España es el mayor lavadero de dinero de Europa y la mejor prueba de ello, según expertos, es la gran cantidad de billetes de 500 euros que circulan en este país, que por su alto valor no son de uso corriente.
Fuentes oficiales de España calculan que circulan en este país unos 78 millones de euros (unos 100 millones de dólares) en billetes de 500, o sea una cuarta parte del total emitidos en la zona de esta moneda en la Unión Europea.
El euro es moneda oficial en Alemania, Austria, Bélgica, España, Eslovenia, Francia, Finlandia Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal.
Armando Fernández Steinko, sociólogo y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, comentó que, "cuando el dinero ya no pesa y puede circular a la velocidad de la luz, es cuando se hace realmente dinero".
Para lograr esa velocidad, "la técnica consiste en hacerlo circular por el sistema financiero internacional con el fin de borrar toda conexión económica con su propietario y con el turbio proceso de acumulación del que es hijo", añadió.
María José, cajera en un gran supermercado, comentó a IPS que no recuerda que algún cliente haya querido pagar con 500 euros, porque es difícil que a un asalariado le paguen su sueldo con billetes de ese valor "y, cuando alguna vez le ponen uno, lo primero que hace es ir a un banco a que se lo cambien por billetes de 100 o de 50".
La circulación del dinero sucio no es fácil y para lograrla los propietarios de esos fondos necesitan la colaboración de bancos, gobiernos de países con secreto bancario, como en Suiza o Austria.
También de los llamados "paraísos fiscales", entre los que se cuentan Andorra, enclavado entre España y Francia, así como Gibraltar, la colonia británica ubicada a la entrada del estrecho del mismo nombre y cuya soberanía reclama España con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas.
La situación es alarmante y ante ella el gobierno quiere responder con una reforma del Código Penal ya que en la actualidad los encarcelados por ese delito, según lo expresa una frase muy popular, "entran por una puerta y salen por la otra".
El propio Fiscal Anticorrupción de España, Antonio Salinas, reconoce que este es un país elegido por los grandes grupos internacionales para lavar dinero.
Eso se hace, explicó Salinas en declaraciones a la prensa, con el concurso de testaferros locales y otras personas de confianza, con quienes "han abierto aquí sus sucursales y creado amplias redes de sociedades pantalla, que les permiten ocultar a los verdaderos propietarios de los edificios, terrenos o empresas que adquieren en España".
Fernández Steinko sostuvo que entre esas empresas hay pizzerías, locutorios, restaurantes, casas de cambio y juego, "en suma, locales que venden productos baratos de consumo diario y que pagan alquileres desorbitados".
El dinero lavado se invierte en fundaciones privadas o clubes deportivos y "de ahí el eterno matrimonio entre presidentes de clubes de fútbol y el sector inmobiliario", concluyó el sociólogo.
Otro experto, el venezolano Moisés Naím, director de la revista Foreign Policy y cuya versión en castellano se edita en España, declaró al diario madrileño El País que "siempre existieron contrabandistas, traficantes y piratas, pero nunca como hoy, con la capacidad de operar a nivel mundial y con un poder económico que mueve más de 10 por ciento del comercio del mundo".
Naím, quien lleva estudiando el lavado de dinero desde hace 15 años, dijo que durante ese período no pudo encontrar un solo ejemplo que se pudiera declarar victorioso contra esa lacra.
Por el contrario, continuó, "todos estos mercados ilegales están creciendo a una velocidad superior a lo que crece la economía mundial los delincuentes crecieron aprovechándose de la globalización, de la caída de la Unión Soviética, de Internet, las privatizaciones y la avidez consumista en el planeta".
Por eso, las cosas llegan al extremo y "redes creadas en China tienen ramificaciones en España, y traficantes ucranianos, mexicanos o marroquíes operan en la Costa del Sol (costa norte del mar Mediterráneo, en España)".
Finalmente, aportó datos sobre el blanqueo de capitales en el mundo, que desde 1990 se multiplicó al menos por 10 y representa entre un billón y un billón y medio de dólares, en tanto que durante ese período el comercio mundial legítimo apenas llegó a duplicarse, pasando de cinco a 10 billones de dólares.
Mientras, Fernández Steinko considera que lo legal y lo ilegal es casi imposible de diferenciar, pues "el mundo asiste atónico al engaño del que es objeto después de crear la infraestructura neoliberal para hacerlo posible", pues "tal como se ha configurado el actual orden socioeconómico, la economía legal y la ilegal están fundidas".
Para enfrentar ese fenómeno considera necesario que se pronuncie la Unión Europea, algo que ha planteado el gobierno español, que ha propuesto actuar conjuntamente.
En España, la semana pasada ya dispuso el Ministerio del Interior la adjudicación de trabajos informáticos para implantar el llamado Observatorio del Uso de las Nuevas Tecnologías utilizadas por los Narcotraficantes, que deberá aportar información a las fuerzas policiales para combatir el tráfico de drogas y con ello, además, el lavado de dinero.