JUEGOS PARALIMPICOS: Cuando el deporte hace ciudadanos

El deporte tiene un valor crucial para los discapacitados, como vía para ejercer una ciudadanía plena. En los recién concluidos XII Juegos Paralímpicos, atletas latinoamericanos ensancharon ese camino, a cambio de un limitado respaldo oficial.

Brasil y México obtuvieron 33 y 34 medallas, respectivamente, 14 de oro para cada uno, en los Juegos celebrados entre el 17 y el 28 de septiembre en Atenas.

En los Juegos Olímpicos de este año, el mes anterior, con gastos y delegaciones muy superiores, ambos países tuvieron un desempeño pobre. Brasil ganó diez medallas y México solo cuatro.

La estatal Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte de México gastó 3,3 millones de dólares para apoyar a los atletas discapacitados y seis veces más con los olímpicos. Brasil envió más de 400 atletas a los Juegos Olímpicos convencionales y sólo 98 a las Paralimpíadas.

Bastó un respaldo limitado, aun insatisfactorio a juicio de deportistas discapacitados y expertos, para que estos dos países se destacaran, ocupando el decimocuarto y decimoquinto lugares en 136 países, por cantidad de medallas conquistadas.

Es acelerado el ascenso de Brasil y México, los dos países latinoamericanos mejor colocados en Atenas. En 1996, en la ciudad estadounidense de Atlanta, habían ocupado las posiciones 37 y 31, respectivamente, con 13 y cuatro preseas.

Pero en el año 2000, en la ciudad australiana de Sidney, treparon al decimoséptimo y vigésimo cuarto lugares, México con 34 medallas y Brasil con 22.

Otros importantes países latinoamericanos que aún conceden escasa atención al deporte de los discapacitados presentan desempeños lamentables. Es el caso de Argentina, que quedó en el lugar 61, con apenas dos medallas de plata y dos de bronce.

Tampoco Cuba luce, al contrario que en los juegos convencionales, como la única potencia olímpica latinoamericana: solo obtuvo once medallas en las Paralimpíadas de Atenas, quedando en el lugar 43.

Pero el avance de los países en desarrollo es notorio en los deportes de discapacitados, en desmedro de los desarrollados.

Los países más ricos que componen el Grupo de los Siete (G-7, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), dominantes en la economía mundial, mantienen una hegemonía total, pero bajaron de 585 medallas en Sidney a 478 en Atenas, una reducción de 18,3 por ciento.

La mayor parte de esas ”pérdidas” se debe a China, que avanzó de 73 medallas hace cuatro años a 141 ahora. Pero hay que considerar que un país rico como Australia había logrado 149 preseas cuando fue anfitriona de los Juegos Paralímpicos, y sólo consiguió 100 medallas en esta ocasión.

La tendencia favorable a los países en desarrollo debe mantenerse y acentuarse si sus gobiernos deciden apoyar más al deporte, dijo a IPS Raniero Bassi, suizo de 48 años que vive en Brasil, es parapléjico y entrenador de básquetbol en silla de ruedas.

El deporte tiene una importancia vital para los discapacitados, es su ”vía para hacerse ciudadanos, para integrarse a la sociedad”, opinó. Bassi atestigua numerosos casos de personas rescatadas para una vida productiva y afectiva plena, gracias a la práctica de una actividad deportiva.

La población y los propios discapacitados desconocen esa potencialidad, sostuvo, ejemplificando con su propia experiencia como parapléjico desde los 18 años.

La divulgación que lograron las Paralimpíadas de Atenas, por primera vez con una amplia cobertura de la televisión brasileña, abrió nuevas perspectivas que se reflejarán en los resultados de Beijing, la próxima sede de los juegos en 2008, señaló Bassi.

”Quizás Iraq envíe a Beijing una delegación importante”, porque la guerra produce muchos discapacitados, comentó.

Con alguna inversión, los países en desarrollo pueden ascender en las Paralimpíadas pues tienen una numerosa población discapacitada.

En Brasil, por ejemplo, según el censo de 2000, hay 24,5 millones de discapacitados, o 14,5 por ciento de una población total que llega ahora a 178 millones de personas.

”Tenemos talento, no tecnología”, dijo Bassi. Por ello los países pobres producen campeones en pruebas individuales o juegos colectivos que no exigen equipos costosos.

Natación, atletismo y fútbol son los ejemplos. Pero en el básquetbol, que requiere sillas de ruedas muy caras, los países ricos tienen la ventaja pues disponen de equipamiento más sofisticado, técnicamente mucho mejor, comparó Bassi.

El gobierno mexicano estimuló a sus ”para-atletas” con premios de 4.470 a 17.700 dólares, según la medalla conquistada. Pero los ”capacitados” tuvieron premios cinco a 10 veces superiores. En Brasil, los campeones son alentados a seguir en carrera con becas de unos mil dólares mensuales.

No se puede esperar el mismo apoyo concedido a los olímpicos, ”porque eso no puede ser, no es la realidad”, admitió Nelson Vargas, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.

La atleta Ana Gabriela Guevara, quien obtuvo en los Juegos Olímpicos de Atenas una presea de plata en 400 metros llanos, despertó honda indignación al declarar que las medallas paralímpicas no valen lo mismo, porque ”son más fáciles” de conseguir.

Algunos atletas paralímpicos dijeron que la discapacidad de Guevara es más grave que la de ellos.

Los logros paralímpicos son relevantes y el nivel competitivo está subiendo mucho, aunque no se compara aún con el de los olímpicos, dijo a IPS Luis Martínez, preparador físico de jóvenes deportistas amateurs.

El mejor desempeño paralímpico se debe, en su opinión, a que los deportistas actúan sin muchas presiones de los medios de comunicación y tienen un espíritu forjado en un esfuerzo más intenso que el de los deportistas convencionales.

La floja exhibición de Argentina se explica por un escaso respaldo gubernamental, dijo a IPS Alberto Nattkemper, presidente de la Federación Argentina de Deportes para Ciegos.

Nattkemper y su equipo de deportistas viajaron 34 horas para llegar a Atenas, por un vuelo más barato, y ellos mismos tuvieron que cargar su equipaje hasta el alojamiento para competir casi de inmediato, sin descanso.

Con todo, el quinteto de fútbol para ciegos logró la medalla de plata en una final definida por penales frente al equipo brasileño, que se quedó con el oro.

China se destacó porque apoya a sus atletas más que ningún otro país. En América Latina sobresalen en ese aspecto Brasil, Cuba y México, señaló Nattkemper, revelando su admiración por Sudáfrica, una potencia paralímpica desde hace años.

* Con aportes de Marcela Valente (Argentina) y Diego Cevallos (México).

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