nacif y Succar se vinculan a la desaparición de al menos dos menores de edad, una de ellas salvadoreña, también atrapadas en el esquema de abuso infantil.
