El principal bloque político de países de la ONU acusó al secretario general del foro mundial, Ban Ki-moon, de «socavar» la autoridad de la Asamblea General, el órgano que reúne a todas las naciones que lo integran.
Las críticas del Grupo de los 77 (G-77), que reúne a 130 países en desarrollo, se refieren a los cambios propuestos por Ban a la estructura de programas de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que promueven a Asia, África y América Latina.
"Continuamos creyendo que los mandatos en materia de desarrollo son asuntos delicados y que las decisiones al respecto preocupan a todos los países miembros", indica una carta del G-77, bloque al que adhiere China.
"No es prerrogativa del Secretariado actuar en cuestiones de tal importancia sin procurar la aprobación de la Asamblea General", agrega la misiva.
"El G-77 y China quieren reiterar su oposición a cualquier intento de socavar el rol y la autoridad de la Asamblea General en la revisión y aprobación de la estructura del Secretariado", indica la carta, firmado por el embajador de Pakistán, Munir Akram, actual presidente del grupo.
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El texto fue enviado este lunes a Ban, quien decidió fortalecer el mandato del alto representante y subsecretario general para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
Como consecuencia, el funcionario designado para ese cargo, el diplomático de Malí Cheick Sidi Diarra, asumiría como funciones adicionales las del actual Asesor Especial para África, y también concentraría los asuntos económicos y sociales relativos a la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (Nepad), una iniciativa de Estados Unidos adoptada como propia por la comunidad internacional.
Por lo tanto, Ban decidió eliminar el puesto de asesor especial para África, que tenía en periodos anteriores rango de subsecretario general, el tercer nivel del Secretariado de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Además, la oficina de enlace en Nueva York de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), cuya sede central se encuentra en Ginebra y que asiste a los 130 países en desarrollo, también se situará bajo la égida del nuevo alto representante.
"El G-77 y China consideran que estas decisiones socavan seriamente el rol y la autoridad de la Asamblea General en la aprobación y enmiendas del Plan de Programa Presupuestario y el Plan del Programa Bienal. Desearíamos enfatizar que sólo la Asamblea General puede modificar o renunciar a sus facultades legislativas", dijo Akram.
"Los africanos están particularmente molestos y furiosos porque el secretario general está consolidando, en efecto, tres designaciones y sus respectivas oficinas de apoyo en uno solo", dijo a IPS un representante del G-77.
El jefe del equipo de Ban, Vijaya Nambiar, indicó en una carta al Comité Asesor sobre Cuestiones Administrativas y Presupuestarias que el secretario general elevará tales iniciativas por escrito a la 61 sesión de la Asamblea General, que se abrirá en septiembre.
Pero el G-77 no fue formalmente consultado sobre los cambios radicales propuestos.
"La intensión de fusionar operaciones" requerirá la presentación de una moción formal a través del Comité Asesor, explicó Nambiar.
El Secretariado atribuye su iniciativa a la intención de maximizar el uso de recursos presupuestarios limitados.
Pero el G-77 considera que la propuesta constituye un sutil intento de reducir recursos asignados a los programas en beneficio de los países en desarrollo.
El grupo advirtió que Ban no tuvo pruritos en aumentar el presupuesto de actividades en la órbita del Consejo de Seguridad, como las operaciones de mantenimiento de la paz, promovidas, fundamentalmente, por naciones industriales.
"El secretario general está mal asesorado o no se da cuenta de que él es apenas un servidor de la Asamblea General", dijo a IPS un diplomático africano.
Consultado sobre sus propuestas, Ban dijo este lunes a la prensa que su intención era fortalecer, no debilitar, la actividad de la ONU en África, lo que impone, según él, "integrar y consolidar" los programas en ese continente.
"El desafío africano tiene la mayor prioridad en mi agenda", declaró Ban, quien alegó contar con varios "enviados especiales" dedicados a afrontar la situación regional.
También recordó que una de sus primeras designaciones fue la de una mujer africana: la tanzania Asha-Rose Migiro, vicesecretaria general.
Menos de un mes después de su investidura, en enero, Ban soportó fuertes cuestionamientos del Movimiento de Naciones No Alineadas (Noal), que tiene 117 miembros, por su decisión de realizar cambios estructurales en el Departamento de Asuntos de Desarme.
El Noal también criticó lo que percibió como falta de consultas en la creación de un nuevo Departamento de Apoyo en el Terreno para asistir a las operaciones de mantenimiento de la paz.
Luego de intensas discusiones, la Asamblea General aprobó una versión modificada de esa propuesta.