TRABAJO-ARGENTINA: Se busca personal

Después de 37 meses de crecimiento económico sostenido en Argentina, el desempleo bajó de 23 a 10 por ciento de la población activa. Pero ahora se vuelve difícil bajar esa proporción porque las empresas no consiguen trabajadores calificados para cubrir una demanda creciente.

Según una encuesta que realiza cada mes la consultora Sociedad de Estudios Laborales entre 200 empresas, en 2004 y 2005 el principal factor que restringía la contratación laboral era "la incertidumbre sobre la evolución de la economía". Hoy la razón primordial es otra: la "escasez de oferta con competencias adecuadas".

El director de la consultora, Ernesto Kritz, explicó a IPS que la falta de mano de obra calificada saltó del segundo al primer puesto en las respuestas de los empresarios. "Es un problema generalizado en empresas de diversos rubros, mucho más intenso si se observa el área operativa, técnica y profesional", precisó.

El especialista señaló que no hay casi rubro en que no se registre este problema. Aun cuando la firma no requiera cubrir puestos, teme perder al personal contratado y no poder reemplazarlo. La zozobra, antes monopolio de los trabajadores, pasa al lado de los empleadores.

"En el sector formal de la economía —donde se ubica más de la mitad de los trabajadores ocupados— existe hoy pleno empleo. Y la mayoría de los desocupados que provienen del sector informal tienen muy baja calificación como para entrar a ese circuito y responder a la demanda", remarcó.

El dato es corroborado por la encuesta sobre demanda laboral insatisfecha que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. En el último trimestre de 2005, 44 por ciento de las empresas consultadas estaban buscando trabajadores, y de ese total 15,4 por ciento respondió que no pudo cubrir esos puestos.

La escasa oferta de mano de obra se plantea en la industria metalmecánica, de papel, automotriz, química, textil, caucho, plástico, cuero y sistemas.

Se intenta atender el desajuste mediante un nuevo seguro de desempleo que prevé un ingreso mensual y un programa de capacitación. Pero en paralelo a esta política del Ministerio de Trabajo, la cartera de Educación multiplicó por 17 el presupuesto para las escuelas técnicas.

Estos centros de enseñanza secundaria habían quedado sin financiamiento en la década de 1990, y ahora las pocas escuelas técnicas que subsisten en el sector público tienen una enorme demanda. Además, la formación es de seis años —entre los 12 y los 17 años— y el mercado no puede esperar tanto.

Claudio Flores, director de la consultora en recursos humanos Agein, dio a IPS sus razones sobre los cambios en el mercado laboral desde que comenzó la recuperación de la actividad económica y sobre los principales cuellos de botella.

"En 2005 nos llegaron muchas búsquedas de técnicos mecánicos, electromecánicos y químicos con buena formación y experiencia", relató Flores. "Las empresas llegaban a nosotros después de haber hecho búsquedas de meses sin éxito con otras consultoras, y después de un tiempo se iban sin conseguir a nadie", recordó.

Las compañías pagan salarios mensuales de 1.500 pesos (500 dólares) a un licenciado universitario en administración de empresas, y a un técnico químico en el último año de escuela secundaria, sin graduarse, le ofrecen un contrato de aprendizaje por 1.000 pesos (333 dólares).

"Una vez que egresó, con menos de 18 años y sin experiencia, puede aspirar a un salario de 1.500 a 1.800 pesos", entre 500 y 600 dólares, subrayó. Así y todo, los empleadores no encuentran personal. "Si se trata de un ingeniero químico, mecánico o electrónico, la demanda es terrible. Se paga muy bien y no hay gente", añadió.

El director de Agein advirtió que el fenómeno reinstaló la "política de retención" que no se registraba en el mercado laboral desde mediados de los años 80. "Buscamos un candidato, le hacemos la oferta, pero cuando le dice a su jefe que se va, llegan hasta a duplicarle el sueldo para retenerlo", dijo.

En otras áreas se observa mayor oferta, aunque sin llegar a un punto crítico. Por ejemplo, entre 2002 y 2003 —el pico de la peor crisis social y económica que sufrió este país— la consultora de Flores recibía entre 500 y 600 currículos diarios de aspirantes a gerentes de finanzas, y hoy recibe entre 30 y 40.

Otro aspecto novedoso es la variación del perfil de mano de obra más requerida. Por ejemplo, para ocupar cargos gerenciales en recursos humanos, las compañías buscan ahora profesionales de mayor edad y experiencia, capaces de lidiar con relaciones laborales en un período más proclive al reclamo sindical, abundó Flores.

Justamente, el tipo de aspirante que no está en la oferta. Por eso Flores sostiene que las empresas deberían retener a sus buenos empleados y ofrecer buenos sueldos. "Si una firma quiere conseguir un jefe de mantenimiento de planta, yo le digo que empiece por ofrecer más de lo que se paga porque si no el empleado se queda donde está".

En definitiva, las firmas de provisión de personal no se orientarán este año a buscar a sus candidatos entre los desocupados, sino que saldrán a la caza de empleados eficientes para ofrecerles puestos mejor remunerados en otras compañías.

Y los que están sin empleo no tendrán otra alternativa que capacitarse para reingresar al mercado.

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