Los gobiernos de América Latina y el Caribe hacen nuevos trazos sobre el plan de acción que dibujaron hace dos años en Panamá, para convertir la cuestión ambiental en la tercera rueda del desarrollo, junto al crecimiento económico y la justicia social.
América Latina y el Caribe "deben ser punta de lanza en esta búsqueda de garantizar el planeta para las generaciones futuras", dijo la ministra venezolana Jacqueline Faría al instalar los trabajos que consumirán esta semana en el decimoquinto foro de ministros de Ambiente de la región.
El compromiso de los gobiernos latinoamericanos y caribeños con la vertiente ambiental del desarrollo es cada vez mayor, "lo que destaca si se considera que se requieren planes de largo plazo que, a su vez, consumen centenares de millones de dólares y es preciso buscar financiamiento", dijo a IPS Ricardo Sánchez, director regional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Un ejemplo es el estudio global ambiental (GEO, por sus siglas en inglés) y los planes de reforestación que es precisa hacer en Haití y que se enmarcan en programas de las Naciones Unidas para ese país por 900 millones de dólares, apuntó Sánchez.
Ya en Panamá el foro adoptó una especie de hoja de ruta, con ocho puntos, para medir su patrimonio ambiental, promover las energías renovables, tomar medidas para el manejo de sus recursos genéticos, de los cuerpos de agua, los asentamientos urbanos, monitorear el cambio climático y la relación entre ambiente, comercio y temas fiscales.
La reunión de Caracas tendrá como ejes temáticos la energía, con énfasis en la búsqueda de alternativas como la solar, la eólica, biomasa e hidroeléctrica de pequeñas centrales, el manejo de químicos, el turismo con acento ecológico y la gestión ambiental, compartida ésta entre gobiernos y comunidades.
El foro ministerial fue precedido de una reunión de grupos no gubernamentales que elaboraron algunas recomendaciones "con miras a que las agendas públicas sean equilibradas y busquen que los planes de desarrollo marchen sobre tres ruedas: crecimiento económico, justicia social y sustentabilidad ambiental", dijo a IPS Ana Lorena Gudiño, de la mexicana Misión Rescate Planeta Tierra.
Félix Chávez, del Foro Ecológico de Perú, enfatizó que la idea es "ser socios de los gobiernos, y no solamente en el discurso", tras lo cual deploró que en su país "no exista voluntad política para estructurar un consejo de desarrollo sostenible, que incorpore a las autoridades y a la sociedad civil en la adopción de líneas para ese desarrollo con tres ruedas".
En tanto, apuntó Chávez, las organizaciones no gubernamentales (ONG) buscan, desde que acudieron a la cita de Panamá en 2003, articular una red —incluso dotada de una secretaría regional permanente— que impulse los trabajos de las asociaciones civiles nacionales sobre temas específicos.
En el tema de manejo de químicos, las ONG recomendaron a los gobiernos que apoyen, en la primera conferencia internacional sobre la materia a realizarse en febrero de 2006 en Dubai, el enfoque estratégico para la gestión de químicos (SAICM, por sus siglas en inglés).
Entre los puntos más críticos se cuentan el de insistir en que la SAICM incluya medidas para eliminar, requerir sustitutos más seguros y brindar soluciones cuando un químico represente una amenaza inmanejable para la salud o el ambiente, y demandar medidas fiscales y recursos financieros para apuntalar toda la estrategia.
La tesis que gana terreno en el mundo en desarrollo es la que refiere a que de inmediato comience a desaparecer la producción y uso de químicos que son persistentes o bioacumulativos, o que sean carcinogénicos o tóxicos, con el objetivo de cesar totalmente su producción en 2020.
En cuanto a energía, un informe de las ONG presentes en Caracas recordó que "el actual modelo de desarrollo se basa en patrones de producción y consumo insostenibles, que promueven indefinidamente el uso de combustibles fósiles y megacentrales hidroeléctricas de gran impacto ambiental, social y cultural".
Por ello, solicitaron a los gobiernos "reposicionar y redefinir" la meta de que en las matrices energéticas nacionales se incorpore al menos 10 por ciento de energías renovables y no convencionales, como eólica, solar, biomasa, geotérmica, mareomotriz y de las pequeñas centrales hidroeléctricas.
Esa meta fue fijada por la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible, que se realizó en 2002 en Johannesburgo, Sudáfrica, y la adoptó el foro ministerial del año siguiente en Panamá.
Las ONG reclaman medidas de eficiencia energética, para adecuar la demanda a la tasa de crecimiento de cada país, fomentar la investigación, la educación y el intercambio de experiencias exitosas en la región, y establecer metas nacionales para revertir y evitar los procesos de deforestación, contaminación y alteración de cuencas hidrográficas.
En materia de turismo entregaron ocho recomendaciones, "comenzando por la de descentralizar la planificación en el nivel local y municipal, que se democraticen los espacios de decisión y que la sociedad civil participe en las definiciones de los grandes proyectos turísticos", señaló a IPS Esther Niehaus, del Foro Brasilero de ONG ambientalistas.
Niehaus puso como ejemplo "el nordeste de Brasil, donde existe un modelo insostenible de turismo de playa, animado por el capital extranjero, en áreas protegidas o frágiles que resultan impactadas al igual que las estructuras sociales".
En cuanto las relaciones Estados-ONG, "estamos a favor de un modelo de gestión ambiental compartida, fundamentada en los principios de corresponsabilidad, cogestión, que garantice espacios adecuados de información, consulta y participación directa de los ciudadanos en la toma de decisiones de los asuntos públicos relativos al ambiente".
El foro ministerial reúne a funcionarios de nivel técnico y administrativo desde el lunes hasta este miércoles, mientras que el jueves y este viernes congregará a los ministros o viceministros a cargo de la gestión ambiental en 29 países de la región, informó la secretaría del Pnuma.
