IRAQ: Poca libertad para kurdos liberados

Vendedores de frutas y verduras empujan sus carros en una feria callejera de Arbil, sede del gobierno del Kurdistán iraquí. La ciudad es muy diferente a Bagdad: su idioma es el kurdo, visible en grandes carteles, y además no se ven tropas estadounidenses.

Las calles están patrulladas no por soldados de Estados Unidos en tanques y jeeps, sino por guerrilleros ”peshmerga” a pie, rifles Kalashnikov al hombro.

Desde la creación de la zona autónoma kurda iraquí en 1991, los kurdos han hecho todo lo posible para crear su propia sociedad. Pero esto no significa que puedan hacer oír sus noticias en kurdo.

Personas de todas las edades se reúnen alrededor del televisor en el café Machko, de Arbil, para escuchar las noticias del canal árabe Al-Jazeera sobre el gobierno interino de Iraq.

”Miramos Al-Jazeera y Al-Arabiya porque dan primicias”, dijo Kerem Sheharizah, un escritor de 63 años. ”Hace poco, los estadounidenses abrieron un nuevo canal llamado Al-Hurra (la libertad), así que tenemos una perspectiva más”, agregó.

Los comunicadores kurdos no han podido establecer una red de periodistas para competir con Al-Jazeera y Al-Arabiya, porque no poseen tantos recursos como sus contrapartes de Qatar y Emiratos Arabes Unidos, donde tienen sede ambos canales satelitales.

Pero además, los comunicadores kurdos tienen un objetivo diferente. Las noticias de la noche en Kurdistan Television (KTV) consisten esencialmente en un resumen del día de Masoud Barzani, líder del Partido Democrático del Kurdistán (PDK).

”Barzani tiene muchas actividades y visita muchos lugares. Debemos cubrirlo”, dijo Shiwan Amurr Yusuf, gerente de KTV.

”Este canal está relacionado con el Partido Democrático del Kurdistán. Aunque tenemos libertad para hacer lo que queremos, también debemos ofrecer al televidente todas las noticias sobre el partido”, explicó.

El PDK de Barzani gobierna en los hechos la mitad del norte de Iraq. La otra mitad del Kurdistán iraquí está controlada por la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que posee y controla el otro canal de televisión kurdo de la región, KurdSat.

Los miembros del UPK sostienen que el partido tiene buenos motivos para controlar los noticieros de KurdSat. La prensa es un importante instrumento de propaganda para impedir la división de Iraq, dijo Hakim Umar, de la oficina de asuntos exteriores del partido.

”Si dejamos que la gente hable por sí misma, pedirá la independencia de Iraq”, pero ”el federalismo es lo mejor para nosotros”, dijo. ”Este es el mensaje de la prensa kurda para nuestro pueblo: lo mejor es vivir en Iraq con un sistema federal”, agregó.

Es difícil encontrar en el norte iraquí a alguien dispuesto a hablar abiertamente en contra de uno de los dos partidos gobernantes. Aunque distan de ser tan represivos como el derrocado régimen de Saddam Hussein, los líderes kurdos respaldados por las fuerzas invasoras de Estados Unidos no toleran el disentimiento.

La zona tiene incluso su propia policía secreta, la Asayeech. Los kurdos de fuera de Iraq critican esta represión, pero la mayoría creen que el actual liderazgo de las dos facciones armadas kurdas es una etapa transitoria hacia la separación definitiva de Iraq.

”No somos tan tontos como la gente cree, o como ciertos líderes kurdos creen”, declaró Kani Xulam, director de la Red de Información Kurda-Estadounidense, con sede en Washington, partidaria de la independencia.

”El federalismo puede ser la única opción ahora, pero se debe dar a la gente el beneficio de la duda y preguntarles si eso es lo que quieren”, dijo.

Xulam destacó la reciente apertura en el norte de Iraq de un pequeño periódico cultural kurdo, el primer medio de prensa independiente de los líderes locales. Y espera que no sea el último.

Los kurdos, de religión musulmana, son una nación sin tierra propia. Fueron el único grupo étnico del antiguo Imperio Otomano que no se reagrupó en un estado nacional luego de la caída de ese imperio, tras la primera guerra mundial.

Mientras los árabes del Magreb, los búlgaros y los armenios recuperaron su independencia, los kurdos sufrieron divisiones tribales y viven en cuatro estados diferentes bajo gobiernos ”extranjeros”.

Casi 12 millones viven en el sudeste de Turquía, otros dos millones en el norte de Iraq, un millón en Irán y menos de un millón en Siria. También existen pequeñas comunidades kurdas en Kirguistán, Azerbaiyán y Rusia.

En Iraq, constituyen 20 por ciento de la población. La mayoría de los iraquíes son chiitas (62 por ciento) y habitan el sur, mientras en el centro predominan los sunitas (35 por ciento), el grupo islámico políticamente dominante en la historia iraquí, incluido el depuesto régimen de Saddam Hussein.

El partido de Saddam Hussein, el Baas, obligó a la mayoría de las familias kurdas al exilio interno, a las zonas más remotas y pobres del país. Además, persiguió y perpetró matanzas contra la población kurda. (

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