El maremoto que cobró más de 150.000 vidas en el sudeste y sur de Asia también amenaza los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre ellos el de reducir la pobreza extrema a la mitad para 2015.
Existe el gran riesgo de que ahora no se otorgue ayuda adicional a los países pobres, dijo a IPS Eveline Herfkens, coordinadora ejecutiva de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la campaña de las metas del milenio.
Herfkens, ex ministra de Cooperación para el Desarrollo de Holanda, señaló que la mayoría de los países europeos tienen un presupuesto de desarrollo fijo. Por tanto, hay un riesgo muy grande de desvío de la ayuda, de las inversiones a largo plazo en la gente pobre a la emergencia del maremoto, advirtió.
Hasta el miércoles, gobiernos e instituciones donantes, entre ellas el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, habían prometido 3.500 millones de dólares para operaciones de emergencia y obras de reconstrucción en los países arrasados por olas gigantescas el 26 de diciembre.
La asistencia de emergencia forma parte de la ayuda oficial para el desarrollo (AOD), en particular cuanto está dirigida a países del Sur, explicó Herfkens.
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Jan Egeland, subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, acusó a los países ricos de tacaños, porque la mayoría de ellos no cumplieron el objetivo de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la cooperación para el desarrollo.
Sólo cinco países han cumplido e incluso excedido ese objetivo, fijado por la Asamblea General de la ONU en 1970: Dinamarca (1,06 por ciento), Holanda (0,82 por ciento), Suecia (0,81 por ciento), Noruega (0,80 por ciento) y Luxemburgo (0,7 por ciento).
En una conferencia de prensa la semana pasada, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, también manifestó temor a que la asistencia financiera masiva para las víctimas del maremoto se transforme, paradójicamente, en un revés para los planes del foro mundial de alcanzar los objetivos del milenio e incrementar la AOD.
Los gobiernos donantes deberían responder a esta crisis sin restar recursos a la cuenta del desarrollo, porque muchos países ya están retrasados en el camino hacia las metas del milenio, que deben cumplirse antes del año 2015, advirtió Annan.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acordados por 189 países miembros de la ONU en septiembre de 2000, incluyen la reducción a la mitad de la pobreza extrema y el hambre, la universalización de la enseñanza primaria, la promoción de la igualdad de géneros, la mejora de la salud materno-infantil y el combate al sida y otras epidemias.
En septiembre de este año se realizará una segunda cumbre en la sede de la ONU, en Nueva York, para evaluar los progresos.
Según Annan, los países en desarrollo necesitan 50.000 millones de dólares adicionales por año para alcanzar esas metas, además del promedio de 55.000 a 60.000 millones que reciben cada año de donantes occidentales.
Pero es difícil que esa cantidad esté disponible, porque la mayoría de los países europeos tienen un piso y un techo fijos en sus presupuestos de desarrollo, a diferencia de Estados Unidos y Japón, señaló Herfkens.
Paradójicamente, subrayó, la región devastada por los tsunamis era la que más posibilidades tenía de alcanzar las metas del milenio.
En cuanto a Africa subsahariana, la región más pobre del mundo, se prevé que será la receptora de los incrementos previstos en la AOD, agregó la funcionaria.
La comunidad internacional debe desarrollar una estrategia de promoción de desarrollo a largo plazo, que incluya la cancelación de la deuda externa, gobernanza y comercio justo, instó Gabriel Odima, presidente del Centro de Africa para la Paz y la Democracia.
La ayuda a las víctimas del maremoto no debe proceder del mismo tarro que la ayuda para el desarrollo, observó el martes el diario The New York Times.
