Aunque Chile logró cobertura universal de enseñanza básica y media, aún debe mejorar la calidad educativa, aumentar la atención preescolar y, sobre todo, superar la desigualdad para que los más pobres alcancen rendimientos acordes a los estándares internacionales.
El diagnóstico del segundo seminario organizado por el Foro Nacional de Educación de Calidad para Todos, que congrega a 26 instituciones de todo el espectro institucional y social del país, será entregado a quien triunfe en las elecciones presidenciales del día 11 de diciembre.
La invitación del Foro fue a dialogar acerca del futuro de la educación chilena, con base sobre los compromisos adquiridos por Chile en encuentros internacionales y con el horizonte del bicentenario de la independencia, que se celebrará en 2010.
Esperábamos 200 personas y llegaron 400, dijo a IPS el director del Foro, Sergio Martinic, sobre la participación del seminario Pido la palabra: metas y esperanzas para la educación del bicentenario, el día 16 de este mes en Santiago.
El Foro, constituido en agosto de 2003, está integrado por universidades, centros de estudios, organizaciones no gubernamentales, asociaciones de padres y apoderados y organismos internacionales, además del Ministerio de Educación, el Colegio de Profesores y la Asociación Chilena de Municipalidades.
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La necesidad de constituir una instancia de este tipo surgió del Foro Mundial de Educación, realizado en 2000 en Dakar, Senegal, cuando 164 países, incluido Chile, acordaron dar inicio al programa mundial de Educación para Todos, cuyo propósito es la cobertura universal de la enseñanza primaria.
Chile ha dado importantes pasos en materia educativa. Hay voluntad política y la sociedad está muy motivada. Así lo demuestra la gran cantidad de gente que ha venido a este seminario un día sábado, de mucho frío, a discutir qué tipo de educación quieren, dijo a IPS la representante de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, María Luisa Jáuregui.
El viceministro de Educación, Pedro Montt, señaló que en los últimos 15 años se han creado las condiciones para hacer viable la educación primaria y secundaria para todos en el país.
Chile ya está en condiciones de cumplir las metas educativas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, planteados por la Organización de las Naciones Unidas en 2000.
El segundo de los ocho objetivos propone la universalización de la enseñanza primaria, y el tercero se refiere a eliminar las desigualdades de género en la educación básica y secundaria, preferentemente para este año, y en todos los niveles educativos para 2015.
Ahora entramos a la fase más delicada de la reforma (educativa), que tiene que ver con el proceso de interacción profesor-alumno, que es de orden cualitativo, intangible, microscópico, pero fundamental, señaló Montt.
Uno de los principales desafíos es lograr un mayor desarrollo profesional docente, lo que implica mejorar la formación inicial y en servicio de los profesores, y preocuparse de sus condiciones de trabajo.
También se planteó la necesidad de ampliar la cobertura de la enseñanza preescolar y de atender a los cuatro millones de chilenos que todavía no terminan su educación secundaria en este país de 15,3 millones de habitantes.
Para muchos, el mayor problema de fondo es la desigualdad del sistema escolar chileno, que se manifiesta en los dispares resultados de aprendizaje que obtienen en mediciones nacionales e internacionales los alumnos de establecimientos públicos y privados.
El presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez, señaló a IPS que la inequidad es consecuencia de que en la educación se está operando cada vez más en marcos de mercado, con una mirada abiertamente privatizadora.
Como base de discusión, en el seminario se dieron a conocer los resultados de una encuesta telefónica realizada por la Fundación Futuro, integrante del Foro, a 409 madres, padres y tutores, quienes opinaron acerca de la educación que reciben sus hijas e hijos.
Setenta y seis por ciento del total de encuestados expresó satisfacción con la enseñanza de sus hijos, y 79 por ciento consideró que la actual era mejor que la que le fue impartida.
Asimismo, 48 por ciento opinó que la educación debía ser gratis, 34 por ciento prefirió financiación del Estado para familias sin recursos, 16 por ciento, pagada de acuerdo al nivel de ingresos familiares, y dos por ciento sostuvo que el costo debía ser asumido íntegramente por los padres.
La gran mayoría de personas entrevistadas (80 por ciento) se mostró de acuerdo con la ley de subvención preferencial que obliga a los establecimientos subvencionados (privados, pero que reciben aporte estatal) a recibir 15 por ciento de alumnos considerados vulnerables.
Uno de los resultados de la encuesta que generó mayor preocupación fue el de la pregunta: ¿qué espera de la educación que recibe su hijo en el colegio? Cuarenta y tres por ciento contestó que pretendía preparación para entrar a la universidad, seguido por 22 por ciento, que aspiraba a la formación como persona y la transmisión de valores.
La investigadora Daniela Trucco, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, advirtió que la gran expectativa de las familias ante los estudios universitarios podría generar enormes frustraciones en el futuro.
En cambio, no sorprende la escasa vinculación familia-escuela revelada en la encuesta. Cuarenta y seis por ciento de los encuestados dijo participar mucho en el establecimiento de sus hijas e hijos, 44 por ciento dijo hacerlo poco, y 10 por ciento nada. La forma más común de acercarse a la escuela es la reunión de padres y apoderados.
La principal razón para no involucrarse, esgrimida por 85 por ciento de las personas, es la falta de tiempo. Esto es consecuencia de un modelo de desarrollo que privilegia la esfera del trabajo por sobre la familiar, lo cual dificulta el apoyo que las familias pueden brindar a maestras y maestros, según el presidente del Colegio de Profesores.
No obstante, hay que destacar la creación de los Consejos Escolares en establecimientos municipales y subvencionados del país, que estarán integrados por la dirección, el sostenedor (financista de colegios privados que reciben aportes estatales), una maestra o maestro elegido por sus pares, y quienes presiden los centros estudiantiles y de padres, dijo Pavez.
Esta iniciativa del gobierno, aprobada en 2004 por el Congreso legislativo y que se implementará en el segundo semestre de este año, aspira a que la comunidad educativa intercambie opiniones y propuestas sobre el mundo escolar, como aprendizajes, convivencia y seguridad.
Según Martinic, el Foro tiene dos objetivos específicos: elaborar un libro con las propuestas surgidas en el seminario, que harán llegar a la próxima presidenta o presidente de Chile, y difundir la iniciativa en todo el país.
En esa labor se encuentra la académica de la Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación, Violeta Acuña, quien pretende replicar el Foro en la región de Valparaíso (120 kilómetros al oeste de la capital), junto a un grupo de seis organizaciones locales.
Creemos que la forma en que se ha organizado el Foro puede contribuir a que las personas sientan que su opinión vale, dijo Acuña a IPS.
El Foro pretende transformarse en una especie de observatorio, capaz de velar por el cumplimiento de los compromisos asumidos por todos los actores educativos.
No se trata de participar por participar. Hay que estar siempre trazándose metas y trabajar mancomunadamente para lograrlas, señaló Martinic.
Esto exige que la sociedad en su conjunto esté comprometida, dado que el mejoramiento de la educación no sólo depende del Ministerio, sino de las universidades, los municipios, los establecimientos, los profesores, los centros de padres, concluyó.