IRAQ: Gobierno interino quiere cobrar sus cheques

El gobierno interino de Iraq no pretende que los donantes reunidos en la capital japonesa le asignen nuevos fondos, sino que entreguen los que ya han asignado a la estabilización y reconstrucción del país.

Se trata de un ruego desesperado, pues los atentados con bombas, los secuestros y las emboscadas se convierten en un dato habitual de la vida diaria de los iraquíes.

”La reunión pone énfasis en el proceso de reconstrucción de Iraq y alienta el involucramiento en el proceso a través de los ministerios iraquíes y de organizaciones no gubernamentales”, dijo el ministro de Planificación y Cooperación para el Desarrollo, Mehdi Hafedh.

”Hemos acordado varios acuerdos sobre cómo acelerar el proceso de implementación” de los proyectos y aportes financieros ya acordados, sostuvo Hafedh.

El viceprimer ministro Barham Saleh sostuvo que la asistencia en el corto plazo será clave para destruir las causas del terrorismo. ”También es el único camino para construir un futuro sustentable y perdurable para nuestro pueblo”, agregó.

Se trata de la cuarta reunión de donantes desde la caída del régimen de Saddam Hussein en abril de 2003 y la primera desde la ”entrega de la soberanía” iraquí de manos de la ocupación estadounidense a un gobierno interino que ésta designó.

Las autoridades interinas no piden nuevos compromisos, sino que gobiernos y organizaciones multilaterales y humanitarias desembolsen la asistencia prometida en los ya asumidos.

El gobierno iraquí planea asignar 30.000 millones de dólares en tareas de reconstrucción entre 2005 y 2007, y prevé que la mitad de esa suma proceda de donaciones internacionales, dijo Hafedh.

Los organizadores han informado que las deliberaciones de dos días se limitarán a discutir y revisar el destino de los 1.000 millones de dólares para el Fondo Fideicomisario Iraquí administrado por el Banco Mundial y el Grupo de Desarrollo de las Naciones Unidas.

Asisten a la reunión a puertas cerradas, entre los delegados de 53 gobiernos, altos representantes de Alemania, Francia y Rusia, países que se opusieron el año pasado a la invasión de Iraq comandada por Estados Unidos.

El Fondo será empleado en la financiación de obras como la construcción de carreteras, escuelas y hospitales, y cuenta con un fuerte respaldo de Japón, que prometió un aporte de 490 millones de dólares.

La Unión Europea ofreció más de 10 millones de dólares, una suma similar a la prometida por Irán. Este vecino y rival de Iraq, que libró con ese país una encarnizada guerra en los años 80 y que es considerado por Estados Unidos un patrocinante del terrorismo, se convirtió así en el miembro número 15 del Fondo.

”A aquellos países que retrocedieron por razones políticas o geopolíticas les decimos que no deberían retirarse ni demorar más su ayuda”, dijo Saleh.

A pesar de la creciente violencia generalizada, las autoridades iraquíes y Estados Unidos se mantienen en sus trece en la convocatoria para enero de elecciones generales.

Pero el viceprimer ministro Saleh admitió los problemas y sostuvo que se necesita más ayuda, en particular de organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

”Reunirnos y discutir sobre el Fondo implica un compromiso de continuar mejorando la situación y acercando los servicios sociales al pueblo iraquí”, dijo el coordinador ejecutivo del Fondo por el Grupo de Desarrollo de la ONU, Bisrat Akilu.

Pero el segundo representante de la Secretaría General de la ONU para Iraq, Ross Mountain, advirtió que Iraq debería hacer frente a ”enormes desafíos” antes de ocupar el lugar que la comunidad internacional pretende para el país.

”Transformar de veras lo que fue una sociedad totalitaria en un sistema democrático no es algo que suceda de la noche a la mañana”, agregó Mountain.

Japón ofreció este miércoles 40 millones de dólares para ayudar a Iraq a celebrar las elecciones de enero, aunque no se trata de un nuevo compromiso sino que el dinero procederá de los 490 millones ya prometidos al Fondo.

Otros delegados iraquíes reiteraron el pedido de condonación de la deuda externa, que suma unos 125.000 millones de dólares, aunque el asunto no está oficialmente en la agenda de la conferencia.

Analistas en Tokio consideraron que la conferencia ha demostrado a los combatientes islámicos en Iraq que la comunidad internacional se ha alineado con firmeza con el gobierno interino.

”Pero es dudoso que como consecuencia de la reunión se detengan los actos terroristas en Iraq”, acotó Yutaka Takaoka, del Instituto de Investigaciones sobre Medio Oriente.

Akilu advirtió que el proceso de reconstrucción sólo podrá avanzar si el gobierno interino lograba reducir la violencia. (

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