Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español. Así aprenden los escolares venezolanos el juramento fechado 200 años atrás y atribuido a Simón Bolívar.
El usted es el maestro y compañero de viajes del joven Bolívar, Simón Rodríguez, escritor a ratos con el seudónimo de Samuel Robinson, y quien ya anciano en 1850 habría dictado el texto del juramento al médico, diplomático y escritor colombiano Manuel Uribe Ángel, quien lo divulgó en 1883.
Bolívar murió en 1830 y su alusión al juramento que conserva la historia es una carta a Rodríguez del 9 de enero de 1824 en la que escribió: ¿Se acuerda usted cuando fuimos juntos al Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa la libertad de la Patria? (à) Aquel día de gloria eterna para nosotrosà.
El juramento fue proferido probablemente en ese monte romano el 15 de agosto de 1805, al que ascendieron en plan de excursionistas Bolívar, Rodríguez y otro venezolano, Fernando del Toro. La efemérides se ha incrustado en los debates sobre historia y política que vive la Venezuela gobernada por Hugo Chávez.
El mandatario lanzó el 15 de agosto el ciclo bicentenario de la independencia, que tendrá en 2006 un nuevo capítulo, al cumplirse 200 años del fallido desembarco del precursor Francisco de Miranda, quien proyectó una gran Colombia en América del Sur y diseñó la bandera amarilla, azul y roja de las actuales repúblicas Venezuela, Colombia y Ecuador.
Chávez, afecto a evocar a Bolívar en su discurso, ha prometido que seguirá en la política activa hasta el año 2021, bicentenario de la batalla de Carabobo, que definió la independencia de su país.
Pero ahora aprovechó para fijar un nuevo horizonte a su retiro, 2030, dos siglos después de la muerte del libertador, y cuando Chávez tendrá 76 años.
El presidente venezolano había previsto viajar a Italia para conmemorar este 15 de agosto la efemérides, pero desistió sin mayores explicaciones, mientras algunos de sus opositores recordaban que la fecha es ferragosto, el día festivo y caluroso de la península y cuando la población romana se abandona a las vacaciones.
En un acto que evocó en Caracas el juramento, y acompañado de titulares de los demás poderes públicos, Chávez improvisó uno nuevo: Nos comprometemos a no dar descanso a nuestros brazos ni reposo a nuestras almas hasta que nos hayamos liberado de las amenazas que sobre nosotros pesan por voluntad del imperio norteamericano, en referencia al gobierno de Estados Unidos.
En el campo de la historiografía, los expertos coinciden en que, según la costumbre de la época, es muy posible que Bolívar haya hecho el juramento, pero en cambio discrepan en cuanto a lo que dijo, en un país que según el historiador Germán Carrera Damas ha hecho del culto a Bolívar la religión oficial del Estado venezolano.
Guillermo Morón, miembro de la Academia de la Historia, dijo a IPS que el juramento es histórico, según la documentación disponible, pero el texto no. No es concebible que el joven Bolívar hubiese hecho un juramento con esos contenidos.
Según la historia oficial, Bolívar, recién cumplidos sus 22 años, comenzó diciendo ¿Conque éste es el pueblo de Rómulo y Numa, de los Gracos y los Horacios, de Augusto y de Nerón, de César y de Bruto, de Tiberio y Trajano?.
Luego, criticó a la civilización romana, pues pese a su grandeza, no hizo lo necesario para la emancipación del espíritu, la extirpación de las preocupaciones, el enaltecimiento del hombre y la perfección definitiva de la razón, y más adelante, volviéndose a su maestro, exclamó: Juro delante de ustedà.
En esa época no había grabador, ni Rodríguez era un taquígrafo consumado para haber conservado el texto íntegro durante 45 años, hasta que en 1850 lo reveló a Uribe, opinó el historiador y ex ministro de Educación venezolano Rafael Fernández Heres, autor de una biografía sobre Rodríguez.
Según Fernández Heres, más probablemente, el texto que conocemos es una invención de Uribe Ángel, quien dio a conocer la pieza en Bogotá en 1883, cuando se cumplieron los primeros 100 años del nacimiento del libertador.
Morón está convencido de que Bolívar no pudo producir semejante texto. No sólo por los conocimientos de historia antigua implícitos en esa redacción, sino porque transitaba un período de su vida enmarcado por su condición de viudo reciente y, esclavista en ese entonces, heredero de haciendas de las que debía ocuparse.
El historiador Elías Pino destaca que el tercero en el Monte Sacro, Fernando del Toro, primo del libertador, jamás se refirió al juramento que pudo ser redactado o inventado por Rodríguez, aunque es verdad que entonces estaban de moda los juramentos.
Morón señaló que el juramento recuerda el Salmo 132 de la Biblia, en el que David dice que no daré sueño a mis ojos ni reposo a mis párpados mientras no encuentre un lugar para construir el templo del Señor.
Mejores cosas escribió Bolívar y frases más elocuentes llegó a pronunciar, pero los oradores ramplones sienten que les suena mejor la voz cuando repiten la jaculatoria romana, señaló Pino, crítico de Chávez, a quien acusa de deformar la historia.
Antes de proclamarse socialista este año, Chávez presentaba siempre al maestro del libertador, a Bolívar y al guerrero liberal del siglo XIX Ezequiel Zamora como las tres raíces del árbol ideológico de su causa política.
El juramento pudo haber sido inventado o maquillado, pero no importa, porque se ha incorporado a la sensibilidad del país y a la región cívica que lo da como hecho cumplido, admitió Pino.
Fernández propone una salida sencilla: enseñémosle a los muchachos que Bolívar juró con energía liberar a la patria y lo cumplió, y Morón coincidió en que lo importante es que juraron en el Monte Sacro liberar la patria, y lo cumplieron. (