CHILE: Trabajadores contra el libre comercio

Trabajadores de diversos sectores productivos denunciaron este sábado en el Foro Social Chileno, que se realiza paralelamente a la XII Cumbre de APEC en la capital del país, los negativos efectos sobre sus condiciones laborales de los tratados de libre comercio.

La liberalización del comercio es una de las metas principales de APEC (siglas en inglés del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), que reúne a Australia, Brunei, Canadá, Corea del Sur, China, Chile, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa-Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taiwán y Vietnam.

El presidente chileno Ricardo Lagos y su par chino Hu Jintao anunciaron hace dos días en Santiago el inicio de conversaciones para un tratado bilateral de libre comercio, y lo mismo se proponen hacer los miembros del foro Asia-Pacífico, creado en 1989, al terminar este domingo su cumbre, que se realiza por primera vez en Chile.

”Una economía abierta como la que tenemos ha significado alta competitividad de las empresas chilenas, con graves costos para los trabajadores”, dijo a IPS la directora del no gubernamental Programa de Economía del Trabajo, Carmen Espinoza.

Entre esas secuelas están la progresiva disminución de las remuneraciones, las olas de despidos en numerosas empresas que cerraron sus puertas porque no podían competir, y la enorme cantidad de trabajadores por cuenta propia que hay actualmente en el país, adujo.

”La vida de la familia chilena en las últimas tres décadas ha sufrido un cambio brutal. En 1973 éramos el segundo país con mejor distribución de la riqueza de América Latina, y hoy somos el segundo país con peor distribución, sólo superados por Brasil”, apuntó Espinoza.

El deterioro laboral fue tratado en uno de los 186 paneles de debate organizados por el Foro Social Chileno, que reúne a más de 200 organizaciones sociales de todo el país. El encuentro, que finaliza este domingo, fue inaugurado el viernes con una multitudinaria marcha que culminó con incidentes entre manifestantes y la policía.

Bajo el lema ”Otro mundo es posible, otro Chile también”, este encuentro expresa un rechazo al modelo neoliberal imperante en el mundo, y a su expansión mediante tratados de libre comercio, y postula una globalización solidaria, centrada en la diversidad, los derechos humanos, la justicia social y la soberanía de los pueblos.

La representante de la Central Autónoma de Trabajadores de Chile, Magdalena Castillo, compartió su experiencia como empleada de la transnacional de calzado Bata, de capitales canadienses, que se vio perjudicada con la apertura económica de Chile al exterior en los años 90.

De los casi 6.000 trabajadores con que contaba esa empresa en 1996 hoy quedan sólo 1.400. Además, se ha contratado mayoritariamente a jóvenes, a quienes se paga el sueldo mínimo, de unos 200 dólares mensuales, refirió Castillo, quien agregó que a los operarios se les exige ser ”polifuncionalidad”, o sea ejecución de muchas y diversas tareas.

El dirigente sindical de la Viña San Pedro, Mario Olivares, se refirió a las condiciones laborales de las personas que trabajan en el sector vitivinícola, uno de los más pujantes de la economía chilena y que es mostrado como ejemplo en APEC.

”La Viña San Pedro, una de las empresas chilenas líderes en la exportación de vinos, exige a sus empleados largas y extenuantes horas de trabajo, con turnos rotativos y sueldos mínimos”, señaló Olivares.

Las empresas vitivinícolas realizan la recolección de uvas con temporeras (trabajadoras temporales) bajo formas de subcontratación, mientras en el medio rural desaparece el inquilinato, antigua modalidad que permitía que los trabajadores vivieran en los fundos (haciendas), donde podían criar sus animales y cosechar sus propios alimentos.

Mauricio Díaz, delegado de la Federación Unión Bancaria, criticó la rebaja de los salarios que han sufrido los empleados de los bancos establecidos en Chile y la gran cantidad de tareas distintas que deben asumir como consecuencia de la eliminación de puestos de trabajo.

”Esto se torna más grave si se considera que en los últimos años se ha registrado una rentabilidad bancaria nunca antes vista en el continente”, indicó.

Díaz lamentó la poca conciencia que tienen los propios empleados de los abusos a los que son sometidos. ”La gente cree que las injusticias y arbitrariedades son normales. Ya ni se dan cuenta que están siendo explotados”, aseguró.

En ese mismo sentido, Carlos Aguilar, representante de una institución ecuménica de Costa Rica que se opone a los tratados de libre comercio, llamó a los chilenos a crear un frente de lucha latinoamericano en contra de los acuerdos comerciales.

Aguilar destacó que en casi todos los países de la región hay organizaciones opuestas a los TLC y que otro tanto ocurre en agrupamientos subregionales como el Mercado Común del Sur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y la Comunidad Andina de Naciones, que reúne a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

El dirigente costarricense abogó por hacer surgir de este foro el germen para un frente continental de organizaciones críticas de los tratados comerciales.

Chile es el segundo país de América Latina con más tratados y acuerdos comerciales, sólo superado por México, y el gobierno del presidente chileno Ricardo Lagos mantiene negociaciones para nuevos convenios con China, India y Nueva Zelanda.

La representante del Centro de Responsabilidad Social Corporativa de Corea del Sur, Young-Ok Chang, invitada también al debate, expresó la molestia que existe entre los agricultores de ese país por el tratado de libre comercio firmado con Chile, que entró en vigencia en abril de este año.

Según la activista, ese acuerdo perjudicará enormemente a los pequeños productores en beneficio de las grandes transnacionales que, según señaló, controlan la producción agrícola sudcoreana.

Young-Ok instó a los asistentes a preocuparse del destino que tiene el dinero que cada uno invierte al comprar ropa, alimentos o cualquier otro producto. ”La idea es que elijamos artículos hechos por empresas que aportan socialmente, es decir, que protegen el ambiente y respetan los derechos de los trabajadores”, explicó.

El chileno Hernán Méndez, presidente de la Confederación de Trabajadores del Comercio, criticó el discurso oficial que muestra ante esta cumbre a un Chile floreciente, lo cual a su juicio no corresponde a la realidad de los trabajadores.

”En la APEC no están representados los trabajadores, no estamos considerados. En Chile no ha habido 'chorreo'. Sólo recibimos lo que nos quieren dar”, recalcó, contra la tesis neoliberal de que en una economía de mercado el crecimiento económico genera automáticamente aumentos de ingresos de toda la población.

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