AMBIENTE: Desertificación, pequeño logro y grandes discrepancias

La octava Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación concluyó finalmente este sábado en la capital española con escasos avances y fuertes diferencias que obligaron a convocar otra reunión para dentro de unas semanas.

La reunión, iniciada el 3 de este mes con la participación de representantes de 191 países y de organizaciones no gubernamentales, estaba previsto que finalizará el viernes, pero las discrepancias que no se podían zanjarse obligaron a extender las discusiones hasta la mañana de este sábado.

Los gobiernos esbozaron un Plan Estratégico para los próximos 10 años, pero no lograron ponerse de acuerdo para aprobar un presupuesto que lo haga viable. La mayor oposición fue de Japón, cuyos representantes primero discutieron variantes del mismo, llegaron a aceptar un aumento del cinco por ciento del presupuesto y al final optaron por vetarlo completamente.

Miembros de la delegación japonesa explicaron de manera extraoficial que la misma carecía de autorización para aumentar su participación financiera debido a que su gobierno no estaba en condiciones de hacerlo dado que había renunciado el primer ministro, Shinzo Abe.

No existe mucho optimismo acerca del futuro funcionamiento de la Convención, aunque los delegados presentes acordaron convocar para dentro de unas semanas –en fecha todavía no establecida— un pleno extraordinario en Nueva York, con la intención de desbloquear el plan financiero.
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Otro tema que se trataría allí fue la propuesta española de crear una organización dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que agrupe a todas las instituciones de la misma relacionadas con el medio ambiente.

Desde la inauguración de la conferencia, los reclamos de efectividad fueron múltiples, pero tuvieron muy poca concreción para luchar contra la devastación de la tierra.

Gregoire de Kalbermatten, quien hasta esta sesión ocupó la secretaría ejecutiva de la Convención, advirtió en el acto inaugural de que el planeta podía agonizar, por lo que manifestó que "ha llegado la hora de que la comunidad internacional busque la herramienta apropiada para hacer frente a estos retos cada vez mayores".

El príncipe Felipe, heredero de la Corona de España y principal orador del acto inaugural, también señaló de la importancia de renovar la Convención, llamando a poner en marcha "con urgencia y eficacia acciones que eviten la degradación de los ecosistemas".

Desde la sociedad civil, las 70 organizaciones ecologistas no gubernamentales que asistieron a la reunión emitieron una declaración final manifestando su desilusión y frustración por los escasos resultados de la Conferencia y en especial por no haberse acordado acciones concretas.

Hay, señalaron, "una constante pasividad" e "incapacidad de intervención", por lo que se negaron a sumarse a la llamada Declaración de Madrid por no querer ser "cómplices" de la falta de acción.

Theo Oberhnuber, director de la Ecologistas en Acción, apostó por proponer acciones para avanzar. Una de ellas, dijo a IPS, sería integrar a esta Convención con las de Biodiversidad y Cambio Climático, ya existentes.

Si esto se hiciera, añadió, se lograría más efectividad en las acciones, además de una reducción de la burocracia y una baja en el coste del secretariado. Esos ahorros, concluyó, se podrían ampliar en más acciones específicas y concretas para mejorar el ambiente, "incluyendo la lucha contra la desertificación".

A ese respecto se pronunció también la ministra de Medio Ambiente de España, Cristina Narbona, quien presidió esta reunión.

Narbona propuso que se analice la creación de una Organización Mundial del Medio Ambiente, que agruparía a todas las instituciones existentes en la ONU. Sería, aclaró, "algo similar a la Organización Mundial del Comercio" y reuniría los esfuerzos de todos los países contra el cambio climático, la desertización y la reducción de la biodiversidad.

"Estamos tratando de impulsar una reorientación de la política medioambiental en la ONU, donde hay muchos programas y agencias, pero que necesitan ir hacia algo como la Organización Mundial del Medio Ambiente que coordine actividades", explicó Narbona en una rueda de prensa, en la que estuvo acompañada por los secretarios ejecutivos

Con los secretarios ejecutivos de las Convenciones de lucha contra la Desertificación, Luc Gnacadja (nombrado en esta Conferencia), para la Diversidad Biológica, Ahmed Djoghlaf, y contra el Cambio Climático, Yvo de Boer a su lado, Narbona informó de que de manera los cuatro estuvieron trabajando, en paralelo a la reunión, para impulsar la unificación de las tres instituciones, como propuso Francia apoyada por España.

Con la mirada puesta en la reunión que se convocará en Nueva York, la ministra afirmó que, "si no hay acuerdos vinculantes, con metas cuantificables y financiación suficiente, no obtendremos los resultados necesarios y urgentes". "Sin decisiones vinculantes nos será difícil avanzar", puntualizó.

Por su parte, Gnacadja subrayó como destacable que se hayan reunido los tres responsables de las instituciones que se propone unificar. La asistencia a la reunión, su encuentro y su comparecencia ante la prensa, concluyó, es "una buena señal de nuestra voluntad de unir esfuerzos y colaborar para superar los retos ambientales".

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