Como esos mensajes publicitarios que tientan al consumidor con un regalo adicional, así recibe el Mercosur la incorporación de 10 nuevos países a la Unión Europea (UE), justo cuando los dos bloques están a punto de cerrar un acuerdo comercial que lleva nueve años negociándose.
La ampliación de la UE a partir de este sábado 1 de mayo representa una oportunidad, y no una amenaza para los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), dijo el vicecanciller argentino Martín Redrado a IPS.
Muchos temían que la incorporación generara una competencia directa en productos en los que los países del Mercosur son más competitivos, pero no es así, remarcó.
Al contrario, la oferta de acceso a mercados de la UE tiene en cuenta esta mayor demanda europea por la ampliación, subrayó el funcionario.
Desde este sábado, la población de la UE pasará de 378 a 453 millones de personas. El bloque sumará a Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Lituania, Letonia, Malta, Polonia y República Checa.
Los efectos inmediatos de la ampliación son pequeños, porque los diez nuevos miembros no son mercados importantes para Brasil, dijo a IPS Marcos Jank, presidente del brasileño Instituto de Estudios del Comercio y Negociaciones Internacionales.
Además, los nuevos miembros de la UE dejaron de ser fundamentalmente agrícolas y los más agrícolas, como Polonia y Hungría, exportan poco o sus productos en general no compiten con los de Brasil y el Mercosur, coincidió el profesor de economía internacional de la Universidad Federal Fluminense, Theotonio dos Santos.
Su interés al incorporarse a la UE es desarrollar su industria, los servicios, el turismo, y no la agricultura, opinó. Cuentan con buenas universidades y científicos para ofrecer bienes y servicios de mayor valor agregado, dejando al Mercosur las actividades atrasadas, como agricultura e industria tradicional, dijo Dos Santos a IPS.
Lo que merece más atención, a juicio de Jank, es el fortalecimiento político del bloque europeo en defensa de sus enormes subsidios agrícolas, perjudicando la postura brasileña y del Mercosur contra el proteccionismo de los países industriales.
El efecto más dañino puede resultar de la posición política que estos países asumirán dentro de la UE, contraria a la apertura en la Organización Mundial del Comercio (OMC), opinó.
No logro imaginar a Polonia, Hungría o República Checa apoyando una apertura de la UE para los productos del Mercosur, sostuvo.
Hasta 1986, Hungría integró el Grupo de Cairns de países agropecuarios contrarios a la protección. Pero ahora se beneficiará de los subsidios de la UE, afirmó Jank.
Como contrapartida, los nuevos miembros de la UE tenderán a asumir una perspectiva más europea en política internacional, abandonando posiciones a favor de Estados Unidos, opinó Dos Santos.
Eso contribuirá a un mejor equilibrio mundial, a una integración hacia el oriente (Rusia, China, India), reanudando la ruta de la seda, terrestre como eje de la economía mundial, sostuvo.
La ampliación coincide con la recta final de las negociaciones entre la UE y el Mercosur para un acuerdo de libre comercio que se debate desde 1995. Los negociadores creen llegarán a puerto antes de fines de octubre, según el plazo establecido, aun cuando el tratado no tendrá la ambición proyectada nueve años atrás.
La reforma de la Política Agraria Común de la UE, lanzada en 2003, estableció un cronograma de reducciones de subsidios y de otras ayudas a la agricultura que los países en desarrollo (incluidos Brasil y Argentina) consideraron insuficientes en las negociaciones de la OMC.
Pero la delicada cuestión agrícola que siempre obstaculizó el acuerdo con el Mercosur, parece estar en vías de superarse. Europa dice estar dispuesta a aumentar algunas cuotas de importación de productos agropecuarios para el bloque y a rebajar aranceles.
Pero los países del Mercosur perderán exclusividad para vender a la UE ante la competencia de un gran número de naciones europeas, según evaluó el Centro de Estudios Internacionales de la cancillería argentina en el informe Oportunidades y amenazas de un acuerdo UE-Mercosur.
Redrado explicó que cuando se analiza la estructura productiva de los nuevos miembros, se ve que más que una amenaza hay una oportunidad para el Mercosur, que tendrá un mercado ampliado para sus productos, por la mayor demanda. Ningún producto del Mercosur está bajo amenaza, dijo.
Las afirmaciones de Redrado, cuyo país ejerce la presidencia rotativa del Mercosur, preceden a la ronda de intercambio de ofertas mejoradas de acceso a mercados, que delegados de ambos bloques llevarán a cabo la semana próxima en Bruselas, en un intento de allanar el camino para la firma del acuerdo.
El comisario de Agricultura de la UE, Franz Fischler, viajó esta semana a Brasil y a Argentina. Este jueves, al terminar la gira, dijo que la atmósfera para negociar es constructiva y se manifestó convencido de que se alcanzará un entendimiento a tiempo.
El intercambio comercial entre la UE y el Mercosur se duplicó en 10 años, y pasó de 20.000 millones de dólares en 1991 a más de 40.000 millones, en 2001.
El Mercosur es el principal socio de la UE en América Latina pues absorbe más de la mitad de los flujos comerciales y de la inversión extranjera directa procedente del bloque europeo.
La UE es también el principal socio del Mercosur, cuando se analiza el intercambio como comercio Norte-Sur. El bloque sudamericano exporta sobre todo productos agrícolas y alimentos, en tanto la UE coloca en la subregión químicos, metales, máquinas y plásticos.
Pero las negociaciones no marchan sobre rieles y el tiempo apremia.
Estamos en desventaja porque el Mercosur dio a conocer su oferta mejorada de acceso a mercados la semana pasada en la fecha prevista, y la UE no lo hizo hasta ahora, aunque asegura que lo hará en Bruselas, dijo a IPS un funcionario de la cancillería.
La fuente, que pidió reserva de su nombre, estimó que tal como lo concibe la UE, el intercambio de ofertas será muy dialogado y las negociaciones podrían extenderse durante todo el mes hasta el 28 de mayo, cuando comience la cumbre de jefes de Estado de América Latina y la UE en Guadalajara, México.
Allí se celebrará una reunión de jefes de Estado y de gobierno de ambos bloques, como un encuentro paralelo a la cumbre, y se desatarán los últimos nudos al más alto nivel político, dijo a IPS un miembro de la delegación de la UE en Argentina.
A modo de anticipo pero sin mostrar sus cartas, Fischler aseguró que las ambiciones de la UE son muy altas. Los subsidios domésticos que otorga hoy la UE equivalen a 70 por ciento de los que otorgaba 10 años atrás, cuando comenzaron las negociaciones con el Mercosur, dijo Fischler.
En la apertura incluyó productos como la carne vacuna o el maíz, que podrían ingresar al mercado europeo con rebajas arancelarias o cuotas más generosas.
Pero el bloque europeo también espera que el Mercosur cumpla su parte con una propuesta igualmente ambiciosa.
Redrado aseguró que si bien hay áreas en las que aún es necesario que mejoren las ofertas de la UE, el Mercosur tiene el máximo nivel de ambición con un compromiso de alcanzar un acuerdo antes de que finalice octubre.
El mensaje al más alto nivel político dice que 'querer es poder' y en este caso el Mercosur quiere un acuerdo y la UE también, o sea que podemos encontrar caminos técnicos para lograrlo, aseguró el vicecanciller.
El bloque sudamericano aspira a que sus productos elaborados obtengan un tratamiento que les permita ingresar al mercado europeo. La prioridad de nuestra política comercial es generar empleo para nuestra gente, subrayó el funcionario.
*Con aporte de Mario Osava (Brasil).