En 1524 fueron transitados por el conquistador español Alejo García. Hoy, los senderos del Tapé Avirú son rescatados del olvido por científicos y autoridades gubernamentales de Paraguay y Brasil que intentan recuperar la cultura guaraní.
Esos senderos son una antigua red que los indígenas fueron tejiendo en su constante búsqueda de una Tierra sin Mal, y que unió lo que hoy es el sureño estado brasileño de Santa Catarina con los contrafuertes andinos peruanos, pasando por Paraguay y Bolivia.
Seminómadas, los indígenas guaraníes organizaban constantes migraciones que combinaban lo económico con lo religioso, explicó a Tierramérica el historiador Rubén Darío Lugo.
Por un lado, buscaban una tierra mítica en la que creían que no existía la maldad, una suerte de cielo, según la concepción cristiana, donde las personas vivían eternamente felices, agregó Lugo, licenciado en historia por la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
Pero las tribus también dejaban atrás tierras que ya no les ofrecían sustento, y buscaban metales preciosos como los que sabían que poseían los incas, aunque no para acumularlos como riqueza, sino porque para ellos el refulgente oro era el símbolo de algo divino, aseguró el investigador.
Cuando Alejo García naufragó en 1516 frente a las costas de lo que hoy es Santa Catarina, no le quedó más remedio que quedarse a vivir en la región, y ocho años después, tras aprender el idioma guaraní, salió al frente de una expedición de 2.000 indígenas hacia el Perú.
Guiado por los nativos, recorrió los actuales territorios de Paraguay y Bolivia, y logró sus ansiados tesoros, pero al regreso fue muerto por los propios guaraníes en lo que hoy es la ciudad de San Pedro de Ycuamandiyú, capital del norteño departamento paraguayo de San Pedro.
Desde enero de este año, la Secretaría Nacional de Turismo paraguaya (Senatur) está embarcada en un proyecto para transformar los senderos del Tapé Avirú en un recorrido turístico que ayudará a rescatar del olvido a la cultura guaraní y a revalorizar la historia de la Tierra sin Mal, dijo a Tierramérica Rosana González, doctorada en historia por la UNA.
González forma parte del equipo de profesionales que asesora a la Senatur e integró una delegación paraguaya que visitó Brasil a mediados de este año, para interiorizarse del trabajo que en idéntico sentido realizan sus pares brasileños con el Proyecto Peabirú.
Los brasileños nos llevan diez años de ventaja y están muy avanzados, destacó.
La historiadora dijo que Santa Catarina y el vecino estado de Paraná buscan atraer turistas con actividades que incluyen recrear lo que los investigadores piensan que fueron los itinerarios del Tapé Avirú.
La ruta prehispánica era señalizada, con referentes geográficos muy específicos, entre ellos ríos, cataratas y cerros, por ejemplo el Salto del Monday en la ciudad Presidente Franco o el Cerro Lambaré en Asunción.
Siguiendo los trazados de carreteras ya existentes, también proponen actividades de ecoturismo, contacto con comunidades nativas, recorridos por museos y explicaciones de la cosmovisión guaraní, agregó González, que destacó la idea de un planetario ambulante en el que se mostrarán las constelaciones identificadas por esta cultura.
Asunción y los gobiernos estatales brasileños estudian cómo integrar ambos proyectos.
Del lado paraguayo se pretende que los turistas recorran departamentos del este del país por los que pasó Alejo García, y tras una escala en Asunción, sigan hacia la árida región chaqueña del oeste.
Se está viendo la forma de que Bolivia también forme parte del recorrido, explicó González.
Los impulsores del proyecto Tapé Avirú solicitaron fondos a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), según Juan Manuel Prieto, asesor de Senatur encargado del seguimiento de los trabajos.
El proyecto fue presentado en junio en la sudoriental Ciudad del Este, fronteriza con la brasileña de Foz de Iguazú, y la Sociedad Geográfica Paraguaya organizó los días 23 y 24 de octubre una actividad de ecoaventura desde el cerro Tres Kandú, que es el más alto del país, al Itá Letra, donde hay inscripciones rúnicas precolombinas.
De ambos lados de la frontera, las autoridades han consultado sobre el proyecto a representantes guaraníes. En Brasil, según González, se logró apoyo siempre y cuando se respete su cultura y sus tradiciones.
Entretanto en Paraguay se consiguió la participación de Margarita Mbywangy, cacique de la etnia aché (de la rama tupí guaraní) de la nororiental localidad de Kuetuby.
Mbywangy nos ha proporcionado valiosas informaciones y dio una notable ponencia en el encuentro que tuvimos en Ciudad del Este, comentó Prieto.
Pero Tapé Avirú requiere un largo proceso, pues aunque ya tenemos identificadas varias estaciones del camino prehispánico de los guaraníes, faltan investigaciones para el trazado definitivo de los trechos, destacó..
Del lado paraguayo, juega en contra la falta de infraestructuras vial y hotelera, y es necesario pacificar varias zonas hoy azotadas por conflictos sociales, relacionados con reclamos de organizaciones de campesinos sin tierra, en el departamento de San Pedro.
* El autor es corresponsal de IPS. Publicado originalmente el 1 de enero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica