Socorristas de la Cruz Roja y residentes de este meridional pueblo libanés, donde un bombardeo israelí mató a por lo menos 60 civiles el domingo, aseguraron a IPS que ningún misil del grupo islamista chiita Hezbolá (Partido de Dios) ha sido lanzado desde aquí.
Militares israelíes habían informado que ordenaron el ataque, destruyendo un edificio donde se refugiaban los civiles —la mitad de ellos niños y niñas—, porque su ejército había recibido disparos desde Qana.
Por tanto, Israel responsabilizó de la tragedia al Hezbolá y lo acusó de operar en zonas habitadas por civiles.
"No fue lanzado ningún misil del Hezbolá desde aquí. Todos en el pueblo te dirán lo mismo, porque es la verdad", dijo a IPS Alí Abdel, de 32 años.
Abdel se refugió en una casa cercana al edificio que fue destruido en la madrugada del domingo. Cuando terminó el ataque, corrió a las ruinas en busca de sus familiares, y encontró a su padre, de 70 años, y a su madre, de 64, muertos entre los escombros.
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"Bombardearon, e inmediatamente escuché los gritos de las mujeres, de los niños y de algunos hombres. Pedían ayuda. Pero un minuto después de la primera bomba, tiraron otra, y después no hubo nada más que silencio y el sonido de otras explosiones alrededor del pueblo", contó Abdel.
Masen Hashen, un trabajador de la construcción de 30 años, que perdió a varios familiares en el ataque contra el refugio, aseguró que ningún misil del Hezbolá ha sido disparado desde el pueblo.
"Si hubieran hecho eso ahora, o en el pasado, todos nosotros nos habríamos ido, porque sabemos que seríamos bombardeados", indicó.
De hecho, Qana constituía un refugio para muchas personas porque desde aquí no se había lanzado ningún misil, aseguraron sobrevivientes.
"Cuando el Hezbolá dispara misiles, todos corren porque saben que pronto habrá un bombardeo israelí. Es por eso que todos se quedaron en el refugio y en las casas cercanas, porque todos pensábamos que estaríamos bien, ya que no hay combatientes del Hezbolá en Qana", subrayó Abdel.
Socorristas de la Cruz Roja Libanesa en la cercana ciudad costera de Tiro dijeron a IPS que no existen bases para la afirmación israelí de que el Hezbolá lanzó misiles desde Qana.
"No encontramos evidencia de que hubiera combatientes del Hezbolá en Qana", dijo a IPS el médico Kassem Shaulan, del equipo de la Cruz Roja en Tiro.
"Cuando rescatamos a las personas o recuperamos los cadáveres de las aldeas, por lo general hallamos lanzamisiles o a combatientes del Hezbolá muertos. Pero puedo decir que Qana estaba 100 por ciento libre de eso", añadió.
"Nosotros podemos saber cuándo el Hezbolá ha disparado misiles desde ciertas áreas, porque todas las personas del lugar huyen, incluso a pie", dijo por su parte Mohammad Zatar, otro socorrista de la Cruz Roja, de 32 años.
Mientras IPS entrevistaba a los habitantes de Qana el lunes, aviones israelíes seguían sobrevolando la zona. Las vibraciones producidas por nuevas bombas lanzadas sobre áreas aledañas repercutían en los edificios. Por lo menos tres pueblos en el sur de Líbano fueron bombardeados el lunes.
Luego de la condena internacional por el ataque en Qana, Israel declaró un cese de la ofensiva aérea por 48 horas para investigar lo ocurrido.
No obstante, el ministro de Justicia, Haim Ramon, aclaró que "eso no significa en ninguna manera el fin de la guerra".
Israel rechazó la creciente presión internacional para que pusiera fin a su ofensiva en Líbano, iniciada el 12 de este mes en respuesta al secuestro de dos de sus soldados por parte del Hezbolá.
Al defender el bombardeo, el embajador israelí en la Organización de las Naciones Unidas, Dan Gillerman, dijo al Consejo de Seguridad que Qana era un "centro neurálgico para el Hezbolá", y subrayó que las fuerzas israelíes habían aconsejado a los residentes que se mudaran antes del ataque.
Por su parte, el viceprimer ministro de Israel, Shimon Peres, dijo el lunes en Nueva York que el bombardeo fue "completamente" culpa del Hezbolá.
