Los líderes de África austral fueron objeto de una fuerte presión esta semana de parte de la sociedad civil, que les exige resolver los problemas más acuciantes de la región, como el hambre, la mala gobernanza, las desigualdades de género y el sida.
Los 13 jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC) celebraron el martes y miércoles su reunión anual en la capital de Botswana, Gaborone, en este caso también para festejar los 25 años de la formación del grupo.
"Necesitamos una integración más rápida impulsada por el desarrollo económico. De otra manera, será muy difícil afrontar los problemas de la región", dijo a IPS Prince Mashele, investigador del Instituto para Estudios sobre Seguridad, con sede en Pretoria.
La SADC tiene entre sus objetivos primordiales crear un mercado común para 2016 y lograr la unión monetaria en 2020.
El vicecanciller de Sudáfrica, Aziz Pahad, dijo en conferencia de prensa el lunes en Gaborone que Angola, Mozambique y la República Democrática del Congo se habían convertido en las economías de mayor crecimiento en la región.
El producto interno bruto (PIB) de estos tres países creció 11 por ciento, 7,8 por ciento y 6,3 por ciento respectivamente.
"Botswana y Malawi también superaron la tasa de crecimiento económico promedio en la SADC, con una expansión del PIB de 4,8 por ciento y 4,9 por ciento respectivamente", señaló Pahad.
"El crecimiento económico en la SADC se aceleró notoriamente en 2004, cuando el PIB creció 4,1 por ciento. En 2003 había crecido 3,2 por ciento", destacó.
Pero, a pesar de este progreso, la gran escasez de alimentos sigue siendo de gran preocupación en África austral.
"Esta cumbre se celebra en momentos en que la mayor parte de la región enfrenta una sequía devastadora, que ha causado una importante reducción de las cosechas y un déficit de cereales", dijo el miércoles el presidente de Botswana, Festus Mogae.
"Ésta es una dura realidad que tenemos que enfrentar en forma colectiva. De otra manera, caeremos en un círculo vicioso", añadió.
Mogae asumió esta semana la presidencia rotativa de la SADC, que hasta ahora ejercía el primer ministro de Mauricio, Navinchandra Ramgoolam.
El mes pasado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas alertó que 10 millones de personas en África austral podrían necesitar urgente asistencia alimentaria para fines de este año.
El Consejo de Ministros de la SADC decidió el martes que Sudáfrica y Tanzania, que no están sufriendo escasez de alimentos, asumieran la mayor parte de los esfuerzos para combatir la crisis alimentaria en los demás países.
"Es importante que el proceso sea conducido por los propios países de la región, pero la colaboración de la comunidad internacional también es clave. Sudáfrica y Tanzania no pueden cumplir por sí solas con la ayuda alimentaria. La comunidad internacional también debe intervenir", señaló Mashele.
En ciertas ocasiones, la escasez de alimentos ha sido el resultado de la mala gobernanza. Zimbabwe es considerado uno esos casos.
El PMA calcula que 4,3 millones de los 13 millones de zimbabwenses necesitan ayuda alimentaria como consecuencia de la polémica política del gobierno de Robert Mugabe de expropiar las granjas de 4.500 agricultores blancos para entregarlas a campesinos de la mayoría negra.
El activista Gabriel Shumba, presidente del Foro de Exiliados de Zimbabwe, con sede en Pretoria, sostuvo que la SADC no ha logrado resolver los mayores problemas que aquejan a los zimbabwenses.
Gran Bretaña y Estados Unidos piden la renuncia de Mugabe, de 79 años y gobernante desde la independencia en 1980, luego de que se lo acusara de fraude en las elecciones de 2002 y de marzo de este año.
Además, el gobierno de Mugabe reprime duramente a los opositores, lo que también contribuye al éxodo de disidentes hacia países vecinos.
"Para ser honestos, los zimbabwenses perdieron fe en la capacidad de la SADC para democratizar la región", dijo a IPS el activista, quien asegura haber sido torturado en su país en 2003.
Por su parte, Mashele lamentó que la situación de Zimbabwe no haya estado en la agenda de la última cumbre de la SADC
"La crisis económica en Zimbabwe tendrá efectos en la región, sobre todo en Sudáfrica, y hay que recordar que una amenaza económica se traduce siempre en una amenaza a la seguridad", advirtió.
De hecho, las consecuencias de la turbulencia política y económica en Zimbabwe ya se sienten en los países vecinos, en los que hay una inundación de inmigrantes.
Botswana alberga a entre 800.000 y un millón de zimbabwenses, señaló Shumba, quien visitó ese país la semana pasada. Se calcula que en Sudáfrica hay unos 2,5 millones.
Sin embargo, Mashele también reconoció algunos avances dentro del gobierno de Mugabe.
"Sé que para muchos esto va a sonar fuera de lugar, pero creo que Zimbabwe también debe ser elogiado. Por primera vez en la historia, ese país tiene una mujer en la vicepresidencia", dijo el activista en referencia a Joyce Majuru, quien asumió el cargo en diciembre.
En 1997, la SADC se comprometió a lograr para 2005 que 30 por ciento de los cargos en el gobierno y en el parlamento sean ocupados por mujeres. Por ahora, sólo Mozambique y Sudáfrica han alcanzado la meta.