Funcionarios de la Unión Europea (UE) y de República Dominicana rechazaron críticas de la organización internacional Oxfam a las «implacables» negociaciones comerciales que el bloque conduce con los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP).
La UE negocia desde 2002 perniciosos Acuerdos de Asociación Económica (EPA, por sus siglas en inglés) con los países ACP, que hundirán aún más en la pobreza a esos ex enclaves coloniales, afirmó Oxfam en su informe "Socios desiguales: cómo los EPA pueden dañar las perspectivas de desarrollo de muchos de los países más pobres del mundo", publicado el 27 de septiembre.
"No sé de dónde (Oxfam) saca esa impresión", dijo a IPS el consejero económico de la Delegación de la UE en República Dominicana, Ben Nupnau. "El EPA lo negociamos con el objetivo de que signifique un avance para el desarrollo de los países ACP", añadió.
Según Oxfam, si la UE no cambia su posición negociadora "con algunos de los países más pobres del mundo", se arriesga a hundir "aun más en la pobreza" a 39 de las 77 naciones ACP, que son a la vez parte de los 50 países menos adelantados.
En virtud del Acuerdo de Cotonou, firmado en 2000 por la UE y los ACP, estas naciones pobres cuentan con acceso preferencial al mercado europeo en ciertos rubros, entre otros beneficios.
El convenio expirará a fines de 2007, y el bloque de los 25 países europeos aspira a sustituirlo en enero de 2008 por los más ambiciosos EPA, que negocia con los países ACP separados en seis grupos, lo que contribuye a debilitar su poder de negociación, según Oxfam.
Las negociaciones entre la UE y los ACP involucran a 102 países. Los europeos tienen un producto interno bruto (PIB) combinado de 13,3 billones de dólares. Mientras, las islas del Pacífico, uno de los seis grupos formados para las negociaciones, cuentan con un PIB combinado de sólo 9.000 millones de dólares, es decir, 1.400 veces más pequeño que el de la UE, dice el documento de Oxfam, citando datos del Banco Mundial.
En lugar de ejercer presiones para favorecerse, la UE debería centrarse en abrir más sus propios mercados a los exportadores de los ACP, consideró Oxfam.
"Estos acuerdos amenazan con dejar indefensos a los agricultores de estos países, entre ellos miles de personas en el Caribe, ante la competencia desleal de los productos subsidiados de la UE", afirma el documento de Oxfam.
A partir de septiembre, las partes iniciaron una revisión formal del proceso de negociaciones, una ocasión oportuna, según Oxfam, para estudiar a fondo "las implicaciones para el desarrollo" de los EPA.
Las negociaciones con el grupo de los países del Caribe, del cual forma parte República Dominicana, "son las más avanzadas", dijo Nupnau. "Esperamos tenerlas listas para el año que viene", agregó. La próxima reunión de los ACP y la UE será en Bruselas en noviembre.
El secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales de la Secretaría (Ministerio) de Relaciones Exteriores de este país, Julio Ortega Tous, declaró a IPS desconocer los fundamentos de Oxfam para sustentar sus aseveraciones.
"El proceso de negociación no ha concluido, y es muy temprano para prejuzgar que generará más pobreza entre los países ACP", dijo.
Según Ortega Tous, las negociaciones no implican "sólo un acuerdo de libre comercio", sino un proceso más abarcador e integrador porque incluye "el combate contra la pobreza, fortalecer la educación, la salud, la institucionalidad y las tecnologías".
Como parte del Acuerdo de Cotonou, la UE destinará un paquete de asistencia a los ACP de 22.000 millones de dólares para el período 2008-2012, destinado a reforzar aspectos como reducción de la pobreza, promoción del desarrollo sostenible e integración a la economía global.
Además, "se tomarán en cuenta las asimetrías de la economía de cada uno de los países envueltos", aseveró.
La UE es el segundo mayor socio comercial del Caribe. Las exportaciones caribeñas a ese mercado incluyen ron, azúcar, plátanos y aluminio. El comercio de mercancías asciende a más de 3.000 millones de euros anuales (unos 3.800 millones de dólares).
En el caso dominicano, las ventas al bloque europeo representan 10 por ciento del total de exportaciones, cuyo monto global ronda los 6.000 millones de dólares.
Alrededor de 50 por ciento de la ayuda que reciben los países empobrecidos de ACP procede de la UE y de sus Estados miembros. La ayuda, además de fomentar infraestructura como carreteras y agua potable, propicia el desarrollo del "comercio gracias a un mayor acceso al mercado comunitario", señala la Delegación Europea en República Dominicana en su boletín oficial.
Sin embargo, la relación que los ACP mantienen con el bloque europeo no se ha reflejado en el incremento del comercio y, por el contrario, "sus cuotas de mercado en la UE han seguido reduciéndose, y se han marginado cada vez más en el comercio mundial", sostiene Oxfam.
La organización considera que, a cuatro años de iniciadas las discusiones de los EPA, "no se está colocando el desarrollo en el centro de las negociaciones".
La UE y los ACP han basado sus relaciones políticas y económicas en varias versiones de la Convención de Lomé, firmada en 1975 y renovada cada cinco años, cuyo principio rector era el reconocimiento de las diferencias entre las partes y la necesidad de cooperación y ayuda comercial europea a las antiguas colonias. En 2000, fue sustituida por el Acuerdo de Asociación de Cotonou.
La propuesta de los EPA surgió en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que exigía a la UE adaptar sus regímenes de preferencias arancelarias no recíprocas al libre comercio que el mundo adoptaría.
Las normas de la OMC exigen que ambas partes se liberalicen, y que los ACP se abran a casi todas las exportaciones de la UE para mantener las preferencias que ya disfrutan en el mercado europeo.
Aunque la OMC tiene virtualmente congeladas sus negociaciones por la negativa de la UE y Estados Unidos a desmontar sus protecciones domésticas a la agricultura, "los países más pobres del mundo siguen sometidos a presiones para que abran sus mercados", sostuvo Oxfam.