IRAQ: EEUU apela a castigos colectivos

Las fuerzas de Estados Unidos están realizando castigos colectivos contra civiles en varias ciudades de la occidental provincia de Al Anbar, según residentes y autoridades locales.

"Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, todavía vive bajo el terror diario de que su pueblo es asesinado por francotiradores y su infraestructura es destruida. Esta ciudad ha afrontado lo peor del terrorismo estadounidense por hace más de dos años, y el mundo sigue en silencio", dijo a IPS un médico local que sólo quiso dar su nombre de pila, Ahmad.

La destrucción de la infraestructura y la interrupción del suministro de agua y de electricidad "durante varios días y aun semanas son medidas de rutina contra la resistencia" a la ocupación, señaló.

Pero los insurgentes "no necesitan agua ni electricidad. Son las familias las que resultan perjudicadas, y sus vidas están en riesgo", alertó.

Al menos 13 personas murieron este lunes otras decenas resultaron heridos al estallar un coche bomba conducido por un atacante suicida. El atentado se produjo frente a una oficina en la que se reclutan personas para integra las filas de la policía.
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Estudiantes y profesores de la Universidad de Al Anbar dijeron a IPS que su campus es frecuente escenario de ataques.

"Casi todas las semanas sufrimos redadas de los estadounidenses o de sus colegas iraquíes", dijo a IPS un profesor a condición de permanecer en el anonimato. Estudiantes señalaron que soldados de Estados Unidos ocuparon su colegio la semana pasada.

"Hemos estado bajo una gran presión de los estadounidenses desde los primeros días de la ocupación de Iraq", dijo a IPS un estudiante.

Se han denunciado este tipo de redadas en toda Ramadi. "La destrucción de infraestructura es muy grande en los edificios gubernamentales del centro de Ramadi, y están destruyendo el mercado también", dijo el estudiante Alí Al Ani, de 24 años.

IPS informó el 5 de este mes que las fuerzas de la coalición estaban demoliendo manzanas enteras de edificios cerca de las oficinas del gobierno provincial para obstaculizar los ataques de la resistencia contra éstas.

Esta acción parece más severa en la provincia de Al Anbar, donde la resistencia es más fuerte y donde se ha producido el mayor número de bajas estadounidenses.

La ciudad de Hit, 80 kilómetros al oeste de Ramadi, fue rodeada por tropas estadounidenses días atrás. Varios civiles fueron asesinados y al menos cinco fueron detenidos. Estados Unidos colocó puestos de vigilancia en cada entrada de la ciudad, lo que dificultó el movimiento de personas y dañó la economía de la ciudad.

"Hubo un ataque contra un convoy estadounidense, y tres vehículos fueron destruidos", dijo a IPS un líder tribal que se identificó como Nawaf.

"No fueron los civiles quienes lo hicieron, pero ellos son castigados. Estos estadounidenses tienen el mal hábito de cortar todos los servicios esenciales luego de cada ataque (de la resistencia). Ellos dicen que vinieron a liberarnos, pero miren la lenta muerte a la que nos someten cada día", agregó.

Residentes de Haditha, una ciudad de 75.000 sobre el río Éufrates, en Al Anbar, denunciaron frecuentes castigos colectivos de parte de las tropas de Estados Unidos.

Esta ciudad fue escenario de una masacre de 24 civiles por parte de los infantes de marina (marines) en noviembre de 2005.

"Los estadounidenses continúan entrando a nuestras casas y amenazándonos con más violencia", dijo a IPS el líder tribal Abu Juma.

"Pero si ellos piensan que vamos a arrodillarnos ante estos actos criminales, están equivocados. Si ellos aumentan la presión, la resistencia incrementará la reacción", agregó.

"Yo rezo porque los estadounidenses recuperen el sentido antes de que pierdan todo", dijo Abu Juma.

En la central ciudad de Faluya, la policía informó que los residentes apelan a ellos ante las tácticas de castigos colectivos contra la población empleadas por las fuerzas estadounidenses.

"Los estadounidenses comenzaron a presionarnos para pelear contra la resistencia a pesar de que nuestros contratos claramente nos asignan deberes de protección a la población civil contra crímenes normales como robo y riñas entre tribus", dijo un teniente de policía a IPS.

"Ahora, 90 por ciento de la fuerza decidió renunciar antes que matar a nuestros hermanos o ser asesinados por ellos para complacer el deseo de los estadounidenses", agregó.

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