El nuevo dólar taiwanés dice adiós de manera abrupta a Costa Rica, tras 63 años de cooperación económica y diplomática. China llega por la puerta grande.
China se ha convertido en poco tiempo en el segundo socio comercial de Costa Rica, detrás de Estados Unidos, con un intercambio que pasó de 630 millones de dólares en 2004 a 1.700 millones el año pasado.
Eso basta para explicar la decisión del presidente Óscar Arias, anunciada el 6 de este mes, de entablar relaciones diplomáticas con Beijing, lo que entraña el cese de todo vínculo con Taiwán, considerado por China una provincia renegada desde que el Partido Nacionalista (Kuomintang) se instaló en esa isla de Asia oriental hace más de medio siglo.
En apenas dos años, el gigante asiático pasó del lugar 11 al segundo en materia de intercambio comercial con Costa Rica.
Además, el saldo negativo para Costa Rica se invirtió a partir de 2005, para llegar a 2006 con 465 millones de dólares a su favor en la balanza comercial. Las exportaciones a China representaron un ingreso de 1.083 millones de dólares, mientras las compras sumaron 618 millones de dólares. Al contrario de los grandes proveedores latinoamericanos del mercado chino, que venden sobre todo productos básicos — como Brasil, Venezuela, México o Argentina—, la industria tecnológica es el principal rubro exportador "tico" a China, ya que los circuitos integrados representan 86,2 por ciento de las ventas, según datos de la Promotora de Comercio Exterior.
El 1 de junio, el canciller costarricense Bruno Stagno efectuó una visita secreta a Beijing para firmar el establecimiento de relaciones diplomáticas, anunciado el día 6 por Arias.
La incompatibilidad de relaciones simultáneas con Beijing y Taipei ha llevado a la inmediata ruptura de los lazos sostenidos por más de seis décadas. La embajada de Taiwán en Costa Rica manifestó una "enérgica protesta" y calificó la decisión como "inamistosa".
Después de ese anuncio, la isla cortó de raíz toda cooperación económica con Costa Rica, que ascendía a 70 millones de dólares, la mitad en donaciones y la otra mitad en préstamos.
Pero Taiwán pierde también uno de sus escasos apoyos, pues en la actualidad son sólo 24 los países que mantienen relaciones con su gobierno.
La retirada costarricense, primer país centroamericano en tomar esta medida, hace temer a los taiwaneses un efecto en cascada en el istmo.
La presidenta de la Cámara de Industria y Comercio Chino-Costarricense, Isabel Yung, dijo a IPS que "es importante que seamos el primer país centroamericano en establecer lazos diplomáticos con China", dado que el gobierno de Hu Jintao había anunciado fuertes inversiones en América Latina.
Este es un primer paso para un futuro tratado de libre comercio (TLC) con China, según expresó el presidente Óscar Arias en rueda de prensa, "aunque eso sería en una etapa posterior" manifestó Yung, "y lo fundamental es que abrimos una gran oportunidad a las empresas costarricenses a un mercado infinito".
El ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz, sostuvo en un comunicado que, además del TLC firmado con Estados Unidos y el futuro acuerdo de asociación con la Unión Europea, la administración de Arias defiende la "profundización de las relaciones comerciales con países de la región asiática".
Ruiz anunció la "pronta instalación de oficinas comerciales en ambos países, con el propósito de apoyar las gestiones de los exportadores e importadores costarricenses, y los estudios para iniciar en un futuro cercano las negociaciones de un tratado de libre comercio entre Costa Rica y la nación asiática".
"Costa Rica sería una excelente plataforma para el ingreso de productos chinos a los Estados Unidos" en caso de que se apruebe el tratado entre el país norteamericano, cinco naciones centroamericanas y República Dominicana (conocido por sus siglas en inglés DR-Cafta), apuntó la presidenta de la cámara chino-costarricense.
Costa Rica es el único país que no ha ratificado el DR-Cafta.
Pero no todos han sido parabienes ante la decisión de Arias, ya que algunos miembros de la oposición, como el presidente del Movimiento Libertario, Otto Guevara, manifestaron su disconformidad con romper lazos con un país "democrático y libre", para ceder "ante un país matón".
En esta nación de apenas cuatro millones de habitantes, unos 80.000 habitantes (dos por ciento) son chinos de primera y segunda generación, mientras otros 70.000 lo son de tercera y cuarta generación.
Las migraciones del siglo XIX trajeron un buen número de chinos a Costa Rica, que se concentraron principalmente en las costas del océano Atlántico con la construcción del ferrocarril, y en el Pacífico, de camino a Estados Unidos, que vivía la fiebre del oro. Muchos no pudieron llegar al norte, ya que ni siquiera los dejaban desembarcar, y atracaron en otros puertos. (FFIN/IPS/dz/dcl/la ap if ip dv pn sl/07)
