Un informe técnico filtrado a la prensa reavivó la polémica entre ecologistas y autoridades ambientales de Chile que autorizaron la reapertura de una fábrica de celulosa acusada por la muerte de miles de cisnes de cuello negro. La Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de la X región recibió el 2 de febrero el informe del ingeniero químico Claudio Zaror, de la Universidad de Concepción, y, sin divulgarlo, autorizó el día 18 la reapertura de la planta Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), cerrada durante varias semanas.
La Corema incurrió en «irresponsabilidad al ocultar la investigación y al no tomarla en cuenta cuando autorizó la reapertura de la planta», dijo a Tierramérica la coordinadora del grupo Defensa del Santuario de la Naturaleza Río Cruces, Sandra Conejeros.
Si bien en su informe Zaror no atribuye a Celco responsabilidad por la mortandad de cisnes del austral humedal de río Cruces, señala que en algunas partes de ese curso de agua se registraron altos índices de compuestos tóxicos.