Familias campesinas de la comunidad de El Oro, ubicada en la región semiárida de esta oriental provincia cubana, usan con buenos resultados un jabón fabricado con aceite que se extrae del piñón botija (Jatropha curcas), cuya siembra ayuda a evitar la erosión. La plantación abarca unas 2,5 hectáreas y por ahora el jabón se confecciona artesanalmente en un pequeño laboratorio. Se calcula que de cada cien kilogramos de piñón triturado se puede extraer unos 38 litros de aceite.
«La máquina está en fase de prueba todavía, pero con esa cantidad de aceite se podría hacer unos 50 jabones», dijo a Tierramérica Migdalia León, administradora de la estación ecológica de San Antonio del Sur, municipio de una zona costera de Guantánamo severamente impactada por la sequía y la salinidad.
