DERECHOS HUMANOS-R.D.CONGO: Niños para la guerra

Los casi 20.000 efectivos dispuestos por la ONU para mantener la paz no logran terminar con el reclutamiento de niños en República Democrática del Congo, con parte de su territorio aún azotado por el conflicto armado pese a la inminencia de elecciones generales.

"El extenso territorio de este país y su destrozada infraestructura impiden al personal de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) llegar a muchos lugares alejados", explicó la directora de Watchlist of Children and Armed Conflict, Julia Freedson, al ser consultada por la persistencia del drama de los niños solados en este país pese a la numerosa presencia de cascos azules.

La red Watchlist, con sede en Nueva York, reúne a organizaciones no gubernamentales que atienden la problemática de los niños en conflictos armados en el mundo.

Todos los días se registran terribles abusos contra niños, niñas y civiles en general en zonas inaccesibles para la ayuda internacional en este país, cuya superficie supera los 2,3 millones de kilómetros cuadrados. "Además, la lucha armada, el caos político y la pobreza extrema han dejado un sistema judicial casi inexistente o muy deteriorado en la mayoría de las regiones", agregó Freedson.

Por lo tanto, la mayoría de los crímenes, incluyendo el uso y reclutamiento de niños por parte de las fuerzas militares y los grupos rebeldes sucede en un ambiente de casi total impunidad.
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En un informe de 63 páginas dado a conocer el miércoles por esta red de la sociedad civil se señala que los niños siguen siendo víctimas de los peores tratos, a pesar de los aparentes signos de progreso.

El estudio titulado, "Peleando por sobrevivir: niños en conflictos armados en la República Democrática del Congo", da cuenta de que al menos 30.000 niños y niñas participan activamente en los combates o están vinculados a las fuerzas armadas u otros grupos combatientes y ocupados en servicios sexuales.

Se estima que unos 10.000 menores pelearon a las órdenes de Laurent Kabila en el último año de la guerra contra el dictador Mobutu Sese Seko, que gobernó a sangre y fuego desde 1965 a 1997 este país llamado entonces Zaire. El actual presidente Joseph Kabila tomó el poder tras el asesinato de su padre en 2001.

"A menudo los niños pelean en el frente y son testigos o se ven forzados a participar de serios abusos de los derechos humanos contra civiles", indica el estudio.

La ONU ha identificado al menos 10 grupos armados en República Democrática del Congo, entre ellos los Mai Mai, la Unión de Congoleses para la Democracia-Movimiento de Liberación, los hutus ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda y su facción disidente conocida como Rastas, y las fuerzas del general Laurent Nkunda.

Este país africano sigue soportando la peor crisis humanitaria del mundo, con un promedio mensual de unas 38.000 muertes a consecuencia directa o indirecta del conflicto armado, según el Comité de Rescate Internacional. Aproximadamente, 45 por ciento de las víctimas son menores de 18 años.

"A pesar de la presencia de la operación de paz más grande que haya conducido la ONU jamás, de la inminencia de las elecciones y de los miles de millones de dólares otorgados por la asistencia internacional para la reconstrucción del país, la situación de la mayoría de los niños y niñas congolesas no mejoraron respecto de hace tres años", comentó Freedson.

"Para algunos incluso se han deteriorado las condiciones de salud, seguridad y bienestar", subrayó.

Existe evidencia clara de que hoy se están produciendo raptos de niños, mutilaciones de niñas y su continuo reclutamiento y empleo por parte de los grupos armados que cometen otros abusos infames, indicó Kathleen Hunt, representante ante la ONU de la organización CARE Internacional y presidenta de la red Watchlist.

"Además, es sabido que miles de niños congoleses están muriendo todos los días de enfermedades prevenibles y otros más se están perdiendo oportunidades educativas y de otra naturaleza que les permitirían desarrollarse en la vida", dijo Hunt en una declaración.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) junto con la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC por sus siglas en inglés) está llevando a cabo la más grande y compleja asistencia electoral que haya realizado hasta ahora.

Las elecciones previstas para mediados de junio serán las primeras de este país en sus 46 años como nación independiente.

Para los comicios presidenciales y parlamentarios están convocados 25,7 millones de ciudadanos y costarán más de 422 millones de dólares.

"Miles de congoleses mueren todos los días a causa del conflicto", recordó Ross Mountain, representante residente del PNUD en el Congo y delegado especial adjunto del secretario general de la ONU, Kofi Annan

Las próximas elecciones son el primer paso importante del proceso de paz que pondrá fin a una guerra civil de cinco años que afectó a seis países vecinos matando a cuatro millones de personas y que aún continúa en varias de las 11 provincias en que se divide el país, según el PNUD

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el martes una resolución por unanimidad, por la cual se autoriza el despliegue de una fuerza de reserva de la Unión Europea compuesta por unos 1.450 efectivos, con el fin de fortalecer la seguridad en la región ante la proximidad de las elecciones.

A pesar de que la comunidad internacional ha invertido cientos de millones de dólares en el programa de desarme, desmovilización y reintegración de niños y adultos ex combatientes en el Congo, en el caso de los menores se ha prolongado demasiado y ha tenido que enfrentar el re reclutamiento, y varios desórdenes entre otros desafíos significativos, dijo a IPS Freedson.

"Compartimos la enorme preocupación acerca de la falta de capacidad y de conocimientos específicos de la Comisión Nacional de Desmovilización, Desarme y Reintegración (Conader por sus siglas en francés), órgano de este país a cargo del proceso", señaló Freedson.

"Insistimos ante las autoridades congoleñas y los donantes internacionales que deben dar a la Conader las condiciones necesarias para hacerse cargo de la situación", reclamó Freedson.

Debido a que en la mayoría de los conflictos actuales, incluyendo el del Congo, se utilizan principalmente armas pequeñas y livianas, hay una propuesta para que se elabore un tratado internacional contra su proliferación.

Las armas pequeñas y livianas son aquellas que pueden ser trasladadas por una o dos personas, o cargadas en vehículos de poco porte, según la clasificación de la ONU. Entre ellas figuran los revólveres, pistolas automáticas, escopetas, fusiles y ametralladoras.

Freedson manifestó su total compromiso con esta propuesta y espera que el asunto sea discutido en la próxima conferencia sobre este tipo de armas organizada por la ONU y prevista para junio y julio en Nueva York.

La amplia disponibilidad de armas pequeñas y livianas, así como las llamadas ligeras, sigue causando inseguridad y violencia en el Congo.

Las armas ligeras integran otra categoría que incluye ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros, armas antitanque, lanzacohetes y lanzamisiles antiaéreos portátiles.

La facilidad con que se consiguen estas armas en la región oriental de la República Democrática del Congo permite que soldados, milicianos y delincuentes comunes cometan crímenes atroces contra niños, recalcó.

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