POLÍTICA-CHILE: Partido pinochetista en busca de democracia

La cruzada democratizadora emprendida en Chile por un minoritario sector de la Unión Demócrata Independiente (UDI) registró este jueves su primer logro cuando el senador Jovino Novoa anunció que dejaría en junio la presidencia de ese partido, el principal de la oposición derechista.

Las críticas al autoritarismo en la UDI, fundada hace 18 años por civiles identificados con la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) son un coletazo de la derrota de su líder, el ex alcalde Joaquín Lavín, en las elecciones presidenciales del 11 de diciembre, en las que no logró clasificar para la segunda vuelta disputada el 15 de enero.

En los comicios legislativos simultáneos a la primera ronda presidencial, la colectividad derechista se mantuvo como la primera fuerza electoral, pero perdió unos 400.000 votos con respecto a las anteriores parlamentarias de diciembre de 2001, según advirtió Francisco de la Maza, principal figura de los rebeldes.

Lavín, quien en enero de 2000 fue vencido estrechamente en la segunda vuelta presidencial por Ricardo Lagos, alcanzó en diciembre último el tercer lugar, superado por el también derechista Sebastián Piñera, un empresario liberal, derrotado en el balotaje de enero por la actual presidenta Michelle Bachelet.

De la Maza, quien heredó en 1998 de Lavín la alcaldía del municipio de Las Condes, el más rico de la región Metropolitana (Santiago), lanzó desde comienzos de marzo una campaña para que la UDI sustituya la designación cupular de su dirigencia máxima por un mecanismo de elecciones internas bajo el principio de "un militante, un voto".

La posición de De la Maza, respaldada por los alcaldes Pablo Zalaquet, de La Florida, el municipio más poblado de la región Metropolitana, y Mario Olavarría, de Colina, otra comuna de Santiago, fue descalificada en un consejo ampliado de dirigentes de la UDI el día 18, donde se lo acusó de "causar daño" al partido con sus declaraciones a la prensa.

El respaldo expresado en esa oportunidad a la directiva que preside Novoa dejó en medios políticos la impresión de que los "históricos" de la UDI no estaban amenazados por los "jóvenes reformistas" y que el senador sería reelecto en el cargo cuando finalizara su actual período, en junio.

El martes, Novoa señaló que "siempre" estaría disponible para un nuevo período al mando de la UDI, pero este miércoles se reunió con los diputados de su partido en la sede del Poder Legislativo en Valparaíso (120 kilómetros al oeste de Santiago) para anunciarles sorpresivamente que no se postularía en junio.

Novoa ratificó públicamente su decisión este jueves en una conferencia de prensa, en la que afirmó que "visto el tan excelente resultado" del consejo ampliado de dirigentes de la semana pasada, "puedo dejar que otros asuman la primera línea" en la conducción de la tienda derechista.

Patricio Melero, secretario general de la UDI, tampoco irá a la reelección en junio, lo cual deja como principales aspirantes a encabezar la nueva directiva a los senadores Hernán Larraín, Andrés Chadwick y Juan Antonio Coloma, todos ellos de la corriente de los "históricos".

Novoa afirmó que existe la voluntad de "generar espacios para la participación de nuevos dirigentes" e informó que se crearán seis comisiones para un "proceso modernizador" del partido, a las cuales podrán incorporarse los rebeldes encabezados por De la Maza.

La corriente hegemónica de la UDI no se muestra dispuesta sin embargo a avanzar hacia una democratización a fondo, que signifique escoger los dirigentes máximos en elecciones directas de los militantes, como otros partidos en Chile, en lugar de hacerlo a través de un consejo general de dirigentes como el programado para julio.

"Más temprano que tarde los militantes (de la UDI) van a votar para elegir su directiva", dijo De la Maza el día 18, al comenzar el consejo directivo, aunque más tarde abandonó indignado la reunión a raíz de las descalificaciones de que fue objeto.

La frase "más temprano que tarde" remite en este país al último mensaje del presidente Salvador Allende, quien el 11 de septiembre de 1973, antes de suicidarse en el palacio de La Moneda asediado por los golpistas, aseveró que "más temprano que tarde se abrirán en Chile las grandes alamedas por donde pase el hombre libre".

"Es casi un despropósito que un alcalde derechista invoque a Allende, pero el uso de esa frase debe ser entendido como un afán de distanciase de la vieja guardia de la UDI, identificada con el golpe de 1973 y con la dictadura de Pinochet", dijo a IPS Leoncio González, un veterano dirigente sindical campesino.

"La UDI, el partido más grande de Chile, representa al autoritarismo, representa lo que fue el apoyo a la dictadura. Es un partido primate que no permite disidencias internas", afirmó Juan Pablo Pallamar, presidente de la Juventud Socialista.

Pallamar y otros jóvenes socialistas realizaron el domingo una manifestación frente a la sede de la UDI en Santiago, hasta donde llegaron con una urna electoral.

La UDI se comenzó a gestar en Chile bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970) a través del Movimiento Gremialista, una agrupación de jóvenes conservadores de la Universidad Católica, admiradores del dictador español Francisco Franco, y liderados por el abogado Jaime Guzmán.

Novoa, Guzmán y otros ex gremialistas crearon oficialmente la UDI en las postrimerías de la dictadura de Pinochet, luego de una efímera unidad con otra corriente derechista que dio nacimiento al Partido Renovación Nacional (PRN), de corte más liberal, con el cual mantiene un pacto electoral en la llamada Alianza por Chile.

Guzmán, asesinado en abril de 1991 por insurgentes de extrema izquierda, infundió a la UDI mística, disciplina y capacidad organizativa, lo cual le permitió ganar influencia en sectores populares y convertirse en el partido más votado en términos individuales en este país en 2001, desplazando de ese sitial a la Democracia Cristiana.

En mayo de 2005, el PRN rompió la virtual subordinación que mantenía con respecto a la UDI y desafió la condición de Lavín como candidato natural y único de la derecha chilena al lanzar la postulación presidencial de Piñera, quien resultó segundo en diciembre detrás de Bachelet.

La rebeldía de De la Maza y otros alcaldes refleja el desaliento frente a la pérdida de liderazgo de Lavín, pero también la resistencia a aceptar que la derecha, luego de gobernar casi 17 años de la mano de Pinochet, esté desplazada del gobierno desde 1990 por la centroizquierdista Concertación por la Democracia.

"En el 'gremialismo' se han deteriorado muchas cosas, pero no la vocación de poder. Un partido que roza La Moneda pero que nunca entra no es algo que atraiga a las generaciones de reemplazo de la línea fundacional", comentó a IPS el analista político Víctor Maldonado. (

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