CUBA: Telenovela catapulta debate sobre diversidad sexual

«La cara oculta de la luna», la telenovela de turno que llega a cientos de miles de hogares en Cuba, pasará a la historia como la generadora de un debate social sin precedentes sobre la diversidad sexual y la homofobia en el país.

Si la película "Fresa y Chocolate", del binomio Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, inauguró en 1993 el tratamiento serio y profundo de la homosexualidad y la intolerancia en el cine cubano, "La cara oculta de la luna" llevó por primera vez el tema al espacio privado del hogar.

"Aunque en Cuba el (billete para ingresar al) cine es barato y muchas personas acceden, nada es más impactante y tiene mayor alcance que la televisión", señaló a IPS el historiador Julio César González Pagés, presidente de la Comisión Género y Paz de la organización no gubernamental Movimiento Cubano por la Paz.

Este debate cobra especial relevancia en un país donde la diversidad sexual ha estado totalmente silenciada por los medios de comunicación, incluso en las páginas de noticias internacionales.

La prensa cubana guarda silencio sobre los avances en materia de derechos civiles de la comunidad homosexual en el mundo, las marchas de orgullo gay y la convocatoria de un amplio grupo de organizaciones sociales para celebrar este miércoles en el país el Día Mundial Contra la Homofobia.

La fecha, instaurada el año pasado y aún no reconocida por los organismos internacionales, recuerda el retiro en 1990 por parte de la Organización Mundial de la Salud de la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.

Por encima de cualquier polémica sobre presupuestos artísticos y diseño de los personajes, González Pagés valora la capacidad de la serie cubana de "fomentar el debate social, algo que no se había logrado durante muchos años, ni se había podido hacer desde la prensa nacional", controlada por el Estado.

Las actitudes extremas que adaptaron algunas personas al decidir entre "encender o apagar el televisor" en el horario estelar de la telenovela "ya indica de que hay una toma de partido", opinó el también coordinador del Foro de Masculinidad, Diversidad y Cultura de Paz, creado a nivel académico en 2004.

La polémica fue de un extremo a otro en una sociedad en la que el espacio de transmisión de telenovelas enfrenta como única competencia la serie nacional de béisbol. Mientras algunas personas consideran que "La cara oculta de la luna" reforzó estereotipos existentes sobre la homosexualidad, otras se opusieron radicalmente a esta apertura de los medios.

"Para ser la primera vez, no había que ir tan lejos", comentó un artesano de 36 años que prohibió a su hijo de siete años ver el espacio televisivo nocturno. "¿Quién se cree esa historia de un hombre tan macho, que nunca ha sido homosexual y de pronto lo es?", se cuestionó una ingeniera, de 41 años..

En tanto Armando Suárez, un médico de 44 años consultado por IPS, se reconoció en la historia de ficción. "Me parece que me estoy viendo a mí mismo. Yo vivía con una mujer el día que tuve mi primera relación homosexual y, aunque me separé de ella, nunca tuve el valor de decirle la verdad. Hay cosas muy difíciles", comentó.

La televisión nacional convocó a especialistas a una mesa redonda y prometió nuevos espacios para "no ser cómplice del silencio". También la revista digital La Jiribilla dedicó un amplio dossier al debate, el portal cubano de salud abrió un buzón para recibir opiniones y el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) publicó reflexiones en su sitio web de Diversidad Sexual.

Aunque estudios realizados arrojan que los niveles de intolerancia descendieron respecto de los comienzos de la década del 90, gays, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales cubanos se quejan de la ausencia de espacios sociales para compartir y del tratamiento que reciben muchas veces de parte de las fuerzas del orden.

"Te paras en una esquina con un grupo de amigos a conversar tranquilamente y viene la policía y te dice que no puedes estar allí. Como si fuéramos una lacra o afeáramos el paisaje. Y uno se va sin protestar a otro sitio, de dónde también te pueden sacar", dijo un homosexual habanero que "no quiere buscarse problemas".

Entre los proyectos actuales del Cenesex se encuentra el inicio de cursos sobre diversidad sexual para efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

En la actualidad en Cuba, las relaciones homosexuales no están penadas por la ley, pero la figura de "peligrosidad" suele esgrimirse muchas veces para reprimir o negar espacios a determinadas manifestaciones públicas de gays, bisexuales, lesbianas, travestis o transexuales.

Así y todo, la situación actual es favorable si se compara con los comienzos de la década del 60, cuando cientos de homosexuales fueron recluidos y obligados a trabajar en las llamadas Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), junto a religiosos y otros grupos considerados antisociales.

A la historia de la UMAP, siguió el establecimiento de un grupo de "parámetros" que excluyó a no pocas personas, con inclinaciones sexuales diversas, de los sectores de la educación y de la cultura por ser considerados un mal ejemplo para las nuevas generaciones y, por ende, no aptos para escribir, publicar o actuar en un teatro.

Para González Pagés, la telenovela "La cara oculta de la luna" no ha provocado por sí misma cambios en la recepción de la diversidad en Cuba sino, más bien, ha servido como "catalizador de un momento de ruptura". Si no hubiera sido así, la televisión nacional no hubiera transmitido serie como esa, opinó

"Cuando uno vive inmerso en los cambios no los ve, no los percibe. Hay que tener la capacidad de alejarse un poco para saber en qué momento se está cambiando", añadió el historiador y reconoció la resistencia desde algunos grupos de poder y sectores poblacionales. "Ante un cambio como éste, tiene que haber posturas de resistencia", dijo.

Entre los síntomas de los nuevos tiempos, enumeró la integración a la organización internacional de gays, lesbianas y transgéneros (ILGA) de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes) y la presencia de una transexual en la delegación cubana a la fase latinoamericana del VI Foro Social Mundial, realizada en enero en Venezuela.

Aunque reconoce que los avances aún son tímidos, González Pagés piensa que la sociedad cubana "está preparada para un cambio indetenible"

"No visualizo a Cuba retrocediendo", opinó el historiador que, tras dedicarse por más de dos años al estudio de la prostitución masculina en la isla, inicia ahora una investigación sobre la bisexualidad, orientación que considera aún más estigmatizada y silenciada que la homosexualidad.

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