Los delegados de África meridional que asistirán a la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Hong Kong de fin de mes se preparan para resistir una nueva embestida.
Representantes de los países de esta región africana asistirán a la cumbre con el objetivo fundamental de protestar contra lo que consideran como una injusta legislación mundial de comercio, en particular en lo que refiere a la agricultura.
La delegación incluirá dos productores de algodón de Zimbabwe, adelantó Ntando Ndlovu, de la Coalición por la Deuda y el Desarrollo de Zimbabwe, una organización no gubernamental de Harare.
"Los dos productores irán a Hong Kong e intentarán hacer ruido a cualquier costo, tocando los tambores si es preciso", dijo Ndlovu a activistas de la región reunidos en Johannnesburgo, el principal centro comercial de Sudáfrica.
Ndlovu también urgió a que Mozambique y Sudáfrica alentaran a sus propios productores de algodón a acompañar y apoyar a sus colegas zimbabwenses.
El polémico programa de reasignación de tierras en Zimbabwe no afectó a los productores de algodón, sostuvo Ndlovu.
Pero las reglas comerciales que se aplican al algodón sí han socavado a este sector agrícola, especialmente a los productores más alejados.
Según la oganización humanitaria Oxfam Internacional, "África perdió en promedio 441 millones de dólares debido a las distorsiones que ocasionan los términos comerciales en los precios mundiales del algodón"..
Malí, Burkina Faso, Benín, Chad y Camerún son los países más afectados por los subsidios de la Unión Europea y Estados Unidos a sus productores de algodón.
Muchos anticipan que la conferencia de la OMC se desbarrancará si fracasa la reforma del comercio del algodón.
"La cuestión del algodón será clave para bloquear la reunión de Hong Kong", dijo a IPS Dot Keet, del no gubernamental Centro para el Desarrollo y la Información Alternativa, organización con sede en la sudafricana Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Nacida en Zimbabwe, Dot Keet también es profesora del Centro de Estudios Sudafricanos de la Universidad del Cabo Occidental.
Pero la agricultura no es la única causa de malestar entre los delegados africanos previo a las negociaciones comerciales que se avecinan.
Los gobiernos y las numerosas asociaciones civiles del continente también están consternados por la cuestión de los derechos de propiedad intelectual y los intentos por liberalizar el intercambio de servicios.
"Existe la percepción de que el acuerdo de la OMC sobre Aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS) están mal concebidos. Aquí no estamos hablando de una cuestión comercial, aquí hay un tema de derechos humanos y del propio conocimiento" dijo Keet.
Por ejemplo, la fabricación y distribución de los medicamentos antiretrovirales para el tratamiento de portadores del virus del sida son algunos de estos asuntos que se debaten desde hace tiempo.
"Con la discusión de los subsidios agrícolas prácticamente bloqueada, al igual que casi todas las demás áreas de las conversaciones, los TRIPS y la salud pública parecen haber quedado fuera de la agenda de las negociaciones y ya no son una prioridad para los países industrializados", dice Oxfam.
Esta organización acusa a las compañías farmacéuticas de "alentar a los negociadores de Estados Unidos a no aceptar nada, incluso si esto significa dejar a millones de africanos sin acceso a medicamentos baratos".
Pero muchos activistas también culpan a los gobiernos de África de incapacidad para ampliar el acceso de la población a los antiretrovirales.
África subsahariana es la región más afectada por el sida en el mundo.
"Los gobiernos africanos no han aprovechado la posibilidad de producir medicamentos genéricos, como sí lo han hecho India y Brasil", dijo a IPS Emmanuel Ndlangamandla, director ejecutivo de la Asamblea Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales con sede en Swazilandia.
Según Oxfam, el precio del tratamiento con antiretrovirales se redujo de 10.000 dólares por año a 150 dólares por año, lo que para los portadores del virus del sida significa algo así como poder comprar más vida a plazo.
Pero estos precios todavía son relativamente más altos en un continente donde las estimaciones del Banco Mundial indican que la población es condenada a sobrevivir con apenas un dólar diario.
Los propagandistas africanos también se oponen a que en la OMC se discuta sobre el acceso a los mercados no agrícolas.
"Ese asunto debe retirarse de la agenda de la OMC. Es algo profundamente inmoral. Nosotros no tenemos ningún servicio para exportar", dijo Keet. De consagrarse normas sobre el asunto, "las economías no industrializadas nunca se podrán industrializar", agregó.
Se teme que las discusiones sobre la agricultura se utilicen a la manera de caballo de Troya para forzar una apertura del sector industrial y de servicios de los países africanos. "Están usando la agricultura como una artimaña", según Keet.
"Las naciones industrializadas dicen estar dispuestos a reformar su política de subsidios agrícolas, pero que primero se les debe asegurar un mayor acceso a nuestros mercados agrícolas y también a nuestros mercados de servicios y manufacturas", agregó.
A la luz del acalorado debate sobre todos estos asuntos, muchos piensan que las conversaciones de Hong Kong ofrecen pocas esperanzas.
"Si no se pueden poner de acuerdo en reducir los subsidios, algo que los países de África han venido reclamando desde hace años, dudo que pueda surgir alguna novedad en Hong Kong", dijo a IPS el director del grupo de apoyo de la Red y Foro Africano para la Deuda y el Desarrollo con sede en Harare, Vitalice Meja.
Meja piensa que esto tendrá terribles implicaciones para el continente. "Creemos que el comercio es la única forma en que los países de África pueden salir de la trampa del endeudamiento".
Y agregó: "Los países industrializados deben abrir sus mercados y quitar sus elevadas aranceles, y los países africanos deben empezar a comerciar más entre sí".
Thomas Deve, otro activista de Harare, coincide con la postura de Meja.
"Tampoco soy optimista de que salga nada nuevo ni positivo de Hong Kong. El Consejo de Ministros no consiguió elaborar un documento consensuado de julio a esta parte. El director general de la OMC, Pascal Lamy, tampoco pudo generar ningún consenso", dijo a IPS.
Keet también teme que las autoridades chinas levanten un cerco en torno a las actividades de las organizaciones no gubernamentales representadas en esta nueva cumbre de la OMC.
"Va a estar todo muy controlado. Habrán muchas menos ONG en Hong Kong que las que hubo en la cumbre de Cancún" celebrada en 2003, dijo.
"La baja asistencia no deberá llevarnos a concluir que la gente ha perdido interés. Por eso es que debemos estar presentes allí. Debemos hacer que nuestras voces sean escuchadas", enfatizó Keet.