El ministro de Integración Nacional de Brasil, Pedro Brito, anunció el 14 de este mes que luego del Carnaval divulgará los edictos de licitación para las obras de trasposición de aguas del río Sao Francisco, a fin de abastecer al semiárido nordeste brasileño. El gobierno central esperaba iniciar en 2005 la construcción, que beneficiaría a 12 millones de personas, pero exigencias ambientales y acciones judiciales –ahora anuladas– lo impidieron.
Ahora, se prevé nuevas protestas. “Esta “nueva amenaza” del gobierno no avanzará porque surgirán nuevos obstáculos judiciales, y enfrenta la resistencia de movimientos sociales y de gobiernos de los estados de la cuenca”, dijo a Tierramérica Apolo Heringuer, coordinador de un proyecto universitario de recuperación del río das Velhas, afluente del Sao Francisco.
“El costo real cuadruplicó al estimado, de dos mil 100 millones de dólares, y el cambio climático agrega incertidumbre”, destacó.