DESARROLLO: Bush propone a Wolfowitz para liderar Banco Mundial

El viceministro de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz, arquitecto de una de las guerras más impopulares de la historia, es el candidato del presidente George W. Bush para presidir el Banco Mundial, la principal agencia de fomento al desarrollo del planeta.

Su nominación desató una ola de indignación entre activistas y expertos que lo acusan de unilateralismo, belicismo e irresponsabilidad en el manejo de los contratos para la reconstrucción de Iraq tras la guerra lanzada por Estados Unidos en marzo de 2003.

”Agradezco a los líderes mundiales que atendieron mis llamadas, en que les expliqué por qué pienso que Paul será un fuerte presidente del Banco Mundial”, dijo Bush este miércoles en conferencia de prensa.

”Les dije que él es un hombre de buenas experiencias. Ayudó a manejar una gran organización. El Banco Mundial es una gran organización. El Pentágono (Departamento de Defensa) es una gran organización. Ha estado involucrado en el manejo de esa organización”, dijo Bush.

El presidente de Estados Unidos describió a Wolfowitz, de 62 años, como un diplomático que demostró su capacidad en diversos cargos en el Departamento de Estado (cancillería) y como embajador en Indonesia en los años 80.

Además, es una figura ”comprometida con el desarrollo”, aseguró.

Wolfowitz integra el sector neoconservador del gobernante Partido Republicano, que ha dominado en la presidencia de Bush, iniciada en 2001, la política exterior de Estados Unidos.

Sus principales figuras se concentran en las oficinas civiles del Departamento (ministerio) de Defensa y en el círculo que rodea al vicepresidente Dick Cheney.

La propuesta fue aplaudida por el también estadounidense James Wolfensohn, el presidente saliente del Banco Mundial, y por Rodrigo Rato, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

”Si es confirmado por los países miembros, el señor Wolfowitz traerá al Banco sus impresionantes antecedentes de servicio público con amplia experiencia en el manejo de los asuntos internacionales, en particular en Asia y en Medio Oriente”, dijo el español Rato.

Tradicionalmente, el presidente del Banco Mundial ha sido un ciudadano estadounidense. Washington es el principal accionista de la institución multilateral.

La designación de Wolfowitz será sometida a un voto de rutina en la junta de directores ejecutivos del Banco.

Antes de ocupar la subsecretaría de Defensa, este político republicano fue durante siete años decano y profesor de la Escuela Paul H. Nitze de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

Organizaciones internacionales de la sociedad civil y de investigación sobre las operaciones de las instituciones multilaterales de crédito manifestaron desconcierto ante la propuesta de Bush.

”Su fuerte respaldo a la guerra de Iraq refleja tal desdén por el derecho internacional y por el enfoque multilateral para resolver conflictos que queda descalificado para encabezar esta institución”, declaró la Red Internacional de Ríos, organización que analiza las consecuencias ambientales de proyectos de desarrollo como los que patrocina el Banco Mundial.

Analistas de la sociedad civil pronostican una nueva fase de enfrentamiento entre el movimiento internacional por la justicia social y el Banco Mundial, uno de los principales símbolos del dominio estadounidense y europeo sobre la economía del planeta.

”A lo largo de su carrera, Wolfowitz no ha mostrado interés alguno en la reducción de la pobreza, la protección del ambiente y los derechos humanos”, dijo el director de políticas de la Red Internacional de Ríos, Peter Boshard.

”Su elección exacerbaría el actual contragolpe del Banco Mundial contra las preocupaciones sociales y ambientales, e iniciaría un nuevo periodo de conflicto con la sociedad civil”, agregó.

Wolfowitz estuvo detrás de la decisión de excluir a empresas no estadounidenses, incluso a las de los países aliados en la guerra contra Iraq, de los contratos por miles de millones de dólares hacia la reconstrucción del país árabe riquísimo en petróleo.

La medida desató una ola de furia internacional. Empresarios y activistas de todo el mundo acusaron a Estados Unidos de lanzar una guerra motivado por el afán de lucro.

Desde entonces, pesó sobre los contratos, asignados sin licitación pública, la acusación de favoritismo, corrupción, fraude y falta de supervisión en beneficio de empresas cercanas a personalidades del gobierno de Bush.

Cientos de millones de dólares son despilfarrados como consecuencia la falta de controles, indican organizaciones de la sociedad civil.

Wolfowitz es el arquitecto de muchas de las políticas de Washington luego de la invasión, y que dejaron la economía iraquí virtualmente bajo el control de empresas estadounidenses.

Entre ellas figuró una ola de privatizaciones, desregulaciones, mercantilización de la seguridad social y de los servicios públicos y el cese de los subsidios que permitían sobrevivir a millones de iraquíes.

”El rol de Wolfowitz en la economía de Iraq y de todo el mundo sugiere que empujará al Banco a concentrarse en las políticas de ajuste estructural, como privatizaciones y liberalización comercial indiscriminada, que no produjeron riqueza y exacerbaron la pobreza en todo el planeta”, dijo Neil Watkins, coordinador de la red estadounidense Jubilee, que promueve la condonación de la deuda externa de los países en desarrollo.

”La elección de Paul Wolfowitz es la más controvertida que podía haber hecho Bush”, sostuvo, por su parte, la directora de la campaña 50 Años Son Suificiente, Njoki Njoroge Njehu.

”Esto demuestra la seriedad con que Estados Unidos pretende imponer su voluntad hacia los países que obtienen préstamos en el Banco Mundial”, agregó.

La propuesta de Bush se suma a la designación de otro neoconservador, John Bolton, como embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Pero el economista Peter Timmer, del Centro para el Desarrollo Mundial con sede en Washington, consideró que Wolfowitz haría un buen papel al frente del Banco.

Cuando fue embajador en Indonesia, periodo en que el experto trabajó en el mismo país asiático, ”aprendió mucho sobre desarrollo”, aseguró Timmer.

”Tengo la sensación de que tiene desde entonces una idea de lo que debería ser una sociedad musulmana liberal. Honestamente, creo que sorprenderá a la gente con su eficacia”, dijo.

Timmer comparó lo que podría ser una presidencia del Banco Mundial a cargo de Wolfowitz con la de Robert McNamara, ex secretario de Defensa estadounidense durante el periodo más duro de la guerra de Vietnam.

McNamara fue el presidente del Banco Mundial que duró más en el cargo.

De todos modos, los opositores a la designación de Wolfowitz esperan una fuerte reacción europea en contra.

Pero la tradición indica que el presidente de Estados Unidos selecciona al presidente del Banco Mundial mientras los gobiernos europeos designan al director gerente del FMI.

No todos los activistas se muestran alarmados. ”Si se confirma la designación, no tendremos que trabajar tanto para convencer a la gente de que el Banco Mundial es un instrumento de la política económica y exterior de Estados Unidos”, dijo Soren Ambrose, analista de 50 Año Son Suficientes

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