– El flamante gobierno de India cuenta con apoyo de los partidos comunistas, pero se cuidará de mantener con Estados Unidos el buen vínculo alcanzado por el derrotado partido conservador Bharatiya Janata.
Continuaremos comprometidos con nuestros amigos estadounidenses de un modo constructivo. Quisiéramos fortalecer, profundizar y ampliar las relaciones indo-estadounidenses, dijo el canciller K. Natwar Singh a la prensa este miércoles.
El Partido del Congreso, que vuelve al poder luego de ocho años en la oposición, ha tenido tradicionalmente malas relaciones con Estados Unidos y, de hecho, dispuso desde el gobierno un pacto militar con la Unión Soviética durante la guerra fría.
Luego de que el centroizquierdista Partido del Congreso gobernara India durante 49 de los 57 años de su vida independiente, Bharatiya Janata llegó al poder en 1998. Este partido nacionalista, hinduista y conservador impuso un abrupto viraje de política exterior.
El primer ministro Atal Bihari Vajpayee, quien dejó el cargo la semana pasada, brindó apoyo logístico a la guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos en Afganistán luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.
Pero cuando el gobierno de George W. Bush amplió esa guerra a Iraq, Bharatiya Janata fue arrastrado por el Partido del Congreso en el parlamento a votar una resolución de condena a la operación.
El Partido del Congreso, como el Frente de Izquierda y otros partidos menores que apoyan al nuevo gobierno, se ha opuesto firmemente a enviar tropas a Iraq, a pesar de los reiterados pedidos de Washington.
Ahora que el Partido del Congreso encabeza el gobierno centroizquierdista, a cargo de una coalición denominada Alianza Progresista Unida, parece difícil que India participe en la campaña militar en Iraq, excepto bajo un mandato claro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El ex canciller Salman Haidar, colaborador de Natwar Singh, dijo que prevé dificultades en la búsqueda de coincidencias con Estados Unidos y con sus aliados occidentales en los foros internacionales, incluida la Organización Mundial del Comercio (OMC)..
Pero todo indica que Natwar Singh, un diplomático de carrera devenido en políticó, impondrá un enfoque pragmático que equilibrará los intereses ideológicos de los socios izquierdistas del Partido del Congreso, según Haidar.
Dirigentes como Harkrishan Singh Surjeet, del Partido Comunista de India-Marxista, ya piden cambios radicales a la política abiertamente proestadounidense y proisraelí de Bharatiya Janata.
Es vergonzoso que el gobierno de Bharatiya Janata haya elegido guardar silencio sobre las atrocidades cometidas e incluso sobre las amenazas de eliminar a (el presidente palestino) Yasser Arafat, un viejo amigo de India, dijo Surjeet.
De hecho, el nuevo gobierno deberá afrontar en breve la amistad forjada con Israel por la administración de Bharatiya Janata y que revirtió el tradicional apoyo del Partido del Congreso a la causa palestina.
El gobierno de Bharatiya Janata vio en Israel un aliado con similitudes fundamentales, dijo el asesor de seguridad nacional del anterior gobierno, Brajesh Mishra, ante el Congreso Judío Estadounidense celebrado el año pasado.
La idea de que una política de fuertes relaciones indo-estadounidenses e indo-israelíes tiene una lógica natural fue aplaudida por el primer ministro israelí Ariel Sharon, quien visitó India en septiembre pasado.
India e Israel fortalecieron la cooperación militar desde esa visita, con la bendición de Estados Unidos. Nueva Delhi compró sistemas de defensa israelíes Green Pine y los Phalcon.
Las advertencias de pacifistas y del Partido del Congreso fueron desacreditados por el gobierno y sus allegados, que las atribuyeron a los remanentes fosilizados de la escuela de diplomacia y de no alineamiento de (Jawaharlal) Nehru, el primer jefe de gobierno de India.
Pero expertos en asuntos internacionales como el ex secretario de Relaciones Exteriores G. Parthasarathy consideró que algunas de las políticas de Bharatiya Janata tuvieron resultados positivos.
Entre ellos, mencionó que el apoyo de India fue importante para la caída en Afganistán del régimen islámico de Talibán, un movimiento abiertamente hostil con india que apoyaba a los insurgentes de Cachemira.