Niños contaminados con plomo en la central ciudad peruana de La Oroya deberán pasar al menos ocho horas diarias en un centro de atención especial, que se prevé instalar fuera de esa urbe el mes próximo, hasta que la trasnacional minera y metalúrgica Doe Run implemente programas para frenar el daño. La firma se comprometió a disminuir, antes de 2007 y hasta niveles internacionalmente admitidos, la contaminación con plomo, ácido sulfúrico, cadmio y arsénico que provocan sus operaciones.
«El programa será controlado por el Ministerio de Salud», dijo a Tierramérica el médico Jesús Díaz Matos, jefe de la unidad de atención infantil.
La Organización Mundial de Salud acepta hasta 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre. Al examinar en 2004 a 728 niños de La Oroya menores de seis años, se halló de 20 a 44,9 microgramos por decilitro en 82 por ciento de ellos, y niveles aun mayores en más de once por ciento.
