Organizaciones no gubernamentales aplaudieron algunas de las conclusiones este lunes en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos, celebrada en la noroccidental ciudad rusa de San Petersburgo, aunque indicaron que esperaban más.
"Tenemos razones para estar satisfechos con la declaración del G-8 sobre la lucha contra la corrupción en la altas esferas, porque revela una creciente comprensión" del problema, dijo a IPS el activista Jesse Garcia, del grupo Transparencia Internacional, en entrevista telefónica desde San Petersburgo.
"De hecho, podrían llegar a su fin los días en que los funcionarios públicos que aceptaban sobornos salían impunes", añadió.
Transparencia, con sede en Berlín, es la principal organización internacional dedicada a la lucha contra la corrupción.
Garcia se refirió a la declaración divulgada este lunes por los jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, en la que renovaron su compromiso para mejorar la transparencia en las altas esferas de gobierno y luchar contra la corrupción.
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El G-8 se comprometió a juzgar a los funcionarios públicos involucrados en irregularidades, trabajar con centros financieros internacionales para rastrear cuentas con fondos adquiridos en forma ilícita, impulsar la ratificación y puesta en práctica de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, y luchar contra el lavado de dinero.
Además, hicieron un llamado a poner en práctica la convención antisoborno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Transparencia también expresó satisfacción por el reconocimiento de parte del G-8 de "los horrendos efectos de la corrupción en el desarrollo, en la gobernanza democrática y en el imperio de la ley", pero señaló que las potencias deben hacer más, e instó a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia y Japón a ratificar sin demora la Convención de las Naciones Unidas.
"El G-8 no puede recetar medidas anticorrupción y de transparencia que no cumple", señaló Transparencia en un comunicado divulgado este lunes.
Por otro lado, Garcia consideró insuficiente la declaración del G-8 sobre seguridad energética mundial.
"El documento es vago en lenguaje, prometiendo esfuerzos para impulsar la Iniciativa de Transparencia en las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés), y lleva implícita la intención, pero no indica acciones concretas. Las menciones de la EITI en otros dos documentos de la cumbre no añaden nada en especial", señaló Transparencia en un comunicado.
La EITI es un programa voluntario en el que los gobiernos publican los ingresos recibidos en la explotación de sus recursos naturales y las empresas hacen lo propio con los pagos hechos.
"Esperábamos compromisos específicos de las naciones del G-8 en el apoyo y la expansión de la EITI. La declaración deja una nube donde debería haber claridad. Es un paso atrás respecto del lenguaje específico que vimos el año pasado, y no establece los objetivos concretos para el progreso", señaló el jefe ejecutivo de Transparencia, David Nussbaum.
Otras organizaciones no gubernamentales denunciaron defectos en las conclusiones de la cumbre en San Petersburgo.
Para empezar, África no estaba en la agenda, dijo a IPS el activista Alexandre Polack, de ActionAid, en comunicación telefónica desde esa ciudad rusa.
Luego de que los líderes del G-8 prometieron el año pasado acabar con la pobreza, la cumbre de este lunes se convirtió en un "petardo mojado", sostuvo.
Polack destacó que la canciller (jefa de gobierno) de Alemania, Angela Merkel, prometió volver a tratar los problemas de África en la próxima cumbre, de la que será anfitriona.
Pero si no hay una acción inmediata, no habrá progresos, alertó el activista.
En relación con África, el G-8 subrayó este lunes la necesidad de "acelerar en forma urgente los esfuerzos para lograr un resultado ambicioso y equilibrado de la Ronda de Doha de la OMC (Organización Mundial del Comercio) para darle a los países en desarrollo, en especial los menos avanzados, un mejor acceso a los mercados globales".
Ese acuerdo debe permitirles además "decidir, planificar y ser consecuentes con sus propias políticas económicas", añadió.
El G-8 también se comprometió a trabajar para "garantizar que los países africanos estén más capacitados para participar y beneficiarse del sistema de comercio multilateral".
Pero Polack dijo que millones de pobres serán perjudicados con el acuerdo comercial impulsado por el G-8, que insta a una mayor apertura de mercados de las naciones en desarrollo a cambio de pequeñas concesiones.
"El paquete de asistencia comercial manejado en San Petersburgo es incluso mucho menos ambicioso que el ofrecido en la última reunión ministerial de la OMC, celebrada en diciembre del año pasado en Hong Kong", sostuvo.