La decisión de aceptar el ingreso de Angola como miembro pleno muestra la intención de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de incrementar su influencia en el mercado, más allá de los coyunturales ajustes de producción y precios.
En Abuja, la capital nigeriana donde en la víspera se decidió el ingreso angoleño, la OPEP también anunció que recortará su oferta diaria en 500.000 barriles de 159 litros a partir de febrero. Informó además de una nueva incursión de rebeldes del delta del Níger sobre instalaciones de la firma trasnacional petrolera Royal Dutch Shell.
Los mercados reaccionaron de inmediato a estos dos últimos acontecimientos. El jueves, los precios de los crudos referenciales en el mercado subieron más de un dólar por barril. El estadounidense West Texas Intermediate (WTI), avanzó 1,14 dólares y la unidad se vendió a 62,51 dólares en el mercado de Nueva York.
Este viernes, el WTI ganó otros 37 centavos, hasta ubicarse en 62,88 dólares por barril, aunque durante la jornada neoyorquina hubo transacciones a 63,13 dólares. En tanto, el Brent del Mar del Norte, referencia europea, trepó 28 centavos en el mercado de Londres y se vendió a 63,17 dólares.
Los primeros días de la semana fueron de bajas en los precios, sobre todo por la menor demanda de combustible de calefacción debido al invierno benigno en el noreste de Estados Unidos, pero la tendencia revirtió cuando se hizo patente el recorte de la OPEP.
Los promedios semanales fueron de 61,63 dólares para el barril de WTI, 61,80 para el Brent y 57,64 dólares para la cesta de 11 crudos que utiliza la OPEP, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
Si estos fueron los resultados inmediatos del anuncio de recorte, con el que la OPEP busca apuntalar el nivel de precios por encima de 60 dólares, el ingreso de Angola muestra la decisión de sostenerlos en el tiempo y acrecentar la influencia en el mercado.
"Con la llegada de Angola se muestra una doble lógica. En primer lugar, la decisión de la OPEP de incorporar más países para así aumentar la influencia en el mercado del Sur en desarrollo", dijo a IPS Francisco Mieres, profesor del postgrado en Economía Petrolera en la Universidad Central de Venezuela.
Pero, por otra parte, Angola es el segundo productor de África subsahariana, después de Nigeria, y "está en una política de expansión de la producción a simple vista contraria a los recortes que la OPEP necesita y dispuso para apuntalar los precios en los meses venideros", observó el analista.
Angola produjo menos de un millón de barriles diarios hasta 2004, llegó a 1,4 millones de unidades este año y en 2007 podría alcanzar los dos millones, principalmente en sus yacimientos bajo las aguas en sus costas del océano Atlántico. Más de un tercio de su producción se exporta a Estados Unidos.
La explotación está a cargo de una docena de compañías trasnacionales con la entidad estatal Sonangol como socia. Entre ellas, la estadounidense ChevronTexaco, la franco-belga TotalFinaElf, la italiana AGIP, la japonesa Mitsubishi y la croata INA. Sus reservas se estiman en 12.500 millones de barriles. La incorporación de Luanda "consagra así una búsqueda de equilibrio por parte de la OPEP, entre su disposición a controlar una mayor porción del mercado para desde allí influir sobre los precios, alentar las fuerzas del Sur y ajustar constantemente los niveles de producción para evitar desequilibrar el mercado", dijo Mieres.
El ministro angoleño de Petróleo, Desiderio Costa, no tiene dudas. "Debemos caminar al lado de los países que producen crudo y unirnos a una política de protección del sector. La OPEP tiene interés en precios que no sean desventajosos para los miembros", declaró. Angola "no va a marchar aisladamente. Hacemos parte de este mundo y tenemos que buscar soluciones conjuntas para los problemas", abundó Costa.
La OPEP fue creada en 1960 por Arabia Saudita, Irán, Iraq, Kuwait y Venezuela. En los 15 años siguientes se sumaron Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Libia, Nigeria, Qatar, Gabón y Ecuador, pero estos dos últimos países se retiraron en la década pasada.
Ecuador, que se retiró cuando extraía menos de 200.000 barriles diarios y se sentía castigado por el sistema de cuotas, tiene interés en regresar ahora que produce por encima del medio millón de barriles diarios, según lo expresado por su presidente electo, Rafael Correa.
Otro candidato es Sudán, que produce unos 400.000 barriles diarios de crudo, Mientras que en América Latina se ha hablado del posible ingreso de Bolivia, pero "no reúne los requisitos", pues su producción de crudo es de apenas 40.000 barriles diarios, observó el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.
Los requisitos de ingreso al grupo son producir volúmenes significativos de petróleo y tener intereses comunes con los socios, lo cual durante años se tradujo como formar parte de las naciones en desarrollo o tomar distancias con los consumidores industrializados.
La OPEP, que al producir entre 28 y 30 millones de barriles diarios abarca 35 por ciento de la oferta mundial de crudo —aunque aporta más de 60 por ciento de los volúmenes que se transan internacionalmente— ha visto retroceder su presencia en el mercado frente a los productores ajenos a esa organización.
En ese grupo llamado NO-OPEP precisamente estaba hasta el jueves Angola, con su esperado incremento de 600.000 barriles diarios en 2007. Ese conglomerado suma una oferta que el año próximo llegaría hasta 1,8 millones de barriles, según estimados de la Agencia Internacional de Energía, de países industrializados.
Ahora esos 600.000 barriles diarios a sumar en 2007 cambian de bando, "en un movimiento defensivo de la OPEP para aumentar su participación en el mercado y de desarrollo de nuevas estrategias", distintas a sólo abrir o cerrar los grifos para influir en los precios, dijo William Farren-Price, de la publicación especializada Middle East Economic Survey.
"El ingreso de Angola fortalece a la OPEP y eso es lo importante para nosotros", dijo Ramírez. "Y mientras más nos sumemos a esta tarea de defender nuestros intereses y mantener un balance, mejor, es extraordinario", agregó.
Farren-Price también se preguntó cómo se ajustará a un programa de cuotas de producción, como el que ha tenido la OPEP para contener la oferta, un país como Angola, que tiene planes comprometidos para expandir la producción.
El experto ve señales de que "la OPEP no tiene planes de volver muy rápido al sistema de cuotas". El mecanismo está suspendido desde noviembre, al pactar 10 de los actuales 11 socios una reducción conjunta de cuatro por ciento, sin recalcular la "cuota" que correspondería a cada socio y que desde hace unos 20 años se estima con base en las reservas y participación histórica de cada productor en el mercado.
Una indicación en ese sentido la dio el nigeriano Edmund Daukoru, presidente de la OPEP, para quien "es probable que Angola permanezca un tiempo al margen de los ajustes de oferta, de forma similar a Iraq", ocupada por fuerzas militares lideradas por Estados Unidos.
Bagdad no participa en el sistema de cuotas desde 1990, año del bloqueo internacional que se le impuso antes de la primera Guerra del Golfo.
El ingreso pleno de Angola se verificará a partir del 1 de marzo de 2007, después que en febrero se efectúe el anunciado recorte de 500.000 barriles por día.