AMBIENTE-CUBA: Los estragos de Alberto

Una localidad incomunicada, ciudades y campos inundados, cosechas dañadas y viviendas destruidas dejó a su paso por Cuba de la tormenta tropical Alberto, la primera de la temporada ciclónica iniciada este mes con pronósticos de que será muy intensa.

Más de 25.000 personas debieron ser evacuadas por las autoridades sólo en la provincia occidental de Pinar del Río y en el municipio Isla de la Juventud, al sudeste de La Habana, según fuentes oficiales citadas por un sistema de información de la Oficina del Coordinador Residente del Sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Cuba.

No se conoce de la pérdida de vidas humanas. Los informes preliminares tampoco dan cifras totales de afectaciones a la economía del país o a la población, pero se conoce que las lluvias causaron al menos 28 derrumbes en la capital de país, la mayoría de ellos parciales y podrían sumar unos 50 en la región afectada.

"En Pinar del Río se calculan en unas 13.000 las hectáreas de cultivo que aún se encuentran bajo las aguas. En la Isla de la Juventud son 260 las inundadas", afirmó el encargado de prensa de la oficina de la ONU, Alberto de Pérez, y consideró positivo que el "occidente cubano fue capaz de acopiar millones de toneladas de agua" en embalses.

Las inundaciones recuerdan otras similares provocadas en 1982 por una tormenta tropical de igual nombre y que también pasó por esta región de la isla caribeña. Las lluvias se extienden ya por cinco días y el peligro de las inundaciones podría persistir mientras la tormenta se aleja.

En la localidad pinareña de Paso Real cayeron 103 milímetros de agua en una hora. Cocodrilo, una comunidad de unas 300 personas al sur de la Isla de la Juventud, permanece incomunicada por carretera, aunque tiene acceso a servicios médicos de emergencia, según fuentes oficiales.

Gabriel Pino, vecino del reparto 26 de Julio en Nueva Gerona, una de las zonas bajas de la más importante ciudad de la Isla de la Juventud, comentó a la prensa nacional que es la primera vez en 30 años que el agua penetra en su casa y alcanza unos 20 centímetros de altura.

Alberto se movía al mediodía de este martes rumbo al noroeste de la península de Florida, en Estados Unidos, a una velocidad de 15 kilómetros por hora y vientos máximos de unos 100 kilómetros por hora. Más de 20.000 personas recibieron la orden de ser evacuadas de sus hogares en ese estado sureño, según la prensa.

"Se pueden esperar inundaciones costeras por marejadas ciclónicas de cinco a siete pies sobre los niveles normales de la marea, mayormente al este y sur de donde el centro entre a tierra", anunció un boletín del Centro Nacional de Huracanes de Miami, al sur de Florida.

La tormenta tropical, que podría debilitarse cuando entre a territorio estadounidense y no llegar nunca a la categoría de huracán, no tocó territorio cubano, pero afectó a la isla caribeña desde finales de la pasada semana, durante su desplazamiento por el estrecho de Yucatán y el golfo de México.

Las lluvias que acompañan a Alberto afectaron tres provincias del occidente cubano y a la Isla de la Juventud, al sudoeste de Cuba, y coincidieron con un severo tornado en el poblado de Palo Seco, en el municipio habanero de Nueva Paz, y fuertes precipitaciones en varias provincias del oriente del país.

El tornado azotó el asentamiento la noche del domingo 11 y en apenas unos segundos dañó 52 viviendas, cuatro de ellas fueron totalmente destruidas. "Fue rapidísimo y violentísimo. Yo estaba dentro de la casa y sentí una presión inmensa. Cuando logré abrir la ventana, ya se oían los gritos", contó una vecina de Palo Seco a una radio local.

Este es el cuarto fenómeno natural de este tipo que afecta esa zona de Cuba. "Ninguno como éste, se lo digo yo que llevo 42 años residiendo aquí y los he pasado todos", aseguró Sofía Martínez, otra vecina del poblado.

En tanto, varias provincias del oriente cubano, severamente afectadas por la sequía en los últimos años, se han visto beneficiadas por persistentes lluvias desde el 5 de este mes. Las precipitaciones han afectado también a Jamaica, Haití, República Dominicana y Puerto Rico.

Según la Dirección de Recursos Hidráulicos de Santiago de Cuba, ubicada a unos 800 kilómetros de la capital, los embalses acumulaban más de 676 millones de metros cúbicos de agua a fines de la pasada semana, para un 98 por ciento de su capacidad.

"Por primera vez en años, las vacas han empezado a dar suficiente leche. Los campos empiezan a verse verdes de nuevo y la ganadería parece estar recuperándose", comentó vía telefónica IPS Ileana Sánchez, vecina de Camagüey, una de las más importantes zonas ganaderas de la isla, a 540 kilómetros de La Habana.

El Centro de Pronósticos del Instituto Cubano de Meteorología pronostica una temporada ciclónica muy intensa para lo que resta del año. Al menos 15 tormentas tropicales podrían formarse antes del 30 de noviembre y nueve de ellas podrían alcanzar la categoría de huracán.

Las tormentas tropicales se convierten en huracanes cuando sus vientos alcanzan los 118 kilómetros por hora. La temporada ciclónica pasada implantó un record en los registros meteorológicos, con 27 tormentas tropicales, 15 de las cuales llegaron a la categoría de huracán. (

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