El parlamento de Honduras acordó el martes solicitar al Poder Ejecutivo que «detenga» la construcción de la represa hidroeléctrica El Tigre, en la frontera entre Honduras y El Salvador, hasta que se resuelva el conflicto diplomático entre ambos países. La obra, de mil 500 millones de dólares, perdió aliados clave a raíz de la escaramuza desatada por El Salvador, que reclama la posesión del «islote de Conejo», en el Pacífico, que según un fallo internacional pertenece al Estado hondureño.
«El Salvador ha puesto en riesgo la construcción de una represa que le va beneficiar sobremanera, porque se está quedando sin energía. Ahora el gobierno debe replantear su estrategia», dijo a Tierramérica el presidente de los industriales, Adolfo Facussé.
De construirse, la represa abastecerá de energía a 70 por ciento del territorio salvadoreño.