MEXICO: Gabinete de Calderón, ortodoxo y conservador

El presidente electo de México, Felipe Calderón, prometió meses atrás planes económicos y sociales para rebasar «por la izquierda» a sus opositores. Pero en su futuro gabinete, nadie conduce desde ese lado. Todos son claramente «diestros».

Crédito: Partido Acción Nacional
Crédito: Partido Acción Nacional
Las 12 primeras designaciones de ministros fueron bien recibidas por los mercados y empresarios, pero las críticas fueron de alto calibre desde la izquierda, liderada por Andrés López Obrador, proclamado "presidente legítimo" el lunes por sus seguidores.

La izquierda considera que Calderón obtuvo su triunfo electoral del 2 de julio mediante fraude.

Los señalamientos opositores al futuro equipo de gobierno incluyeron incluso descalificaciones al físico de uno de ellos, el muy obeso futuro secretario (ministro) de Hacienda, Agustín Carstens.

Este viernes, una semana antes de asumir el cargo en medio de un agitado ambiente político y cuatro días después de nombrar su equipo económico, Calderón presentó su gabinete social.
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La mayoría de los próximos secretarios de Estado del área económica colaboraron con anteriores gobiernos y pasaron por instituciones que promueven desde los años 90 el llamado Consenso de Washington, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Tal Consenso apunta a promover las privatizaciones y la liberalización comercial, entre otros objetivos.

Hasta octubre, Carstens trabajó en el FMI, donde fue subdirector gerente, segundo cargo de la institución. La mayoría de los miembros de su equipo se formaron en universidades privadas y poseen posgrados cursados en Estados Unidos.

Los seis integrantes del próximo gabinete social pertenecen al gobernante Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenecen Calderón y el presidente saliente, Vicente Fox. El futuro secretario de Salud, José Córdova, es un opositor declarado del aborto y del uso de la llamada píldora del día después.

"Es un gabinete que da pena, de neoliberales y gente descalificada", dijo Gerardo Fernández, portavoz del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), segunda fuerza política del país detrás del PAN.

Desde su punto de vista, era claro "que nadie que se respete" acompañaría al "usurpador" Calderón.

Noroña concentró sus críticas en Carstens, a quien describió como un neoliberal cuya obesidad "demuestra quién es", por constituir, según él, un "reflejo de su opulencia". El vocero negó que su comentario sea grosero o discriminatorio y afirmó que sólo perfila quién es el próximo secretario de Hacienda.

En cambio, Calderón consideró que su gabinete está integrado por personas experimentadas y con un alto compromiso social, cuyos objetivos centrales serán luchar contra la pobreza, promover la equidad social, crear empleo, desarrollar infraestructura y atraer capitales e inversiones locales y extranjeras.

Tres mujeres encabezarán las carteras de Educación, Energía y Desarrollo Social, y nueve hombres las de Hacienda, Economía, Comunicaciones, Trabajo, Turismo, Medio Ambiente, Agricultura, Salud y Reforma Agraria.

El futuro desempeño del equipo de Calderón merece el beneficio de la duda, pero, por sus antecedentes, es claro que se trata de derechistas que profesan el conjunto de ideas denominado neoliberalismo, dijo a IPS Miguel Morales, politólogo y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México.

"Tienen un reto muy grande, pues tendrán enfrente a una izquierda dispuesta a hacerles la vida imposible y a interpelarles en todo momento", dijo este observador.

López Obrador del PRD, quien perdió la elección presidencial de julio por apenas medio punto porcentual frente a Calderón, afirma que "la derecha fascista" le robó esa contienda.

El líder izquierdista —cuya popularidad sufrió en los últimos meses una fuerte merma, según las encuestas—, fue declarado el lunes "presidente legítimo" por miles de sus seguidores que se reunieron para ese fin en la capitalina Plaza de la Constitución, conocida popularmente como el Zócalo.

Desde ese cargo simbólico, por el que cobrará unos 4.700 dólares mensuales que se recabarán entre simpatizantes y militantes del PRD, ejercerá la oposición contra el "pelele" de Calderón, animará un movimiento social contestatario y promoverá reformas constitucionales, según indicó.

Lo acompañarán, desde el Poder Legislativo, la bancada del PRD y la de los pequeños partidos del Trabajo y Convergencia, que integran el Frente Amplio Progresista.

Este frente amenaza con impedir "a toda costa" que Calderón asuma el cargo, el próximo viernes 1 de diciembre, cuando, según indican las leyes, se celebrará la ceremonia de investidura ante el Poder Legislativo.

Calderón y Fox afirman que no hay ninguna duda de que ambos estarán presentes en la sede del Legislativo para cumplir con la formalidad, a la que asistirán varios jefes de Estado extranjeros.

El lunes o martes de la próxima semana, el mandatario electo presentará al resto de su equipo, los ministros del área política, que deberán conducir las relaciones con la oposición y los otros poderes del Estado. También se anunciará el nombre del próximo canciller.

Fuentes cercanas a Calderón indicaron a IPS que es muy probable que el próximo secretario de Gobernación (Interior) sea otro dirigente del PAN, el ex gobernador del estado de Jalisco Francisco Ramírez, muy resistido por organizaciones de derechos humanos y por la oposición, que lo consideran un represor de mano dura.

Como gobernador de Jalisco, Ramírez ordenó en mayo de 2004 una dura represión contra cientos de jóvenes que se encontraban en la occidental ciudad de Guadalajara, en ocasión de la cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea.

La policía actuó contra los manifestantes, detuvo ilegalmente a 73 personas, torturó al menos a 19 y sometió a otros tratos degradantes a 55, según un exhaustivo informe de la estatal pero independiente Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Ramírez restó entonces importancia a la acusaición y dijo que la represión fue adecuada.

Calderón afirmó que con su gabinete cumplirá todas sus promesas de campaña, entre ellas la de "rebasar por la izquierda" al sector político que, con López Obrador a la cabeza, asumió como prioridad la lucha contra la pobreza.

La expresión "rebasar por la izquierda" sugiere que el próximo gobierno aplicará programas sociales y económicos que se concentrarán en el abatimiento de la pobreza.

Pero la tarea de Calderón será cuesta arriba, y más si se considera que llegará a la Presidencia "con un alto déficit" de legitimidad, pues un sector de la sociedad considera que lo hará como consecuencia de fraude, señaló a IPS Jorge Chabat, investigador de Centro de Investigación y Docencia Económicas. (FIN/IPS/dc/mj/la sl ip hd mx/06)

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