– El controvertido acuerdo sobre energía nuclear entre Washington y Nueva Delhi se está convirtiendo en un dolor de cabeza diplomático para Tokio, afirman analistas japoneses.
"Japón tiene mucho que perder ante la amenaza de una crisis diplomática que pone a prueba su incondicional respaldo al Tratado de No Proliferación Armas Nucleares (TNP) y su posición como principal promotor de un mundo libre de esos armamentos", indicó Yoko Waki, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Keio, respecto de la creciente presión de Washington sobre este país para que apoye el acuerdo con India, firmado el 2 de marzo.
Los países involucrados tienen posiciones muy diferentes.
Mientras India no hace parte de los países signatarios del TNP, Japón es el único país del mundo que sufrió las consecuencias de un ataque nuclear perpetrado en 1945, cuando las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzaron dos bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. El desastre provocó la derrota de Japón y puso fin a la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, la Constitución nipona de posguerra restringe la producción de armas nucleares.
Japón, el segundo mayor donante de ayuda internacional, ha utilizado su influencia financiera para frenar la producción de armas nucleares por otros países. Esta política motivó la prohibición de ayuda a India, luego de que este país realizara cinco pruebas atómicas bajo tierra en mayo de 1998.
Pero la tradicional posición pacifista japonesa enfrentará un problema, observan los analistas, el 29 de junio, cuando se realizará el encuentro entre el presidente de Estados Unidos, George W. Bush y el primer ministro Junichiro Koizumi, en el que se debatirá el apoyo de Japón a la industria nuclear india, incluida la transferencia de tecnología y conocimientos, así como respaldo financiero.
Cualquier acuerdo deberá forjarse sobre la férrea oposición de la población a la proliferación nuclear.
"Es posible que Japón cambie su actual posición y expectativas de que India se una al TNP", señaló en una entrevista Masao Fukunaga, un experto en Asia del Sur de la Universidad de Mujeres de Aichi, con sede en Nagoya, Japón.
El diario japonés Asahi Shinbun informó a inicios de este mes, citando fuentes gubernamentales, sobre un enconado debate interno y sobre la posibilidad de que los funcionarios emitieran un "entendimiento básico" respecto del tratado de Estados Unidos e India.
Los defensores, respaldan el argumento de Washington de que el acuerdo de energía nuclear permite realizar inspecciones a las instalaciones civiles de India, consiguiendo así reforzar los mecanismos de no proliferación y estimulando el crecimiento económico de este país de Asia del Sur.
En cambio, sus detractores —según el diario nipón— están preocupados por la falta de garantías del tratado para las inspecciones a cargo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y por el hecho de que la energía nuclear conlleva la amenaza de proliferación de armas nucleares.
"Nos oponemos totalmente a que Japón acepte el acuerdo nuclear entre India y Estados Unidos, que incrementará la carrera de armas nucleares en esta región. El acuerdo es irresponsable porque no toma en cuenta los riesgos que suponen las armas nucleares, y se basa principalmente en la codicia económica que despiertan las crecientes necesidades del mercado asiático en materia de energía", indicó Hideyuki Ban, secretario general del japonés Centro Ciudadano de Información Nuclear, un activo movimiento antinuclear.
Ban dijo a IPS que la energía nuclear se ha convertido en una importante fuente en India debido a su creciente economía, y los países con tecnología atómica avanzada, como Estados Unidos y Japón, pueden ser importantes proveedores.
La energía nuclear genera alrededor de tres por ciento del total en India, mientras que representa 30 por ciento en Japón, que ha construido instalaciones operadas con combustible nuclear, incluido el prototipo de reactor de alimentación rápida que produce plutonio.
Por el contrario, el experto en energía nuclear del Instituto de Política Energética de Japón, Keiji Kanda, considera que el gobierno debe respaldar el acuerdo de Estados Unidos e India, porque refleja las cambiantes políticas mundiales.
"A diferencia de Irán o Pakistán, la producción de energía nuclear de India es confiable, además (India) es una nación respetada por Japón. El nuevo acuerdo es ventajoso para Japón, que debe tener un socio más cercano en la cambiante política asiática que atestigua el crecimiento y la influencia de ese país", agregó en una entrevista.
Kanda explicó que el TNP puede quedar obsoleto debido a las nuevas tendencias en las relaciones internacionales y reclamó una cooperación más estrecha entre los países industriales, una razón más para que Japón deje atrás su tradicional actitud pacifista.
El Programa Global de Energía Nuclear (GNEP por sus sigla en inglés), anunciado por el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos en mayo, puede llegar a significar un gran avance para Japón, según análisis de expertos.
Esta iniciativa estadounidense invita a Japón, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia a unir esfuerzos para desarrollar nuevas y más eficientes formas de producción de combustible nuclear, el cual podría ofrecerse a otros países, al tiempo que garantizaría la no proliferación de armas nucleares.
Las grandes corporaciones de Japón como Hitachi Electrical Corporation y Mitsubishi Corporation están deseosas de exportar tecnología basada en energía nuclear, indicó Ban.
Hitachi ya está construyendo en Taiwán un reactor avanzado de agua en ebullición.
En Japón hay un creciente interés por la energía nuclear debido al alza del precio del petróleo y al recalentamiento global, motivos por los cuales el gobierno respalda esta fuente de energía supuestamente más barata y menos nociva para el ambiente.
Empero, los activistas señalaron que continuarán luchando contra la expansión de la energía nuclear.
"Un accidente en una planta (de energía nuclear) puede causar cientos de muertes debido a la contaminación por radiación. Además, existe la amenaza de proliferación de armas nucleares. Nos opondremos a cualquier intención de Japón tendiente a producir este tipo de energía", dijo a IPS Atsuko Nogawa, de la organización Greenpeace Japón.
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