El desarrollo técnico ayuda a la participación social de las personas sordas, pero se necesitan más medidas para que todas tengan acceso a las nuevas tecnologías, sobre todo en los países pobres, destacaron participantes en el XV Congreso de la Federación Mundial de Personas Sordas (FMPS).
En el encuentro, que se realizó entre el lunes 16 y el domingo 22 en esta ciudad, participaron más de dos mil representantes de personas sordas de un centenar de naciones, y su principal reivindicación fue que se les reconozca y facilite el derecho a comunicarse en sus lenguajes de signos que, según precisaron, difieren según los países pero son todos válidos.
El lunes 23, como reconocimiento a ese sector de la sociedad, una intérprete tradujo, mediante el lenguaje de signos, la conferencia que sobre los derechos de la ciudadanía pronunció en otro encuentro la vicepresidenta primera del gobierno español, la socialista María Teresa Fernández de la Vega.
De la Vega había inaugurado el congreso, que se desarrolló bajo el lema "Lenguas de signos, cuestión de derechos".
El presidente de la FMPS, Markku Jokinen, señaló que "en el mundo existen aproximadamente unas 130 lenguas de signos distintas", que "reflejan una diversidad cultural importante a la que durante siglos se le ha negado derechos en el ámbito de la salud, la cultura y la legalidad".
Las personas sordas o con deficiencias auditivas deben enfrentar muchos problemas, la mayoría de ellos provocados por su incapacidad para comunicarse como los demás.
Conchi García, técnica de la Federación de Personas Sordas de la Comunidad de Madrid, puso como ejemplo lo que ocurre cuando en un tren, un avión o un aeropuerto se difunde un mensaje por los altavoces. Las personas sordas ven reaccionar a las demás, correr, arremolinarse o agruparse sin saber si se trata de un accidente, un atentado o un cambio de rumbo.
García admitió que es difícil que en todos estos casos haya personas actuando de intérpretes pero, agregó, "si en los trenes, subterráneos y aviones tienen pantallas en las que transmiten publicidad o anuncios de distinto tipo, ¿por qué no se incluyen también mensajes de signos?".
La responsable de la Comisión de Derechos Humanos, Lingüísticos y Cultura del congreso, la neozelandesa Kim Robinson, destacó que "la comunicación es un derecho humano fundamental. Por eso la lengua de signos es una cuestión de derechos humanos, no una simple herramienta".
Jokinen afirmó que "sin derechos lingüísticos tampoco tenemos derechos humanos, por lo tanto el reconocimiento de las lenguas de signos es una precondición necesaria para garantizar la seguridad de estos derechos en todo el mundo".
El experto finlandés Antti Naike planteó que ya existen nuevas tecnologías que favorecen la participación social de las personas sordas. Pero advirtió que "hay que aplicarlas" sin que el lugar de residencia se convierta en un obstáculo.
Naike consideró que un importante paso adelante sería fomentar el intercambio y la cooperación entre los países, tarea en la que las administraciones públicas deben asumir su responsabilidad.
En España ya se han registrado algunos avances.
Uno de ellos fue una ley aprobada por consenso en el Congreso de los Diputados, el 28 de junio, que impone la presencia de intérpretes en los actos públicos, la garantía del derecho a la elección de lengua, incluyendo la de signos, en las escuelas y la aplicación de medios de apoyo alternativos, entre ellos las claves visuales.
Además, la ley dispone la creación del Centro de Normalización Lingüística, en el que participarán las organizaciones que agrupan a las personas sordas.
Al inaugurar el congreso, Fernández de la Vega señaló que "una sociedad, para ser justa, tiene que ser en primer lugar decente y combatir prácticas colectivas que comportan formas intolerables de discriminación, lo que es un presupuesto obligado de la igualdad y de toda la democracia".
Un hecho considerado discriminatorio se registra en las escuelas donde no se toma en cuenta la identidad de las personas sordas. La psiquiatra holandesa Ines Sleebom destacó que el sistema educativo debe tenerla en cuenta y los centros de sanidad crear servicios especializados de salud mental, con personal sordo y profesionales que conozcan la lengua de signos.
Sleebom subrayó que "es fundamental el diagnóstico precoz de la sordera para asegurar un adecuado desarrollo emocional y cognitivo en la infancia".
La responsable de la sección científica del congreso, Amparo Minguet, indicó que esta reunión posibilitó avanzar seriamente en el reconocimiento de los lenguajes de signos de diferentes países y compartir experiencias en educación, cultura, ciencia y nuevas tecnologías.
Con un teléfono vibratorio en sus manos, se expresó mediante signos y con el apoyo de una intérprete declaró a la prensa que "gracias a esto estoy fácilmente en contacto, recibiendo textos y vigilando mi correo electrónico".
David Hoareau, un profesor que acompañado por veinte alumnos viajó al congreso desde la isla Reunión, un territorio bajo dominio francés en el este de África, recordó que los sordos tienen fama de aislados. "Pero este encuentro demostró que somos capaces de salir para intercambiar nuestras experiencias y comunicarnos", afirmó.
De forma paralela al congreso, se realizaron diversas exposiciones y un espectáculo teatral con la participación de actores sordos. También actuó el grupo de hip-hop finlandés Singmark, que utiliza la lengua de signos.