ELECCIONES-BRASIL: Una izquierda agresiva

Una mujer pequeña y en apariencia frágil, pero de discurso encendido, compite por la presidencia de Brasil con las banderas en alto de la izquierda, que dice fueron arriadas, en la ética y la política, por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su Partido de los Trabajadores (PT).

Heloísa Helena de Moares Carvalho se destaca por sus manifestaciones agresivas en una campaña electoral que permanece tibia a dos semanas de los comicios, aunque estén en juego el gobierno nacional, la gobernación de los 27 estados del país y los parlamentos federal y estaduales.

Candidata del nuevo y aún minúsculo Partido Socialismo y Libertad (PSOL), cuya fundación lideró en junio de 2004, esta senadora desde 1999 también sorprende por haber alcanzado en las encuestas de julio pasado el 10 por ciento de intención de voto de los consultados.

Esos resultados amenazaron con enturbiar la disputa polarizada hasta pocas semanas atrás entre Lula y su principal opositor, el socialdemócrata Geraldo Alckmin.

"Estaré en la segunda vuelta", aseguró en rueda de prensa con corresponsales extranjeros este lunes, aunque las consultas de opinión posteriores a julio también marcan un estancamiento en las preferencias de los ciudadanos en cerca de nueve por ciento de los entrevistados, al igual que pone en posibilidad de reelección a Lula ya en la primera vuelta electoral del 1 de octubre.

El PT es hoy rehén de una dirección "palaciega capaz de liquidar a quienes se opongan a sus planes de poder", dejó de ser un partido de izquierda y se convirtió en "casi una organización de bandidos", aunque muchos de sus militantes sigan sintiéndose "de izquierda, socialistas y honestos", creyendo que se puede luchar adentro del partido por sus ideas, sentenció.

Sus ataques recuerdan los escándalos de corrupción que el año pasado dieron por tierra con la dirección del PT y con algunos ministros, acusados de participar en un sistema de soborno de parlamentarios aliados para asegurar sus votos en cuestiones de interés del gobierno, además de otros casos que comprenden incluso el misterioso asesinato de un alcalde.

Heloísa Helena, como es más conocida, fundó el PSOL seis meses después de ser expulsada del PT junto con tres diputados, acusada de violar la disciplina partidaria, al votar leyes contra la orientación de la agrupación gobernante que contrariaba los principios originales del partido.

Por el contrario, ella suele decir que fue su "fidelidad partidaria" lo que causó la expulsión.

El voto rebelde que desató el proceso de expulsión del grupo fue para rechazar la reforma del sistema de previsión social, que impulsó el gobierno de Lula en 2003 para aumentar la edad de retiro y reducir derechos adquiridos de jubilación, especialmente de los funcionarios públicos.

Distinguiendo programas de gobierno y de partido, HH, como pasaron a identificarla algunos diarios, defiende un socialismo que califica como "la más bella declaración de amor a la humanidad", al proponer la clásica fórmula "a todos según sus necesidades, de todos según sus posibilidades".

Pero "siempre en libertad", como enfatiza el nombre de su partido. "No nos identificamos con la experiencia totalitaria, no somos herederos de esa tradición europea", afirmó, al rechazar también "la historia muy fea del capitalismo". Uno de sus últimos ejemplos es el muro entre México y Estados Unidos, donde "se fusila a quienes buscan la llamada Tierra de Libertad", apuntó.

"No viviré ese socialismo, pero estoy contribuyendo a construir ese futuro", señaló Heloísa Helena. Por ahora se trata de impulsar un programa de gobierno, de "democratización del Estado, de las riquezas, de las tierras y la cultura", añadió.

"No es democrático un Estado (como el brasileño) que deja 76 por ciento de los jóvenes de 14 a 24 años sin hacer nada, sin escuela, deportes o arte", en que 72 por ciento de los niños de cero a seis años "nunca estuvieron en una guardería" escolar, ejemplificó.

Para que la economía nacional crezca siete por ciento, casi el doble de la expansión actual, la senadora asegura que sólo basta con reducir la tasa de interés fijada por el Banco Central, la más elevada del mundo, que encarece el servicio de la deuda pública.

Reducir tales intereses liberarían 87.000 millones de reales (40.000 millones de dólares) por año, que deberían destinarse a inversiones públicas en infraestructura, saneamiento, energía y sectores que generan muchos empleos y renta para la población, según su propuesta económica, similar a ideas defendidas en el pasado por otros candidatos y gobernantes.

Las tasas de interés que gravan cerca de la mitad de la deuda pública son definidas "por decreto", por "tres iluminados" miembros del Consejo Monetario Nacional, los ministros de Hacienda y Planificación y el presidente del Banco Central, que siguen "la retórica neoliberal" y consideran "no saludable" un crecimiento económico superior a 3,5 por ciento, sostuvo.

Entre las ideas defendidas por la candidata del PSOL se cuentan la reforma agraria con la entrega de tierras a 250.000 familias por año, la suspensión del pago de la deuda, la reducción de la jornada de trabajo sin disminuir salarios, el rechazo del Área de Libre Comercio de las Américas y el apoyo a la "Alianza Bolivariana" propuesta por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

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