CUBA-UNION EUROPEA: Distensión en horizonte cercano

La decisión del gobierno de Cuba de volver a normalizar sus contactos oficiales con la Unión Europea (UE), tras más de un año y medio de extrema frialdad, abre el camino hacia la distensión. Un cambio de rumbo que irritó a algunos opositores.

”Podemos decir que a partir de este momento Cuba ha restablecido los contactos oficiales a nivel del gobierno (…) con todos los países de la UE”, dijo este lunes el canciller Felipe Pérez Roque en ruede de prensa convocada sólo a ese efecto.

El titular de Relaciones Exteriores dijo que la normalización diplomática responde a la ”respetuosa solicitud” recibida en la última semana de los gobiernos de Luxemburgo, que preside la UE este semestre, de España y de Bélgica, así como del Comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel.

En reacción a esa demanda, La Habana restableció la comunicación oficial con las embajadas de Holanda, Eslovaquia, Polonia, República Checa y de la Delegación de la Comisión Europea, anunció Pérez Roque.

El pasado lunes 3, el jefe de la diplomacia cubana anunció que se reanudaban los contactos oficiales con Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Austria, Grecia, Portugal y Suecia, hecho que voceros de la UE consideraron positivo, pero insuficiente.

Al finalizar 2004, Cuba ya mantenía una relación más normal con España, Bélgica y Hungría.

Irlanda, Finlandia, Dinamarca, Chipre, Luxemburgo, Malta, Letonia, Estonia, Eslovenia y Lituania, carecen de embajada en esta isla caribeña, ”por tanto nunca tuvimos suspendidos los contactos”, señaló el canciller.

Pérez Roque reiteró que el gesto de su país responde a la decisión del Comité de Expertos sobre América Latina de la UE (Colat) de recomendar un cambio de postura hacia Cuba, incluida la suspensión de las invitaciones a opositores a los festejos nacionales en sus sedes diplomáticas de la isla.

”Esa rectificación abre el camino para que nosotros reevaluemos nuestras medidas de respuesta”, dijo Pérez Roque, quien calificó a los disidentes de ”mercenarios pagados y dirigidos por el gobierno de Estados Unidos”.

Las relaciones entre Cuba y la UE quedaron virtualmente congeladas luego que el bloque aplicó a La Habana, en junio de 2003, varias medidas de castigo por el arresto y condenas de hasta 28 años de cárcel impuestas contra 75 opositores en marzo y abril de ese año.

El Consejo de Ministros de la UE tiene previsto reunirse el 31 de este mes para analizar las recomendaciones del Colat de suavizar esas sanciones, que según algunos miembros del bloque resultaron ineficaces.

Sin embargo, esa reevaluación provoca en sectores de la disidencia cubana reacciones contrarias, que van desde el apoyo al abierto rechazo.

”El retorno al marco político es muy positivo”, señaló a IPS Manuel Cuesta Morúa, portavoz de Arco Progresista, una coalición de pequeñas agrupaciones de oposición moderada y cercanas a la socialdemocracia.

En su opinión, la nueva situación abre un contexto racional y de diálogo en las relaciones con Cuba, que permite a la UE ejercer una influencia favorable en materia de derechos humanos y democratización.

”Esta influencia es una sombrilla permanentemente abierta sobre la sociedad cubana que no debe ser cerrada jamás”, señaló Cuesta Morúa, quien restó importancia a la posible suspensión de las invitaciones a las fiestas nacionales.

”Para nosotros, lo importante era que no se descendiera en el nivel de reconocimiento político y eso está dado en el diálogo permanente y estructurado que piensa establecer la UE con sectores de oposición”, señaló el activista.

En tanto, Vladimiro Roca, vocero de la opositora Todos Unidos, consideró que el gobierno de Fidel Castro viene tratando desde hace tiempo de dividir a la UE y ”lo ha logrado”.

A la vez, Roca criticó fuertemente la política del bloque europeo, que en su opinión no responde a cuestiones de principios ni defiende ”la democracia ni el respeto de los derechos humanos, sino sus intereses, que son básicamente económicos”.

Este dirigente opositor desestimó también que el gobierno cubano tenga intenciones de ”abrir espacios democráticos” o de liberar a ”todos los presos políticos”.

De manera coincidente, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que funciona sin estatus legal, estimó en 294 los sancionados o procesados por motivos políticos en el país.

El informe semestral de esa entidad, encabezada por Elizardo Sánchez, incluyó entre los reclusos a 14 opositores del grupo de los 75 que fueron excarcelados por motivos de salud en 2004 con licencia extrapenal.

Al respecto, Sánchez alertó que ese permiso ”puede ser revocado en cualquier momento por una simple e incontestable decisión policial”.

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