¿Cuál es el papel que deben desempeñar las organizaciones no gubernamentales (ONG) en la administración de la ayuda internacional al desarrollo? Éste es uno de los temas de discusión en la sexta Asamblea de la Alianza Mundial por la Participación Ciudadana «Civicus».
El encuentro de esta red de más de 700 grupos de la sociedad civil, asociaciones y fundaciones privadas de unos 90 países dio inicio el miércoles en la central ciudad escocesa de Glasgow, y terminará este domingo.
"Creo que la discusión es en verdad sobre la forma más efectiva de destinar ayuda al desarrollo. Si es mejor que el dinero vaya de gobierno a gobierno o de las ONG del Norte industrializado a las del Sur en desarrollo, o directamente de los gobiernos a los grupos de la sociedad civil del Sur", dijo a IPS la directora ejecutiva de la organización NOVIB/Oxfam Holanda, Sylvia Borren.
No hay una respuesta sencilla, admitió. "He visto ejemplos de grupos de la sociedad civil del Sur apoyados por gobiernos del Norte que a la postre son dominados, y de organizaciones que se convierten en una suerte de subcontratistas de otras. Yo estoy en contra de eso", añadió.
Sean del Norte o del Sur, las ONG deberían "reclamar parte de los impuestos (recaudados) por los gobiernos para construir un ambiente más adecuado para la sociedad civil", sostuvo.
"Recibir dinero de los gobiernos no significa que luego no puedan criticarlos. Para mí, sería parte de una democracia viva y real que los gobiernos apoyaran a la sociedad civil, y que ésta criticara al gobierno", añadió.
Pero la sociedad civil está muy poco acostumbrada a ser ruta para el desarrollo, indicó Borren.
"En Holanda, menos de 20 por ciento (de la ayuda internacional) es canalizada a través de las ONG. Cerca 40 por ciento es enviada a través de acuerdos multilaterales (con gobiernos), y el resto en forma bilateral. Mi opinión es que al menos un tercio debería ser encauzada por las ONG", señaló.
Borren destacó que, aun así, la proporción para la sociedad civil es mejor en Holanda que el promedio mundial.
También subrayó la importancia de la participación de las mujeres en la administración de la asistencia al desarrollo para tratar problemas relativos a las desigualdades de género, no generalmente abordados por los gobiernos.
La activista indicó que las investigaciones demuestran que la ayuda internacional es más efectiva cuando es administrada por las ONG.
"Los resultados son más baratos y efectivos. Tomemos como ejemplo el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Por lo que he leído en evaluaciones, los fondos multilaterales son los peores en términos de costos contra efectividad. En términos generales, el trabajo de las ONG es más eficiente", sostuvo.
Borren también indicó que la mayor parte de los recursos volcados a la sociedad civil van para las ONG del Norte industrializado, que no siempre los canalizan a sus pares del Sur.
"Nosotros en Oxfam destinamos nueve por ciento en gastos generales, y una vasta parte del resto a través de las ONG del Sur. Oxfam tiene fuertes principios sobre apoyar a los esfuerzos locales, así que nosotros tratamos de ser operativos sólo cuando la fuerza de las organizaciones locales no es suficiente", indicó.
Borren considera que la canalización del dinero de ONG a ONG es buena, porque entonces se crea una "red de la sociedad civil".
"Tenemos una muy vibrante sociedad civil en Holanda, y contribuimos en la organización de los ciudadanos en otros países", destacó.
Borren lamentó que, pesar del buen desempeño de las ONG en la administración de los fondos, éstas no reciben más recursos para su trabajo.
"Hemos detectado una tendencia, que ha sido investigada, de que las ONG de mujeres reciben cada vez menos. Esto es extraño, porque todos hablan de género, pero no hay financiamiento. Esto es estúpido", afirmó.
