En Asia hay cada vez más medios de comunicación, pero sigue siendo el lugar más peligroso para el trabajo periodístico, según Reporteros Sin Fronteras (RSF).
En la clasificación de países con mayor libertad de prensa que elabora esta organización internacional todos los años, los países de Asia oriental y de Medio Oriente se ubican en las posiciones más bajas.
Corea del Norte cierra la lista en el puesto 167, mientras que Birmania se ubica en el 165, China en el 162, Vietnam en el 161, Laos en el 153, Arabia Saudita en el 159, Irán en el 158, Siria en el 155 e Iraq en el 148.
En esos países, la libertad de prensa es simplemente inexistente y los periodistas están sometidos a represión y censura cotidianas. Allí no están garantizadas ni la libertad de información ni la seguridad de los periodistas. En Iraq, la guerra que perdura es la más asesina de los últimos años para la profesión (44 periodistas han sido asesinados desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2003), indica RSF.
El continente asiático además está caracterizado por las contradicciones.
Filipinas es uno de los países de Asia con mayor libertad de expresión, pero no es el más seguro para los periodistas. En este archipiélago de Asia sudoriental murieron ocho reporteros este año, uno más que en 2003.
Bangladesh, Nepal, Pakistán y Sri Lanka fueron otros países asiáticos donde murieron periodistas por cumplir con su trabajo, señala el Indice Mundial de Libertad de Prensa, divulgado la semana pasada.
El número total de periodistas asesinados este año en Asia es de 44, cuatro más que en 2003 y 18 más que en 2002, según RSF.
Asia también se destaca por ser el continente con mayor número de periodistas en prisión. Este año fueron llevados a la cárcel 128 reporteros asiáticos por ejercer su profesión.
El país donde hay más periodistas encarcelados es China, con 26. En Birmania hay 11 y en Vietnam tres.
Había esperanza a fines de los años 90 de que la situación en la región mejoraría, pero eso se convirtió en desilusión, dijo a IPS el representante de RSF para Asia, Philippe Latour.
El pequeño avance del que fuimos testigos en aquel entonces ahora se ha estancado, y no creo que las cosas mejoren en lugares como Birmania, añadió.
Por su parte, la activista Kulachada Chaipipat, de la Alianza Periodística de Asia Sudoriental, indicó a IPS que los reporteros son con frecuencia amenazados por gobiernos, poderosos empresarios e incluso jueces.
Lo que es peor, los ataques contra los periodistas permanecen en la mayor impunidad. Nunca hemos visto que las personas que estuvieron detrás de los asesinatos de periodistas en Filipinas fueran llevadas a la justicia, dijo Chaipipat.
La debilidad del Poder Judicial en algunos países de Asia ha permitido que se cometan todo tipo de violaciones a la libertad de prensa y se censure a algunos medios, añadió.
La última víctima fue Bambang Harymurti, el editor de la revista Tempo, una de las principales de Indonesia.
El periodista fue sentenciado en septiembre a un año de prisión por haber difamado a un empresario en un artículo donde manejaba datos que lo vinculaban con un incendio intencional que destruyó un mercado textil en Yakarta el año pasado.
El fallo contra el periodista fue una vergüenza, escribió Kavi Chongkittavorn, editor y columnista del diario tailandés The Nation.
Va en contra del vibrante proceso de democratización iniciado en Indonesia desde la caída de (la dictadura del general Alí) Suharto, en 1998, sostuvo Chongkittavorn.
Es imperativo que la comunidad periodística regional trabaje unida para garantizar que los gobiernos anulen las leyes sobre difamación que atentan contra la libertad de prensa, añadió.
RSF señaló que en todo el continente asiático son cada vez más frecuentes las paradojas como las de Filipinas e Indonesia, donde a la par de una mayor prédica sobre la libertad de expresión crecen los ataques contra los medios.
Por ejemplo, Singapur, por lejos el país más industrializado y rico de Asia sudoriental, es uno de los que tiene peor desempeño en materia de libertad de prensa.
La situación en Singapur es similar a la de Laos y Vietnam, señala RSF.
En estos países, la prensa independiente no existe o es perseguida y censurada todos los días. La libertad de información y la seguridad de los periodistas no están garantizadas, indica el informe.
Por el otro lado, los dos países más pobres de Asia sudoriental, Timor Oriental y Camboya, se ubican entre las naciones del continente con mejor ambiente para el periodismo, en el puesto 65 y 109 respectivamente de la clasificación.
Singapur es hostil a los medios de prensa. Hay un monopolio sobre la prensa, y la compañía que la controla está vinculada con el Estado. Por eso hay muchos asuntos que son tabú, dijo Latour.
La situación es un poco mejor en Camboya, donde existen algunos límites a la libertad de expresión pero al menos hay más espacio para que funcione la prensa, añadió.
China también sigue la paradoja del continente, según RSF, pues, a pesar de que cuenta con cada vez más medios de prensa, el Partido Comunista sigue usando la violencia para ponerles freno.