SAHARA OCCIDENTAL: Reclamo de mayor compromiso a España

La capital española será escenario este sábado de la marcha convocada por la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui, para reclamar al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que asuma su responsabilidad para la descolonización del Sahara Occidental.

Un portavoz de la cancillería española señaló a IPS que se respetará esa expresión y que la administración del socialista Zapatero mantendrá ”una implicación activa para que se llegue a una solución basada en el diálogo entre las partes”.

Pero aclaró que ”no corresponde a España resolver el problema, sino apoyar soluciones dialogadas y facilitar una dinámica que permita a las partes resolver ”definitivamente” el conflicto en el marco de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)”, aplicando su resolución 1541.

Brahim Gali, miembro del secretariado nacional del Frente Popular de Liberación de Saguia al Hamra y Río de Oro, más conocido como Frente Polisario de Liberación (FPL), al preguntarle si se mantendrá el cese del fuego en la zona, declaró a IPS que ”las dos hipótesis están abiertas, la de la paz y la del retorno a la guerra, en proporciones iguales”.

”Que se mantenga una o que volvamos al combate depende en gran medida de la seriedad de la comunidad internacional, que debe presionar a Marruecos para que cumpla las resoluciones de la ONU y la legalidad internacional”, añadió.

Ese reclamo de mayor presión mundial será el punto destacado del manifiesto que este sábado entregarán en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España los manifestantes, informó José Taboada, presidente de la Coordinadora convocante.

El 28 de octubre, el Consejo de Seguridad del foro mundial prorrogó hasta el 20 de abril de 2005 el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso).

El texto de la resolución del Consejo apoya de manera implícita el llamado ”plan Baker”, en referencia al estadounidense enviado especial de la ONU, puesto que recuerda las resoluciones 1495, de julio de 2003, y 1541, de abril de 2004, en las que éste se respaldaba, pero no menciona explícitamente este programa, que fue apoyado por Argelia y el FPL, pero rechazado por Marruecos.

El proyecto plantea una autonomía transitoria del Sahara Occidental dentro de Marruecos durante un máximo de cinco años, seguida de un referéndum de autodeterminación. Bali confirmó que el Frente Polisario de Liberación continúa apoyando el plan Baker y aclaró que ”quien se resiste a cumplirlo es Marruecos”.

Para el régimen marroquí, cualquier solución debe tener en cuenta su integridad territorial, dentro de la que incluye al Sahara Occidental, al que oficialmente define como ”Sahara marroquí”.

La marcha, que atravesará el centro de la capital española hasta llegar a la sede de la cancillería, fue convocada bajo el lema ”Sahara, 30 años bastan. No más traiciones”, por coincidir en realidad con el 29 aniversario de la firma de los acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que España se desentendió del territorio que hasta ese momento era colonia suya.

En esa oportunidad el gobierno del dictador Francisco Franco (1939-1975) no procedió a una descolonización ordenada, sino que retiró sus tropas de allí y admitió que parte del territorio quedara bajo soberanía marroquí y parte de Mauritania.

Posteriormente Mauritania también se retiró y el territorio quedó en su mayor parte controlado por Marruecos y otra parte, limitando con Argelia, por el Frente Polisario de Liberación.

La marcha, tras recorrer dos kilómetros llegará al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde la escritora Lucía Etxeberría leerá un manifiesto en el que se insta al gobierno a que le exija a Marruecos el cumplimiento ”de los compromisos adquiridos en el Plan de Paz” y el respeto a ”los derechos humanos en las zonas ocupadas del Sahara Occidental mientras estén bajo la ocupación militar marroquí”.

Por otro lado, la plataforma ”Escritores por el Sahara” hizo un llamamiento al mundo de la cultura para que apoye y difunda la iniciativa, haciéndose presentes en las manifestaciones y difundiendo la convocatoria de la misma ”en todos los rincones de la sociedad”.

En 1991, al designarse al estadounidense James Baker como enviado especial de la ONU para buscar una salida pacífica, el FPL y Marruecos acordaron un cese del fuego, que se mantiene hasta la actualidad.

Las posibilidades de diálogo están cifradas en esa iniciativa de la ONU, denominada Minurso, conocida como ”Plan Baker”, que tras largas negociaciones no prosperó y que ahora se intentará poner en marcha otra vez. Para ello, la ONU designó ahora al español Alvaro de Soto como su representante especial, en reemplazo de Baker.

El canciller español, Miguel Angel Moratinos, un diplomático experimentado en el mundo árabe, señaló que no se debe demorar en desbloquear el conflicto, pues lo considera ”un asunto vital” para el futuro del Magreb (Marruecos, Argelia, Túnez y Libia) y sus relaciones con la Unión Europea.

El Sahara Occidental fue colonia española hasta 1975, cuando una resolución de la ONU dispuso su descolonización. Dos años antes se constituyó el Frente Polisario de Liberación, con apoyo del gobierno de Argelia.

España retiró sus tropas y autoridades, pero su lugar lo ocupó Marruecos, que reivindica su soberanía sobre ese territorio.

A fines de los años 80 Marruecos terminó de levantar un muro de 2.500 kilómetros de largo, ocupando la mayor parte del Sahara Occidental y quedando bajo control del FPL una pequeña zona, al este del muro, que limita con Argelia y Mauritania y donde creó la República Arabe Saharaui Democrática (RASD).

Argelia y Marruecos no ocultan sus diferencias sobre el tema. Argel, que apoya política, económica y militarmente al FPL, demanda la independencia del Sahara Occidental, mientras que Rabat se opone con la misma contundencia.

La ex colonia española dispone de una gran riqueza natural en fosfatos, uranio, hierro, gas natural y petróleo, además de una vasta zona marítima muy rica en pesca, en las costas del océano Atlántico.

Marruecos ya ha firmado acuerdos para la explotación de petróleo en la zona con las empresas Total Fine Elf, de Francia, y Kerr Mc Gee, de Estados Unidos. La RASD, por su parte, suscribió uno con la británica Fusion Oil para evaluar las reservas de petróleo y gas sobre el territorio que controla, de 210.000 kilómetros cuadrados.

Según el plan Baker, que intentará volver a poner en marcha Alvaro de Soto, se deberán convocar comicios para elegir las autoridades autónomas del Sahara Occidental, que pasaría a ser una región autónoma dentro de Marruecos por cinco años.

Al cabo de ese plazo se convocaría un referéndum de autodeterminación, en el que los votantes podrían optar por mantener la zona como región autónoma o por su constitución como estado independiente. Marruecos acepta la primera parte, pero no la segunda, en tanto que el FPL acepta ambas.

Uno de los grandes problemas reside en el derecho de voto. Según el plan de la ONU, actualmente en ”invernadero”, en esas elecciones podrían participar los mayores de 18 años reconocidos como votantes por la Misión de la ONU en las tareas que ese organismo finalizó el 30 de diciembre de 199, unas 86.000 personas.

También podrían hacerlo los saharauis refugiados en Tinduf, Argelia, y en otros países y que estén inscriptos en la Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y que son otro tanto, o sea que sumarían unos 170.000 votantes.

Además se les reconocería ese derecho a quienes residan de manera continua en la zona desde diciembre de 1999, residencia que debería ser testificada por lo menos por tres personas ”creíbles” o con pruebas documentales, según el mandato de la ONU.

Esta es una de las condiciones más objetadas por el FPL, pues permitiría votar a marroquíes no originarios ni descendientes de familias saharauis y que se trasladaron allí después de la retirada española.

Asimismo, Marruecos manifestó objeciones al padrón, presentando unos 150.000 recursos al censo elaborado por la Minurso.

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