ELECCIONES-SRI LANKA: En la encrucijada

La ciudadanía de Sri Lanka acudirá este jueves a las urnas para decidir entre dos proyectos divergentes de país, y definir así, entre otros asuntos clave, las difíciles negociaciones de paz con los separatistas tamiles.

Según las últimas encuestas, las del jueves serán las elecciones más reñidas desde 1979, cuando este país de Asia meridional adoptó el sistema presidencialista.

Los favoritos son el primer ministro Mahinda Rajapakse y el líder opositor Ranil Wickremasinghe, quien también ocupó ese cargo entre 2001 y 2004. Ambos cerraron sus respectivas campañas el lunes y expresaron confianza en el triunfo.

"Cuando ganemos, por favor no dañen a los rivales. Tenemos que trabajar juntos ahora", dijo Wickremasinghe a una gran multitud en Wattala, al norte de Colombo.

Por su parte, Rajapakse también expresó confianza en que se convertirá en el quinto presidente de Sri Lanka. "Mi primera tarea como presidente el 18 de noviembre será bajar el precio de los fertilizantes" a 350 rupias, unos tres dólares, dijo el mismo día en la central ciudad de Kandy.
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Tanto Rajapakse, de la gobernante Alianza por la Libertad del Pueblo Unido (UPFA), como Wickremasinghe, del Partido Nacional Unido (UNP), cerraron la campaña en Colombo bajo estrictas medidas de seguridad.

"No tengo miedo. Tengo el coraje para poner fin a la pobreza y terminar con la guerra", aseguró Wickremasinghe en su discurso final.

Por razones de seguridad, Rajapakse debió suspender sus últimos dos actos públicos y dio su discurso final por teléfono.

"Ésta no es una batalla entre Mahinda Rajapakse y Ranil Wickremasinghe, ni entre el UPFA y el UNP, sino entre dos fuerzas" que quieren cambiar el país, señaló.

Los candidatos, ambos cingaleses y budistas, presentan propuestas muy diferentes en cuanto a reformas económicas o a las negociaciones con el grupo separatista Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE).

Más de 65.000 personas han muerto y unas 800.000 han sido desplazadas por la guerra civil que libra el LTTE desde 1983 para lograr la autonomía del norte y el este del país, donde los tamiles son mayoría.

Más de 70 por ciento de los 18 millones de habitantes de Sri Lanka son de la etnia cingalesa —la mayoría budistas— y 18 por ciento son tamiles, cuyos ancestros proceden del sur de India y que practican el hinduismo.

Wickremasinghe, como primer ministro, negoció con éxito en 2002 un cese del fuego con el LTTE. Ahora cuenta con el apoyo de más de 75 por ciento de los tamiles, minoría que podría ser clave para definir el resultado electoral de este jueves.

Por su parte, Rajapakse prometió mantener la unidad del país y forjó alianzas con partidos nacionalistas de línea dura en el sur del territorio, de mayoría cingalesa y dominado por el Frente de Liberación del Pueblo, conocido por su fuerte oposición al separatismo tamil.

Mientras Wickremasinghe predica una política económica liberal, Rajapakse se opone a la privatización del sector público y promueve el fortalecimiento del Estado, al que considera clave para proveer empleos.

El devastador maremoto del 26 de diciembre de 2004, que mató a 35.000 personas en este país y dejó a otras 500.000 sin hogar, fue considerado por la presidenta Chandrika Kumaratunga como una oportunidad para lograr la paz con el LTTE compartiendo la administración de la asistencia internacional a las zonas afectadas.

Pero su iniciativa fue bloqueada por los grupos pro-cingaleses que la calificaron de inconstitucional.

Hay temor de que los tamiles boicoteen los comicios en el norte y en el este del país, luego de que el LTTE señaló que las elecciones no ofrecían ninguna perspectiva de mejoría para esa minoría.

"No vemos la necesidad de aconsejar al pueblo tamil sobre las elecciones. Ellos están preocupados por su lucha diaria post-guerra y post-tsunami. El cambio de presidente es totalmente irrelevante", sostuvo el líder político de los Tigres, S.P. Tamilselvan, antes de reunirse con parlamentarios de la Alianza Nacional Tamil.

Tamilselvan señaló que los dos principales candidatos sólo buscan su victoria y han decepcionado a los tamiles. "La población tamil no ve ninguna diferencia entre los dos", señaló.

El proceso de paz entre Colombo y el LTTE se estancó en abril de 2004, cuando los Tigres se retiraron de la mesa de negociaciones tras la deserción del líder de la organización rebelde en el este, Vinayagamoorthi Muralitharan, alias "Karuna", quien huyó a zonas controladas por el gobierno.

El ex miembro de los Tigres reapareció públicamente la semana pasada apoyando la candidatura de Rajapakse.

El primer ministro "ha dicho que hará cambios al acuerdo de cese al fuego con el LTTE. Este es un asunto importante para nosotros", dijo Karuna a IPS.

Los Tigres no se han expresado públicamente a favor de ninguno de los candidatos.

Los medios de prensa pro-tamiles critican duramente a Rajapakse, aunque señalan que su eventual triunfo le daría al LTTE una excusa para abandonar un proceso de paz al que consideran inútil.

"Los planes carentes de visión, como los de Rajapakse, causarán confusión sobre la participación internacional en el proceso de paz", señaló en su editorial el periódico Uthayan, de la septentrional ciudad de Jaffna.

"En última instancia —concluyó Uthayan—, el triunfo de Rajapakse ayudaría a los tamiles a dejar de lado los esfuerzos de paz sin sentido, extendidos en el tiempo deliberadamente, y buscar un camino más productivo."

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