Más de 30 años después que Estados Unidos se retirara de un acuerdo de cooperación nuclear con India porque este país realizó una prueba atómica, ambos gobiernos acordaron reanudar la colaboración sobre energía nuclear de uso civil.
Una declaración conjunta emitida este martes en Washington por el presidente estadounidense George W. Bush y el visitante primer ministro indio Manmohan Singh dice que Estados Unidos trabajará ahora con amigos y aliados para ajustar regímenes internacionales a fin de permitir el pleno comercio de energía nuclear con India.
En esencia, esto significa que Washington aceptó a India como nueva potencia nuclear, aunque eufemísticamente la llama nación con avanzada tecnología nuclear.
El pacto también implica una dilución del actual régimen nuclear mundial, basado en el Tratado de No Proliferación Nuclear, que sólo reconoce a cinco potencias atómicas, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con poder de veto (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China).
Esos cinco países cruzaron el umbral nuclear antes de 1967, mientras que India sólo se autodeclaró potencia nuclear en mayo de 1998, cuando realizó su primera prueba atómica abierta.
En el acuerdo firmado entre Bush y Singh, Estados Unidos prometió vender materiales y equipos nucleares a India, y también involucrarla en avanzadas áreas de investigación.
Esto podría significar un papel para India en el Reactor Termonuclear Experimental Internacional, que experimentará con reacciones de fusión. La fusión libera energía mediante la aglomeración forzada de núcleos, a diferencia de la fisión, en que se dividen los núcleos para liberar energía.
A cambio, India asumirá las mismas responsabilidades y adquirirá los mismos beneficios y ventajas que otros países con avanzada tecnología nuclear.
Además de esforzarse para prevenir la proliferación mundial de armas de destrucción masiva, India tomará una serie de medidas para identificar y separar instalaciones y programas nucleares militares de los civiles.
Nueva Delhi también deberá presentar una declaración sobre sus instalaciones civiles a la Agencia Internacional de Energía Atómica y someterlas a sus normas, continuar con su moratoria unilateral de pruebas nucleares y trabajar con Estados Unidos para la conclusión de un tratado multilateral sobre materiales físiles.
El acuerdo también obliga a India a asegurar los materiales y la tecnología nuclear mediante leyes de control de exportaciones y mediante la adherencia a las pautas del Régimen de Control de la Tecnología Misilístia y al Grupo de Proveedores Nucleares, aunque no pertenece a ninguno de los dos.
En Estados Unidos existen profundas divisiones sobre la reestructuración del nuevo orden nuclear mundial para incluir a India.
Expertos como Ashley J. Tellis opinan que Washington debe integrar a India al régimen de no proliferación considerándola una potencia nuclear de facto y transfiriéndole tecnología nuclear, pero bajo salvaguardas.
Otros, como George Perkovich, creen que Estados Unidos y otros países no deben modificar el régimen de no proliferación nuclear para complacer el deseo de India de acceder a la tecnología nuclear.
El costo de faltar a la palabra dada a países como Japón, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Suecia y otros que renunciaron a las armas atómicas es demasiado alto, advirtió Perkovich.
Esos países son proveedores nucleares, que probablemente se resistirán a la flexibilización del régimen mundial de no proliferación.
También se prevé resistencia del lado indio.
El primer problema con el acuerdo es que no toma en cuenta que el espacio para una cooperación nuclear significativa entre India y Estados Unidos es muy limitado, señaló A. Gopalakrishnan, ingeniero nuclear y ex presidente de la Junta Regulatoria de Energía Atómica de India.
Estados Unidos no tiene actualmente conocimientos especializados en el diseño, la construcción, el funcionamiento, el mantenimiento de la seguridad de los reactores que India tiene o prevé incluir en su programa nuclear, observó.
Estados Unidos no posee reactores comerciales de agua pesada basados en uranio natural, que son la base del programa nuclear de India.
Además, la dependencia externa es inaceptable para muchas autoridades indias, en especial del Departamento de Energía Atómica.
En este Departamento creemos en la doctrina del autoabastecimiento y la independencia en asuntos nucleares, declaró una fuente del organismo, que solicitó reserva.
Sin embargo, en el pasado India importó clandestinamente tecnología o materiales nucleares de diversas fuentes, como Estados Unidos, China, la ex Unión Soviética, Rusia, Francia, Noruega y Gran Bretaña. (