El insuficiente control de las exportaciones de armas por parte de la Unión Europea (UE) permite ventas a gobiernos que violan los derechos humanos, según una coalición de 55 organizaciones no gubernamentales (ONG) europeas encabezada por Amnistía Internacional, Oxfam y Saferworld, las tres con sede en Londres.
El Código de Conducta de la UE sobre exportación de armas, vigente desde junio de 1998, ha tenido un ”impacto sustancial”, pero presenta ”grandes huecos” y ”debe ser fortalecido son demora”, afirmó esa coalición en un informe de 53 páginas que dio a conocer este jueves.
Ese acuerdo se limita a recomendar criterios para la concesión de permisos de exportación de armas, y las ONG consideran que fortalecerlo sería ”un gran paso” hacia el objetivo último de que sea sustituido por un tratado formal y obligatorio.
Los autores del documento titulado ”Tomar el control. Argumentos a favor de un Código de Conducta más efectivo de la UE” destacan la existencia de exportaciones militares directas o indirectas por parte de firmas europeas a Birmania, China y Nepal.
De 1994 a 2001, países integrantes de la UE exportaron a países en desarrollo armamento por valor de casi 10.000 millones de dólares, o sea cerca de un tercio del total de armas recibidas por esas naciones, afirmaron.
El informe menciona varias exportaciones a gobiernos no democráticos, entre ellas las de motores diesel de la firma alemana Deutz AG que fueron usados para vehículos chinos de transporte de tropas, pese a la restricción de ventas militares a China tras la represión en 1989 contra manifestantes por la democracia en la plaza Tiananmen de Beijing, que causó la muerte de cientos de personas.
También señala que la empresa francesa Eurocopter trabajó ”en estrecha colaboración” con fabricantes en India de helicópteros de combate que luego fueron vendidos a Nepal, pese a que aeronaves de ese tipo han sido usadas por las fuerzas de seguridad nepalesas contra civiles.
Por otra parte, la firma austríaca Steyr-Mannlincher, fabricante de armas, firmó un acuerdo con el gobierno de Malasia para la producción en ese país del rifle AUGA3 de Steyr, que según Kuala Lumpur será exportado a unos 40 países, obviamente sin restricciones relacionadas con el Código de Conducta de la UE, apuntaron los activistas.
La UE anunció la semana pasada que levantará un embargo de venta de armas a Libia tras presiones de Italia, realizadas con el argumento de que Trípoli necesita mejor equipo para frenar a los migrantes irregulares que se dirigen a territorio italiano.
El bloque europeo considera también la posibilidad de levantar el embargo de venta de armas a China, debido a que gobernantes de varios Estados miembros, y en especial el presidente francés Jacques Chirac, alegan que el respeto por los derechos humanos en ese país ha aumentado mucho desde la masacre de Tiananmen.
”El Código de la UE fue el primer paso, pero es claro que no cumple su objetivo de asegurar controles responsables de las exportaciones (de armas) en toda Europa”, sostuvo el director de la oficina europea de Amnistía Internacional, Dick Oosting.
”Estados miembros de la UE aún suministran armas a países donde hay violaciones de los derechos humanos e inestabilidad interna”, aseveró.
Henry Smith, de Saferworld, alegó que muchos países del bloque realizan exportaciones indebidas de equipo de defensa, y que el informe ”establece lo que debería hacerse para evitar esos abusos”.
”Europa debería ser un ejemplo para el resto del mundo” en materia de control de armas, afirmó el director de políticas de Oxfam, Justin Forsyth.
Holanda ocupa actualmente la presidencia rotativa de la UE, e impulsa desde esa posición una revisión del Código de Conducta, cuyos resultados espera presentar antes de que transferir el cargo en diciembre, pero la coalición de ONG arguyó en su informe que no parece existir ”voluntad política de implementar los cambios necesarios”.
Según los activistas, hacen falta ”términos más precisos” y ”mayor transparencia” para evitar ”decisiones irresponsables al conceder permisos de exportación”.
Los argumentos de la UE para justificar exportaciones de armamento se basan en cuestiones relacionadas con ”el empleo, la economía de escala y el ingreso nacional”, comentó a IPS Roy Isbister, de Saferworld.
”Dicen que la exportación de armas es buena para la economía de un país. Otro argumento es que brinda una buena oportunidad para ejercer influencia sobre la política exterior” de la nación receptora, y además existe una especie de ”orgullo nacional” por producir y exportar armamento, pero muchos de esos argumentos han perdido vigencia, adujo.
En realidad, actualmente ”el mercado de armas es de compradores, no de vendedores. Eso significa que el país que compra puede ejercer poder sobre el que vende, y no a la inversa”, opinó.
Oosting dijo a IPS que parte del problema es el mecanismo de toma de decisiones en la UE, ya que requiere un consenso que ”nunca se logrará”.