El universo del escritor argentino Julio Cortázar, su vida, sus ficciones, sus pasiones y su compromiso con los derechos humanos y la libertad recorren la capital del país, que dedicó este año a honrar la memoria del autor de Rayuela.
Noventa años después de su nacimiento y dos décadas después de su muerte, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declaró a 2004 Año de Julio Cortázar y desde el Programa Casa del Escritor, que encabeza Manuela Fingueret, llevó los textos del autor de Bestiario (1951) y Final de Juego (1956) a los cafés, las plazas, las escuelas y otros centros culturales.
Comenzamos este año con actores y escritores que leyeron sus textos en la zona de Palermo, donde se encuentra la plaza Julio Cortázar. Se realizaron lecturas y debates en los cafés y en la plaza, donde después se realizó un festival de jazz, una de las pasiones del escritor, indicó Fingueret.
Consultada por IPS, la funcionaria recordó que Cortázar fue el autor más vendido en la última Feria del Libro, en la que el Programa tuvo un stand dedicado a su vida y obra que fue premiado por el interés que despertó entre los asistentes.
Durante esa Feria se proyectaron vídeos con reportajes realizados a Cortázar en España, Francia y México, que no habían sido vistos en la Argentina y que fueron cedidos por las embajadas de esos países.
Fingueret destacó que la Secretaría de Cultura también lanzó el 'Premio Cortázar de novela corta', para escritores de 18 a 40 años, cuyo ganador será anunciado en octubre. El premio será la publicación por la editorial Alfaguara.
Cortázar, que padecía de leucemia, murió el 12 de febrero de 1984 en París, ciudad en la que había vivido desde 1951, cuando dejó la Argentina por sus diferencias con el gobierno del presidente Juan Domingo Perón, del que fue un firme opositor.
En 1983, luego del restablecimiento de la democracia en la Argentina, viajó a Buenos Aires. Fue su última visita, ya que falleció dos meses más tarde.
El escritor nació el 26 de agosto de 1914 en Bruselas, donde su padre cumplía funciones diplomáticas. Ese año se desataba en Europa la Primera Guerra Mundial, lo que obligó a su familia a trasladarse a España y a Suiza antes de poder regresar a la capital argentina.
En Argentina, fue maestro de escuela y profesor universitario, actividad que abandonó en 1945 cuando Perón llegó al gobierno. En 1948, después de haber publicado cuentos y poemas en revistas especializadas, se graduó como traductor de inglés y francés.
Tres años después, luego de haber publicado el libro de cuentos Bestiario, viajó a París con una beca del gobierno francés y allí trabajó como traductor independiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
En 1961 visitó Cuba, y la experiencia revolucionaria de ese país lo indujo a revisar su visión de América Latina y de sus movimientos sociales. Con el tiempo se convirtió en uno de los más firmes defensores de la revolución cubana, como más tarde de la nicaragüense, y denunció permanentemente los crímenes de las dictaduras militares derechistas en la región.
Su respaldo a esas causas lo llevó a donar los derechos de autor de algunas de sus obras, como El libro de Manuel (1973) y Nicaragua tan violentamente dulce (1983), al Tribunal Russell y al gobierno sandinista, respectivamente.
La publicación de Rayuela en 1963 lo consolidó ante lectores y especialistas como uno de los escritores más interesantes y creativos de América Latina.
La inclusión de lo lúdico, los saltos en el tiempo y la ausencia de convenciones fueron rasgos típicos de su obra, y para muchos Rayuela es el emblema.
Precisamente, tal como lo destaca Fingueret, Rayuela será el eje de las actividades que se organizarán en agosto en Buenos Aires, en el marco del año dedicado a su memoria.
El 26 de agosto, fecha del nacimiento de Cortázar, se hará un maratón de lectura de 'Rayuela' en el hall del Centro Cultural General San Martín, lo que dará comienzo a un programa de clubes de lecturas en los barrios de la ciudad que se prolongará hasta octubre, agregó.
Además de las actividades organizadas por las autoridades metropolitanas, organizaciones no gubernamentales, como la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y otras instituciones privadas como la Fundación Internacional Argentina (FIA) también llevaron adelante homenajes a Cortázar.
La muestra itinerante Presencias, creada por la FIA, ha recorrido varios países latinoamericanos y acaba de exponerse en la Feria del Libro de Santa Cruz, en Bolivia. Se presentará del 4 de agosto al 15 de setiembre en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, llamada así por el libro Historias de cronopios y de famas (1962), de Cortázar.
Presencias fue planteada como una expresión audiovisual del mundo, la vida y la obra del autor de los cuentos de Final de juego (1956), Todos los fuegos el fuego (1966)y Las armas secretas (1959).
La exposición, concebida y dirigida por un joven investigador de la obra de Cortázar, Facundo de Almeida, consiguió de inmediato auspicio de importantes instituciones públicas y privadas, entre ellas el Ministerio de Educación, las autoridades del Mercosur Cultural, la cubana Casa de las Américas y la Secretaría de Cultura de España.
La muestra cuenta con fotografías, manuscritos, cartas, textos, grabaciones y dibujos que en su mayoría son inéditos y fueron cedidos por coleccionistas privados o por su primera esposa, Aurora Bernárdez, heredera universal y albacea de Cortázar.
Bernárdez, de 85 años, vive en París y viajará especialmente a Buenos Aires para participar en la exposición y en el seminario Julio Cortázar y la traducción literaria organizado por el Colegio de Traductores Públicos de Buenos Aires, la Unión Latina y la española Universidad de Salamanca.
El material reunido incluye documentales filmados por el italiano Michelángelo Antonioni, el francés Jean-Luc Godard, la checa Jana Bokova y el argentino Manuel Antín, manuscritos, cartas, textos inéditos, sus grabaciones preferidas de tango y jazz, y los libros que integraban su biblioteca.
Todo se combina para mostrar cómo la complejidad y la armonía son partes sustanciales del universo cortazariano.
El acceso a la exhibición estará dominado por fotografías tomadas por el propio Cortázar y por la voz del escritor que, desde una grabación, dará a los visitantes las Instrucciones para dar cuerda al reloj, de Historia de cronopios y de famas.
El recorrido lleva a un recinto en el que se verán vídeos de Buenos Aires y de París, las dos ciudades en las que Cortázar residió durante la mayor parte de su vida, un espacio que oficiará de punto de partida para cinco itinerarios diferentes, en los que habrá textos e imágenes que reflejan diferentes momentos de la vida y la obra del escritor.
La muestra se trasladará en noviembre a la oriental ciudad de Rosario, para el III Congreso Internacional de la Lengua. El año próximo se presentará en España, Francia y Bélgica.
Además de la realización de la muestra, la FIA editará una historieta inédita que Cortázar realizó conjuntamente con el artista Alberto Cedrón, llamada La raíz del ombú, y un libro, Presencias, confeccionado a partir de cartas, declaraciones, entrevistas, capítulos de sus libros, poemas, fotografías y textos de amigos y críticos, entre ellos el nicaragüense Ernesto Cardenal, el uruguayo Eduardo Galeano y el argentino Abel Posse.
Tras la muerte de Cortázar, Bernárdez publicó cinco libros suyos previamente inéditos, entre ellos su primera novela, Divertimento, escrita en 1949, y El examen, de 1950. Ambos fueron rechazadas en su momento por distintas editoriales y no fueron editadas hasta 1986. (