Para casi un millón de inmigrantes en Grecia, el Foro Social Europeo en curso no es un mero intercambio de opiniones. Más que ningún otro ámbito, es la esperanza de que sea escuchada su lucha por la legitimidad.
De acuerdo a la legislación griega, sólo un puñado de ese millón de personas cuenta con ciudadanía o residencia legal. El resto no tiene estatus y por lo tanto, carece de derechos.
"El año pasado varias personas recibieron permisos, pero éstos tampoco les dan derecho a permanecer aquí como residentes permanentes. Aún tienen que seguir presentando solicitudes para la residencia definitiva", dijo a IPS Kehinde Aig-Imoru del Foro Griego de Inmigrantes.
Con cada renovación, los aspirantes a obtener un permiso de residencia enfrentan cada nuevos obstáculos. Muchos inmigrantes han vivido la mayor parte de su vida con esta inseguridad, indicó Aig-Imoru.
En una población de 10 millones de habitantes, un millón es una amplia minoría. Los inmigrantes permanecen ilegales porque al gobierno le conviene, dijo a IPS Antonis Davanelos, del Foro Social Griego y miembro del comité coordinador del Foro Social Europeo.
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"Esto significa que no reciben los mismos salarios que el resto de los ciudadanos, no tienen asistencia social y viven con el temor permanente de ser deportados. Algunos de ellos tienen que trabajar todo el día por sólo 15 o 19 dólares", señaló Davanelos.
Hay muchos albaneses entre los inmigrantes indocumentados. Pero también hay muchos provenientes de Bangladesh, Egipto y Pakistán que en general trabajan en la industria pesquera, añadió.
Necesitan gozar de todos los derechos en este país. Eso incluye asistencia médica, educación y el derecho al voto, agregó.
Con el paso del tiempo, los hijos de los inmigrantes enfrentan dificultades particulares. Según la legislación griega, estos niños y niñas pasan a la ilegalidad al cumplir los 18 años si no tienen un trabajo.
"Pero difícilmente hayan terminado su escolaridad en ese momento, ¿dónde van a conseguir un trabajo para mostrar? Esto se está convirtiendo en un gran problema. No tienen ningún estatus legal y no pueden viajar a otro país. Sólo pueden regresar al país de origen de sus padres, pero no tienen nada allí", indicó Aig-Imoru.
El Foro Griego de Inmigrantes informó que 17 por ciento de los extranjeros son niños, un porcentaje que crece junto con los problemas.
"Desde hace ocho años vivo así, día tras día. Mis amigos pakistaníes y yo somos empaquetadores en un gran comercio. Trabajamos todo el día, no hay horas extras", relató un entrevistado quien dijo llamarse Ahmed, tras unos segundos de duda, durante el cuarto Foro Social Europeo, que comenzó el jueves en esta ciudad y termina este domingo.
Retornar a Pakistán no es una opción. "Allá ni siquiera vamos a ganar esta cantidad dinero. Y después de tanto tiempo, no vamos a conseguir ningún trabajo. ¿A dónde iremos a parar?", prosiguió.
Es mucho más fácil para los albaneses "porque se pueden mezclar mejor con los griegos, pero a nosotros nos distinguen a una legua de distancia", relató.
Ahmed considera que a pesar de no tengan permiso de permanencia, el gobierno no los va a deportar. "Básicamente no hay nadie más que haga nuestro trabajo", explicó.
Empero, ésta no es razón para que estas personas estén trabajando sin estatus alguno, señaló Davanelos, quien reconoce que el gobierno griego presta atención a sus demandas.
"Pero tendrán que escucharnos cuando salgamos todos a la calle", recalcó.
Sin embargo, no hay indicios de que la mayoría esté dispuesa a apoyar los reclamos de legitimidad y legalidad de los inmigrantes.
"Sólo la presión internacional puede forzar al gobierno griego a hacer algo. Por esto es tan importante para nosotros estar aquí en el Foro Social Europeo. Acá nos podemos reunir y esperar que nuestra voz sea difundida por toda Europa", explicó Aig-Imoru.